Once años como experto en transacciones electrónicas en el banco CIBC, cinco como líder de arquitectura e integración en IBM, dos como vicepresidente de soluciones para clientes en Layer7, cinco en CA Technologies como responsable de su API Academy y casi cuatro al frente de la oficina de transformación digital y como CTO de MuleSoft, la compañía especializada en integración adquirida por Salesforce a cambio de 5.300 millones de euros en 2018.
Tamaño currículo es el que ostenta Matt McLarty. Este ejecutivo es el responsable de la estrategia de innovación de MuleSoft, un cargo desde el que va descubriendo las últimas tendencias tecnológicas aplicadas a la trastienda de cualquier planteamiento digital: facilitar que diferentes aplicaciones puedan hablar entre sí, poner en común sus ingentes conjuntos de datos y, por encima de ellos, sacar valor mediante su explotación inteligente.
Precisamente esa unidad en el software empresarial fue uno de los temas destacados durante Dreamforce 2022, el evento bandera de la multinacional en San Francisco. Una cita en la que D+I pudo hablar largo y tendido con Matt McLarty sobre todos los asuntos de interés en estas lides.
P: ¿Cómo entendemos la integración en estos tiempos? El concepto fue evolucionando hasta aunar diferentes tipos de fuentes de datos desde eliminar el trabajo humano en la integración de software...
R: Hay muchas personas que no saben que el origen de la integración era eliminar el trabajo más duro de estos procesos. Personalmente trabajé en esta arena durante un par de décadas y he visto esta evolución, hasta llegar a las profundidades de las organizaciones.
Siempre ha existido la necesidad de recopilar datos y aunarlos, brindando conectividad entre ellos. Pasamos por el auge de la web, el móvil o el Internet de las Cosas. Hay muchas dimensiones diferentes fruto de la explosión de tecnologías de datos e inteligencia empresarial o aprendizaje automático. Y cada vez hay más canales de experiencia de usuario o cliente, con lo que integrar esos canales es fundamental para poder agregar valor al impulsar mejores experiencias, automatizar procesos e impulsar una mayor productividad.
No debemos limitarnos a conectar las cosas, sino que el objetivo es encontrar los datos y capacidades centrales de una organización, exponiéndolos de manera que podamos conectarlos y usarlos con todos los canales y en todos los puntos de contacto.
P: ¿Cómo podemos conseguir todo eso de forma efectiva?
R: En eso estamos invirtiendo, en más tecnologías de automatización. Acabamos de lanzar un producto de RPA, también MuleSoft Composer hace dos años y, como nueva forma de conectar todas esas cosas, estamos trabajando de forma más cohesiva incluso con Salesforce Flow, lanzado a principios de año para crear flujos de trabajo que usen esos componentes básicos.
P: Salesforce acaba de dar a conocer una nueva plataforma -denominada humildemente Genie- cuya concepción pasa por unificar los datos de los clientes y sus interacciones en cualquier canal para, así, crear un único perfil de cliente que permita automatizar, dotar de inteligencia y optimizar la experiencia digital. ¿Cómo se engloba en esta estrategia?
R: Genie es parte de todo ello, una evolución de toda la plataforma de Salesforce y estoy entusiasmado porque MuleSoft es una parte crítica de ello. Salesforce ha estado evolucionando su plataforma de fuerzas de ventas y otras muchas y, en paralelo, se ha producido esta explosión de los datos, por lo que la visión del cliente 360º necesita de esta visión completa. Genie es un paso más para aglutinar todas las tecnologías de 'big data' y análisis y democratizar todo ese poder.
P: Como comentábamos, MuleSoft también ha evolucionado con ese mismo propósito, en este caso no tanto creando la integración entre diferentes sistemas y fuentes, sino con esa meta última de crear datos y procesos únicos que puedan ser automatizados y optimizados. ¿Cómo estáis encarando este proceso?
R: Cuando tienes toda esa información nueva, cuando tienes acceso a tantos datos sobre el cliente en todos los canales de contacto, necesitas usarlos para que tengan algún tipo de valor. Es ahí donde entran en juego las capacidades de automatización, de inyectar esos conocimientos en la experiencia del usuario para impulsar el valor de las organizaciones. Y ahí es donde estamos en la capa inferior, ayudando a conectar todo e impulsando el consumo real de los datos en el contexto adecuado.
P: Ha mencionado dos capas, una que conecta y otra que extrae valor de los datos. Pero, ¿y qué ocurre con la capa entre ambas que obliga a redefinir procesos? Al final del día, podemos poner API en todos los lados, pero si los procesos no están bien diseñados, especialmente al juntar diferentes piezas -como el ERP-, no conseguiremos buenos resultados...
R: Nosotros nos enfocamos, efectivamente, mucho en los datos pero también en dónde están esos datos. Necesitamos describir los procesos y las capacidades que los componen. Y es trabajando con esas capacidades centrales, convirtiéndolas en bloques de construcción reutilizables, cuando podemos crear procesos útiles y procesos de composición que permitan poner una API en la parte superior y automatizar tareas mediante RPA.
Precisamente una de las virtudes de Genie es esa capacidad de componer distintos elementos básicos mediante una colección incomparable de capacidades. Una de las cosas que más valoran los clientes es que podemos proporcionar toda la plataforma completa, incluyendo los temas ligados a la automatización.
P: Mucho de lo que concierne a eliminar el trabajo duro de la integración está ligado en cierto modo a la tendencia del 'low' y 'no-code', cada vez más popular para democratizar las capacidades de desarrollo a personal no técnico y más ligado a negocio...
R: El problema número uno que me encuentro al hablar con las empresas es la escasez de talento. La pandemia hizo que todo fuera digital y se hizo imperativo el autoservicio de canales digitales, de habilitar a los trabajadores remotos. Si seguimos el modelo actual, encontramos una gran dependencia de los desarrolladores de software para que construyan todo... y todas las empresas luchan por los mismos recursos.
Según IDC hay unos 25 millones de desarrolladores en todo el mundo, pero hay mil millones de usuarios de servicios digitales y otros mil millones de trabajadores del conocimiento. Todos usamos tecnología en nuestros trabajos, pero para hacer frente a la demanda de digitalización exponencial que enfrentamos necesitamos que todos participemos en esta misión. La única forma de salir de este círculo es poner herramientas en manos de más empleados para que sean constructores de tecnología.
Esos trabajadores del conocimiento se beneficiarán de la automatización, pero nuestra filosofía es no solo facilitarles el trabajo actual, sino darles las herramientas para que puedan construir la automatización ellos mismos. Vamos a aumentar sus capacidades, agregando más personas al proceso de desarrollo y mejorando la calidad de las soluciones al evitar la cadena de personas involucradas en la ideación y operacionalización de una aplicación.
P: Otra preocupación que enfrentan las empresas al tratar estos temas, más allá de la falta de talento, es lo que concierne a la gobernanza del dato, la ciberseguridad y el cumplimiento normativo. ¿Cómo se puede garantizar el control de lo que está sucediendo con la valiosa información en todos los puntos en que va a ser producida y manejada?
R: Exactamente. Con la llegada del móvil, por ejemplo, llegó en gran medida todo lo que tiene que ver con la 'shadow IT' y los problemas para identificarla, porque el departamento de tecnología no podía moverse lo suficientemente rápido para abordar esta tendencia. Nosotros tenemos una perspectiva única en el mercado porque promovemos dejar hacer a los empleados, que la gente de negocio cree sus propios flujos de trabajo. Y luego tenemos puntos de control establecidos, manejados por el equipo de TI, que proporcionan escalabilidad, gobierno, visibilidad y control. Al final, todo lo que la plantilla construye acaba volviendo a TI para que sea ejecutado.
No se trata de que la gente de negocios contrate a un integrador de soluciones para que venga y construya una solución, salga por la puerta y luego deje un desastre atrás. Lo que queremos es que TI empodere a la gente de negocio y luego tenga una línea de visión y control por encima de las soluciones resultantes. Es una transformación organizacional que muchas compañías ya están llevando a cabo.