El silencio y la aparente calma suelen ser comunes en los espacios de trabajo de oficinas. Cada empleado ocupa su puesto –fijo o flexible, dependiendo de si el modelo híbrido forma parte ya de la cultura de la empresa– y se concentra en lo que ocurre en su pantalla para abordar las tareas del día.

Las reuniones tienen lugar en salas cerradas u otras zonas habilitadas donde, ahí sí, hay más interacción.

Quienes trabajen en un lugar así no necesitan hacer un gran esfuerzo para imaginárselo. Es habitual. Por eso, al visitar la sede central de Canon en España, ubicada en Alcobendas, una localidad aledaña a Madrid, llama la atención que haya diferentes grupos de trabajadores compartiendo impresiones alrededor de sus mesas o en espacios aparentemente improvisados.

“Fomentamos que surjan esas relaciones entre los compañeros, que interaccionen de una forma lo más natural posible para contribuir a generar un buen ambiente de trabajo y que fluyan las ideas”, explica a D+I el consejero delegado de la compañía en nuestro país, Javier Tabernero (Madrid, 1971), en la primera entrevista que concede a un medio tras su nombramiento hace algo más de un año.

El directivo ejerce de guía por unas instalaciones en las que, junto a las oficinas, también hay una planta reservada a algunos de los productos de impresión y fotográficos que han marcado la historia de una empresa que este año celebra su 85 aniversario. 

Gestión documental en entornos híbridos

La llegada de Tabernero como máximo responsable de Canon en España y Portugal se produjo en marzo de 2021. En su currículo figura su paso por empresas vinculadas, sobre todo, a servicios de seguridad, incluida Prosegur, donde desarrolló su carrera durante casi nueve años. 

“Uno de los retos que me autoimpuse para mi siguiente etapa profesional fue que estuviera ligada a un entorno tecnológico e industrial, y Canon cumplía con estas expectativas. Es una empresa que registra una media de 10 patentes al día, alrededor de 3.000 en 2021 y en los últimos 30 años ha permanecido entre las diez primeras compañías de registro de patentes en las áreas de gestión documental y gestión de imagen”, enumera el directivo.

Junto al hardwre, el software está adquiriendo un peso cada vez más relevante para garantizar el uso y archivado seguro de los documentos.

Su desembarco en la compañía, en medio de la pandemia, le ha convertido en testigo de parte de las iniciativas impulsadas desde la firma para acelerar la digitalización de sus clientes, con el propósito de “dar pasos cada vez más exponenciales en la gestión digital de la documentación asociada a términos como productividad, accesibilidad, movilidad, seguridad y conciliación”.

Su otro objetivo, recalca Tabernero, es “conseguir que los empleados le dediquen más tiempo a aportar valor al negocio, a la vez que los procesos, las aprobaciones y el almacenaje estructurado de la información es más robusto y rápido”.

En los nuevos entornos híbridos, que han adoptado ya muchas empresas, entre sus retos figura ofrecer soluciones para que “nuestros clientes puedan seguir utilizando la impresión inteligente al mismo tiempo que adoptan la gestión digital de la información en un entorno seguro”.

Son conscientes de que cuando sus clientes utilizan sus máquinas manejan datos delicados y críticos. “Por eso nuestros desarrollos no se centran sólo en el hardware, el software también está adquiriendo un peso cada vez más relevante para garantizar el uso y archivado seguro de los documentos”.

Las 'mirrorless' ganan mercado a las réflex

Al igual que en la gestión documental, en esta compañía japonesa también están abordando la reinvención de su otra gran área de negocio, la de la imagen. La evolución del mercado y la aparición de nuevos actores llevan años marcándoles el camino.

Entre sus últimas innovaciones el ejecutivo menciona las soluciones de baja luminosidad, el vídeo 4K, sensores “capaces de trasladar la realidad a un soporte digital, no solo captando la luz, también los colores” y el desarrollo de microprocesadores cada vez más rápidos.

Canon está trabajando en nuevos modelos de mirrorless (sin espejo) y réflex. Ambas líneas ofrecen ventajas al fotógrafo profesional.

De su catálogo de cámaras han desaparecido de manera paulatina las más básicas. Una decisión inevitable derivada el uso masivo del móvil para tomar fotografías. Ahora su negocio está enfocado en “aportar a los profesionales herramientas con las que conseguir una calidad de imagen superior. Esa es la clave para destacar entre tanta oferta”.

Las que no desaparecen, a pesar de las noticias que circularon hace unos meses, son sus hasta ahora buques insignia: las réflex. Así lo afirma Tabernero durante esta entrevista: “Canon está trabajando de forma paralela tanto en nuevos modelos de mirrorless (sin espejo) como réflex. Hacemos lo que nuestros clientes nos demandan y ambas líneas ofrecen ventajas al fotógrafo profesional”. Aunque también reconoce que está habiendo un desplazamiento del mercado hacia las sin espejo. 

Nueva estructura

En este continuo cambio de los últimos años, toda la empresa se ha reorganizado en una nueva estructura en respuesta a las “necesidades de diversificación derivadas del avance de la tecnología informática”, explican desde la compañía.

Junto a las áreas de impresión e imagen, figuran otras dos: médica y diagnóstico por imagen y la de semiconductores –esta última centrada en Japón– “orientadas a la industria”. 

El porcentaje de negocio atribuible a cada una de ellas a escala global, de nuevo atendiendo a fuentes de la propia empresa, es del 55% en impresión, 19% en imagen, 14% en el área médica y el 16% en industria y otros. En Europa, los datos no varían demasiado en las tres primeras: impresión 65%, imagen 23%, médica 10% e industria y otros 2%. De España, no hay datos concretos. 

En cuanto a sus ventas durante el pasado año, la compañía informó en diciembre que fueron de 3.513.357 millones de yenes (unos 25.874 millones de euros) en comparación con los 3.160.243 millones de yenes (23.273 millones de euros) de hace un año. Mientras los ingresos netos fueron de 214.718 millones de yenes (1.581, millones de euros), frente a los 83.318 millones de yenes (614 millones de euros) del periodo anterior. 

“Los datos reflejan un crecimiento y con la nueva estrategia nos mantendremos en esta línea de evolución positiva”, confía Tabernero. “Desde sus orígenes, Canon siempre ha sido una empresa que ha buscado aportar soluciones a la sociedad desde la imagen y en ello seguiremos trabajando”.