Las tecnologías para la verificación de identidad se utilizan para conseguir una autenticación del usuario de forma totalmente digital a través de la comparación de sus rasgos biométricos con el patrón previamente registrado de ese usuario, bien sea de su rostro, de su mirada, las características de su voz o su huella dactilar, entre otros.
Estos rasgos son únicos en cada persona, por lo que ofrecen una autenticación mucho más fiable, sencilla y segura que las tradicionales contraseñas y códigos de acceso. Todo esto bajo la premisa de que las empresas necesitan saber de forma segura y rápida que el usuario que se encuentra realizando interacciones digitales es realmente quién dice ser.
Javier Mira es presidente y CEO de FacePhi, una empresa experta en identidad digital y, en concreto, especializada en soluciones de onboarding digital y autenticación. En este sentido, un gran número de bancos y entidades financieras recurren a esta compañía para digitalizar sus procesos de apertura de cuentas y contratación de servicios de sus clientes, a los que se le pide una foto a su documento de identidad y un selfie.
Hechos estos dos sencillos gestos, sus algoritmos "procesan ambas imágenes y comparan sus patrones comunes, verificando que el nuevo usuario es quien dice ser. Se trata de un proceso que se realiza en pocos segundos y desde el propio teléfono móvil, lo que supone un enorme salto adelante tanto desde el punto vista de la comodidad del cliente como en el ámbito de la ciberseguridad", detalla Mira.
Con él hablamos en D+I para conocer el estado del arte de estas tecnologías y su potencial tanto en la industria financiera como en muchos otros verticales.
P. Aunque el uso de esta verificación de identidad sea mucho más cómodo para el usuario, tiene un componente más “personal”. ¿Cómo valora la sociedad este tipo de verificación?
R. Es muy importante desterrar mitos a la hora de hablar de tecnologías de verificación de identidad. El uso de estos sistemas debe basarse en el consentimiento previo del usuario, lo que hace que se alejen totalmente de cualquier práctica de videovigilancia o reconocimiento masivo, que en ningún caso es una práctica consentida. Está claro que es responsabilidad de las empresas ser didácticos con el cómo se usa la tecnología, aclarar estos conceptos que muchas veces llevan a confusiones y prejuicios, y explicar el potencial de la verificación de identidad para conseguir un impacto social positivo.
En nuestro caso, todos nuestros desarrollos son creados bajo el principio de ‘biometría ética’, lo que implica que se diseñan exclusivamente para una verificación de identidad consentida, con finalidad legítima y limitados a solo los datos mínimos necesarios, tratados para garantizar su seguridad; es decir, con pleno respeto al derecho a la privacidad, así como a la legislación vigente en cada país en materia de protección de datos. Para nosotros, esta privacidad de los datos y la voluntariedad del usuario es totalmente innegociable.
El perfil de usuario tipo puede ser cualquiera, pero ¿qué tipo de compañías están apostando más por esta tecnología para la verificación de identidad?
Somos líderes en el sector financiero y nos hemos consolidado entre los grandes bancos y grupos financieros de Latinoamérica, aunque cada vez crecemos más en Asia y Europa. Este sector es uno de los más exigentes en lo referente a la seguridad y confianza de sus usuarios, por lo que integrar la tecnología de verificación de identidad en este tipo de corporaciones, fue un paso clave para demostrar la practicidad y protección que se puede ofrecer con este tipo de tecnología. No es casualidad que FacePhi haya sido seleccionada por las autoridades de Corea del Sur para formar parte de su sandbox regulatorio ‘Innovation Financial Services’, donde se están testando proyectos punteros basados en Inteligencia Artificial para mejorar el sistema bancario coreano.
Por otro lado, y aunque la banca siga siendo un ‘cliente tipo’, en los últimos años se ha demostrado que la tecnología para la verificación de identidad es aplicable a todas aquellas industrias, que necesitan verificar la identidad de sus usuarios. Entre estos, destacan algunos sectores como el de los viajes, el sanitario, el bancario, los seguros, los grandes eventos deportivos, el retail, las telecomunicaciones, las administraciones públicas, el sector hotelero y las smart cities, entre muchos otros.
Entonces, ¿es realista pensar que en el corto plazo podremos coger un avión, el transporte público o pagar en un comercio usando nuestra propia cara?
No solo es realista, sino que será un escenario muy habitual en los próximos años. Estamos convencidos de que la biometría aplicada al reconocimiento consentido de identidad no tardará en integrarse y ser parte esencial de otros sectores distintos del financiero. Esto permitirá que, por ejemplo, en nuestro caso particular gracias al reciente contrato que hemos firmado con Aena para la verificación de identidad en su red de aeropuertos nacionales e internacionales, las personas podamos por ejemplo movernos en un aeropuerto y embarquemos en un avión sin necesidad de billete y sin mostrar nuestro documento de identidad una y otra vez. Otros usos de este tipo de tecnología serían, por ejemplo, alquilar un coche o hacer el check in de un hotel.
La tecnología de verificación de identidad no solo está utilizándose de forma aislada en determinadas industrias, sino que está además siendo impulsada por los gobiernos para implantarse por completo en todas las funciones diarias de ciudades, como es el caso de la Isla de Jeju en Corea del Sur. En este proyecto de identidad digital descentralizada, junto a la multinacional surcoreana City Labs, convertiremos Jeju en una ciudad inteligente totalmente digitalizada gracias a nuestro sistema de verificación de identidad.
Cabe señalar que la identidad digital descentralizada, una tecnología basada en blockchain, permite a los usuarios, a través de una wallet digital, tener el control sobre qué datos se comparten, con quién e, incluso, revocar su uso cuando lo consideren necesario.
Aunque el proyecto aún se encuentra en su primera etapa, el potencial es enorme, y la predisposición de los ciudadanos es muy positiva, ya que podrán acceder al transporte público o pagar en comercios locales usando un sistema de reconocimiento facial, sin necesidad de llevar encima dinero o tarjetas.
Esta iniciativa permitirá que todos los ciudadanos y visitantes, a través de las empresas locales de la smart city, dispongan de su propio wallet de identidad digital basado en blockchain, con el que tendrán el control sobre qué datos se comparten, con quién e, incluso, revocar su uso cuando lo consideren necesario, avanzando hacia un concepto de identidad digital autogestionada donde los usuarios tengan el control total de sus datos, aumentando la ciberseguridad y protección de la información.
Por lo que estamos hablando, parece claro que la biometría ya se ha consolidado como una alternativa a otras formas de identificarnos en un entorno digital, pero ¿realmente puede sustituir a las tradicionales contraseñas?
Totalmente. Y, de hecho, la tecnología para la verificación de identidad está cada vez más integrada en nuestra sociedad. Las contraseñas y las tarjetas de claves son aún para muchos las llaves para acceder a distintos espacios digitales, pero los problemas de seguridad que las mismas conllevan afectan a compañías, administraciones y a los propios usuarios. Los puntos débiles de estos sistemas pueden blindarse mucho mejor con sistemas de verificación de identidad basados en biometría que, entre otros, no pueden olvidarse o perderse y son únicos e intransferibles. Muchas compañías están llevando a cabo este cambio como parte de su estrategia de transformación digital, por lo que cada vez será más común acceder a nuestro perfil de empleado, ciudadano o cliente sin necesidad de teclear ni una sola letra o número, a la vez que mantenemos un alto nivel de seguridad en las transacciones.
Hablando de seguridad digital, todos los especialistas del sector coinciden en señalar el gran aumento de ciberdelitos que se ha dado en los últimos años, teniendo como punto álgido el periodo de crisis sanitaria asociado a la covid-19. ¿Cómo afronta una compañía como FacePhi este reto?
La ciberdelincuencia, desafortunadamente, no para de innovar y buscar nuevas brechas, por lo que las compañías que trabajamos en ciberseguridad tenemos la obligación de detectar las nuevas técnicas de fraude digital y adelantarnos a ellas.
En este aspecto, el último año ha sido muy importante para nosotros con la presentación de nuestra nueva plataforma de identidad digital modulable, FacePhi Identity Platform, la cual representa nuestra respuesta a los nuevos desafíos que surgen con la rápida digitalización mundial en torno a la seguridad, y que siempre están presentes a la hora de seguir mejorando nuestros productos.
Esta herramienta para la verificación de identidad integra, de forma totalmente personalizable, tecnologías de onboarding digital y de autenticación, combinando diferentes biometrías para conseguir una identificación de doble factor, todavía más segura.
La puesta en marcha de esta Plataforma para la verificación de identidad ha supuesto un cambio importante para la compañía. ¿Qué evolución supone esta tecnología?
FacePhi Identity Platform es una solución completa, que permite a cualquier cliente diseñar, de forma totalmente personalizable y a través de soluciones multibiométricas, procesos de onboarding digital y autenticación. Cuando empezamos a trabajar en este proyecto, nuestro objetivo era conseguir adaptar nuestras soluciones de verificación de identidad en un producto completamente innovador que se ajusta las exigencias, necesidades y casos de uso de los clientes en materia de seguridad y cumplimiento normativo.
Así pues, el resultado es una plataforma capaz de verificar la identidad de los usuarios mediante la combinación de distintas biometrías , donde el propio cliente puede crear procesos de onboarding y autenticación adaptados a sus necesidades de forma fácil, segura y en tiempo real; consiguiendo una identificación multifactorial que aumenta la protección y la efectividad al evitar intentos de fraude y las suplantaciones de identidad.
Además, este nuevo avance incorpora herramientas de gran utilidad para cualquier corporación o administración pública, como el control de operaciones en tiempo real, un cuadro de mandos con los indicadores de rendimiento más importantes o el registro de transacciones y estadísticas, al igual que módulos antifraude, inteligencia artificial, privacidad y experiencia de usuario, adaptados a los requerimientos de cada cliente. Sin duda, esta solución es una evolución natural que refleja nuestra capacidad de innovación y experiencia, al conseguir lanzar al mercado la plataforma más completa del mercado.
Hemos hablado del desembarco de vuestras soluciones de verificación de identidad en nuevos sectores y mercados, del lanzamiento de un producto disruptivo, de una apuesta firme por reforzar la estructura de la compañía… Para finalizar, nos gustaría ir un paso más allá: ¿cuáles son vuestros planes de futuro?
El 2021 ha sido un año muy positivo . Un año que nos ha permitido volver al alto crecimiento en ventas que ha caracterizado a la empresa desde sus inicios y que refleja el gran esfuerzo comercial y de optimización de la estructura de la compañía, aún incluso en plena crisis sanitaria provocada por la pandemia.
Con la mirada puesta en el corto plazo, continuaremos reforzando nuestra marca en Latinoamérica, donde ya tenemos una clara posición de liderazgo y contamos con presencia en la práctica totalidad de los países del continente. Sin embargo, seguiremos muy atentos a las oportunidades que nos ofrece Europa y la región de Asia Pacífico, donde nos estamos expandiendo con fuerza y ya hemos integrado nuestra tecnología en las corporaciones financieras más importantes de Corea del Sur, como Daegu Bank, a través del cual participamos del sandbox coreano y podremos seguir trabajando de forma conjunta junto a los reguladores.
Ampliando un poco las perspectivas, además de introducirnos en nuevas industrias, buscaremos seguir incrementando nuestra presencia en otras donde la verificación de identidad tiene y tendrá un papel protagonista en los próximos años, como el retail, los eventos deportivos, las administraciones públicas y los viajes y transportes, siendo esta última una industria donde hemos entrado pisando fuerte a través de la firma, como hemos mencionado anteriormente, de un acuerdo global con Aena, el primer operador aeroportuario del mundo por número de pasajeros y por medio del cual proveeremos nuestras soluciones de onboarding digital y autenticación que se aplicarán a los diversos procesos de gestión de pasajeros y de empleados.
Además, gracias a la plataforma que hemos lanzado y sus características podremos llegar de una forma más rápida a clientes con distintos perfiles, independientemente de su tamaño y sector, reduciendo los tiempos de integración y permitiéndoles adaptar la tecnología a sus necesidades; pudiendo de esta forma cubrir una amplia variedad de casos de uso en diversas regiones.
Sabemos que la biometría, por las múltiples posibilidades que ofrece, se integra con gran naturalidad en el día a día de todas las personas y en cualquier entorno, a fin de cuentas, ¿qué hay más seguro y práctico que usar nuestros rasgos humanos como llave para nuestra información digital?