La sostenibilidad se ha convertido en uno de los pilares estratégicos para cualquier empresa, junto a la rentabilidad y el cuidado del talento. Un trío de ases que conforma la receta del éxito en estos tiempos convulsos y que, además, supone un realineamiento de los intereses corporativos con los sociales, haciendo que el crecimiento económico vaya ligado a cuidar de nuestro planeta y a que nuestros hijos hereden un futuro mejor.
Puede parecer una obviedad, pero si echamos un ojo a las memorias corporativas de casi todas las grandes firmas, la sostenibilidad ocupa ahora un lugar protagonista. Y la práctica totalidad de corporaciones de gran tamaño tiene alguna clase de objetivo de reducción de emisiones o, incluso, de alcanzar las cero emisiones netas en un futuro más o menos cercano.
Una de las primeras enseñas en incorporar esta clase de criterios en sus resúmenes anuales a inversores, y que cuenta con un ambicioso objetivo de ser neutral en carbono para el año 2023, es SAP. El gigante europeo del software empresarial juega, encima, un doble rol en esta particular contienda con el medio ambiente como tesoro preciado: el que desempeña como multinacional en sí misma y el que puede desarrollar a través de sus herramientas para que otras compañías puedan seguir esos mismos pasos.
"Estamos reduciendo las emisiones propias y de nuestra cadena de valor, electrificando nuestra flota y asumiendo otros retos medioambientales que no son más que el deber moral de cualquier multinacional que tiene los recursos disponibles para minimizar su huella de carbono en el mundo. Y efectivamente tenemos esa doble vertiente, también de catalizador, porque al fin y al cabo el 75% del Producto Interior Bruto mundial toca sistemas de SAP", introduce Carlos Díaz Pérez, Chief Sustainability Officer para la región de EMEA South en la empresa.
Aunque la mayoría de la conversación que mantiene con D+I gira en torno a la sostenibilidad medioambiental, la más visible quizás, Carlos Díaz Pérez no obvia que solo es una de las tres patas que se aglutinan bajo este paraguas, junto a la parte social y de gobernanza. Y como esto va de tríos, también son tres las aproximaciones que las empresas están usando para enfrentarse a los retos de sostenibilidad tan acuciantes que tenemos.
"La primera es la que atañe al cumplimiento normativo. Es relativamente nueva, aunque no lo parezca, porque hay todo un cuerpo legislativo nuevo que trata el asunto desde el Acuerdo de París a la taxonomía europea o en materia de reporting financiero y de financiación verde, que obliga a ir más allá de una foto fija cada año en esta materia", comienza el directivo.
"Hay un segundo grupo de clientes que están preocupados por la rentabilidad y que entienden la sostenibilidad en relación a sus márgenes de beneficios. A ellos lo que les preocupa es cómo poder gastar menos recursos, menos energía o haciendo que sus mercancías recorran menos kilómetros", continúa.
Para cerrar el ciclo: "Y el tercer grupo son aquellos que se encargan de la sostenibilidad por la reputación corporativa. Es muy importante que las empresas entiendan cuál es el deseo de los clientes finales y actuar en concordancia".
Predicar con el ejemplo
Carlos Díaz Pérez sienta así las bases, extensas y detalladas, del escenario sobre el que se mueven las corporaciones en su interrelación con la sostenibilidad. Pero, ¿qué hay de SAP? ¿Cómo aplica estas premisas la propia compañía? Un terreno en el que el directivo introduce un nuevo elemento a la hoja: lo principal para un proveedor de servicios como es su caso es no añadirle emisiones a sus clientes.
"Lo último que queremos es causar emisiones de tipo 3 a otras empresas, aquellas que ocurren antes de que las materias primas lleguen a mí y después de que salgan de mi empresa [las de tipo 2 están relacionadas con el consumo energético y las de tipo 1 las derivadas de la propia operativa de la empresa]. Eso implica que toda nuestra arquitectura en la nube debe ser neutra en carbono para que nuestros servicios no afecten a los clientes", detalla el ejecutivo.
Más allá de las inversiones tecnológicas imprescindibles en la arena de los centros de datos, SAP también está mitigando los impactos negativos en el medio ambiente de sus viajes de empresa (con su propia herramienta, Concur), electrificando parte de su flota de vehículos o promoviendo grupos de trabajo, formación y voluntariado local en torno a la economía circular, la sostenibilidad o el cuidado de nuestro planeta.
La tecnología como aliada
Entremos ahora en la dimensión de mayor calado, aquella en la que SAP puede ejercer como habilitador de una economía más verde, más ligada a las preocupaciones sociales y que favorezca la correcta gobernanza corporativa. Campos, todos ellos, donde la tecnología es un aliado imprescindible.
"En el área de cumplimiento regulatorio debemos ser capaces de unir la información de sostenibilidad con la financiera, evitando silos y ofreciendo al directivo datos claros de cuántos impuestos o tasas va a tener que pagar por incumplir la normativa en sostenibilidad o cuánto le va a costar la financiación de la empresa si es sostenible", detalla Carlos Díaz Pérez, quien apela al pragmatismo en esta transición: "La sostenibilidad es un viaje en el que se deben analizar bien las inversiones y cómo ir haciendo estos cambios".
Resulta obvio que SAP, con su ERP, es quizás la fuente de información de una empresa más importante, interrelacionando a todos los departamentos de la misma y capaz de integrar también esos datos o métricas de sostenibilidad. El ejecutivo de la compañía germana reconoce que esta información externa es extremadamente compleja, sujeta a muchas variaciones por las regulaciones cambiantes y dispares en todo el mundo, pero de su combinación con los datos estructurados del ERP depende que las directivas de las empresas puedan ejecutar con éxito sus estrategias de sostenibilidad.
Más allá de la propia capacidad del ERP que todos conocemos, este proveedor tecnológico también ha hecho importantes anuncios en los últimos meses para ampliar el foco en esta materia para sus clientes. El primero de ellos es SAP Product Footprint Management, una solución para medir y analizar la huella de CO2 de un producto a lo largo de todo su ciclo de vida y de toda la cadena de suministro. El segundo responde al nombre de SAP Responsible Design and Production, una herramienta de economía circular para impulsar un diseño y producción responsables.