Producir una película de dibujos animados candidata a los Oscar, disputar unos Juegos Paralímpicos o liderar el campeonato del mundo de la Fórmula E son tres objetivos que sólo unos elegidos pueden conseguir.
Si tuviéramos que reflexionar sobre el denominador común a estos tres hitos sería fácil recurrir a palabras como "talento", "esfuerzo", "constancia", "precisión" o incluso "suerte". Pero muy pocos son los que pronunciarían expresiones como "nube híbrida", "inteligencia de datos" o "baja latencia".
Es lo que tiene vivir en la era tecnológica. Los dibujos animados ya no se ejecutan a mano sino gracias a la computación; los deportistas con capacidades diferentes ya no despiertan pena sino asombro gracias a su alianza con la innovación; y el Mundial de coches eléctricos ya no es ese aburrido 'hermano pequeño' de la Fórmula 1 sino que más de una vez le supera en emoción gracias a la ingeniería inteligente.
En este sentido, cuando la productora norteamericana Dreamworks, la ex nadadora Jessica Smith y la escudería TAG Heuer Porsche Formula E Team, subieron al escenario para participar en la conferencia inaugural del evento NetApp Insight 2023, celebrado hace unos días en el circuito de Hockenheim (Alemania), no lo hicieron para contar sus batallitas sino para abrirnos los ojos a todos los presentes: ya no hay éxito sin datos, ya no hay resiliencia sin nube.
NetApp, recordemos, es una compañía especializada en gestión de datos enfocada a la nube, y Dreamworks, COVVI -empresa que desarrolla prótesis inteligentes- y Porsche son tres de sus clientes 'top' que acudieron a la cita alemana para explicar por qué confían en la tecnológica.
Lo hizo, por parte de Dreamworks, su Technology Communications and Strategic Alliances Executive, Kate Swanborg. Su testimonio giró en torno a una de las últimas películas producidas por este gigante del entretenimiento, 'Puss in boots: The Last Wish', candidata al Oscar a mejor película de animación.
La directiva norteamericana dejó claro con un prolongado suspiro que siente pasión por el español Antonio Banderas -actor de doblaje principal de esta película- pero también evidenció con una teatral gestualidad que es igualmente apasionante darse cuenta de que nada de lo que se proyecta en el cine o en la televisión tendría sentido en la actualidad sin la computación de datos en la nube.
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"Dreamworks ha dejado de tener una sola ubicación. Estamos en muchos lugares, produciendo muchos tipos de películas y utilizando múltiples tecnologías. Resulta necesario que toda la información que generamos en cada frame de cada película esté a salvo y sea recuperable en cualquier momento, desde el lugar que sea y con la agilidad pertinente", resumió.
En el mundo de la animación, el asunto se pone interesante. Dar forma a los personajes, programar sus gestos para que un ordenador les haga comportarse como verdaderos humanos -aunque a veces sean animales- o gestionar los diferentes puntos de iluminación para recrear circunstancias lumínicas reales, son sólo una pequeña parte de lo que hay detrás ya no de cada película sino de cada segundo de cada proyecto.
"Para que nos hagamos una idea, cada película la forman 500 millones de frames digitales y eso genera un petabyte de información", resume Swanborg. Traducción: mil millones de megabytes en datos que necesitan ser almacenados.
En el caso de Dreamworks, "esta parte no tendría sentido que la lleváramos nosotros, por eso confiamos en NetApp". Esta productora empezó a utilizar cloud en 2003, pero su gran salto llegó gracias a la tecnológica en 2018. "Ellos han creado un entorno que nos permite seguridad y agilidad y hace que podamos centrarnos sólo en hacer películas", resume la ejecutiva.
Y si el mundo de la producción audiovisual es apasionante, no menos lo es el deporte del motor. También aquí la nube y los datos son de vital importancia para el desarrollo de la competición.
Friedemann Kurz es el máximo responsable tecnológico de la división motorsport de Porsche. A poco que sigan el mundo de las competiciones de coches o motos sabrán de la importancia de la ingeniería, de la innovación tecnológica y del análisis de datos.
Y, si no lo saben, ahí estaba Kurz, ataviado con la sudadera oficial de la escudería TAG Heuer Porsche Formula E Team, para explicarlo.
NetApp también es proveedor de soluciones cloud de la escudería Ducati (en el Mundial de MotoGP) y de Aston Martin (en el Mundial de Fórmula 1). Pero en esta ocasión, era la Fórmula E la que copaba el protagonismo.
El equipo de Porsche es, tras la disputa del primer cuarto de la temporada, líder de la competición tanto en pilotos (con Pascal Wehrlein) como en escuderías. "Es importante la habilidad de nuestros deportistas, pero no lo es menos la de nuestros ingenieros de datos", resume el directivo.
Esta competición tiene algunas restricciones que igualan a todos los equipos. Entre ellas, la de la limitación de presupuesto en el equipamiento o la de la limitación de personal en cada carrera de las que compone el calendario.
"La tecnología no va de hacer rica a la gente sino de hacerla más humana".
"NetApp nos permite que tanto la gente que se queda en las oficinas centrales como la gente que está en el circuito esté conectada y tome decisiones en tiempo real gracias a la agilidad con la que podemos consultar, recuperar y gestionar los datos", explica Kurz.
Consumos, estado de neumáticos, aerodinámica, comportamiento del viento… Todo tiene que estar estudiado antes de que la información llegue al piloto. La agilidad en la recuperación de datos es la que permite a los equipos que ese estudio se haga en segundos. La baja latencia que proporciona la nube híbrida es clave.
También lo es la seguridad. "Necesitamos tener siempre copias de seguridad para solventar imprevistos". Todo ello convierte la gestión de un equipo de Fórmula E -que, además tiene la particularidad de ser una competición de cero emisiones- en un reto "increíble". Hasta el punto de que "estamos demostrando que una competición sostenible no significa que sea aburrida".
En definitiva, tanto lo que sucede en el contexto del TAG Heuer Porsche Formula E Team como en el de Dreamworks en relación a los datos cobra sentido tras analizar su relación con NetApp. Pero ¿qué papel pueden jugar los datos y la nube cuando hablamos de prótesis corporales?
La respuesta la dio la ex nadadora paralímpica australiana Jessica Smith. Su historia es una historia de superación humana, no deportiva. Ella misma la resumió: nació sin mano izquierda; tuvo un accidente doméstico cuando era niña y se quemó el 15% de su cuerpo tras manipular una olla con su primera prótesis; tras superar traumas y complejos, decidió dibujar su propio camino en el deporte; llegó a disputar los Juegos Paralímpicos de Atenas en 2004; y, tras dejar la práctica deportiva, formó una familia y dedica ahora su trabajo a ser embajadora de COVVI -empresa desarrolladora de prótesis inteligentes-.
El brazo izquierdo de Smith es ahora un brazo biónico que, gracias a los datos, a la inteligencia artificial y a los sensores que lleva instalados, se comporta como esa extremidad que nunca tuvo.
Pero ese funcionamiento no sería posible sin la gestión de datos en la nube. "Empresas como NetApp propician que cualquier persona puede acceder al comportamiento que está desarrollando una prótesis, modificar algunos parámetros y gestionar nuevos patrones de movimiento", explica la ex nadadora.
Estos tres no fueron los únicos casos de éxito presentados en el evento. También en el plano de la salud, el UZ Leuven University Hospital, a través de su IT Manager, Reinaud Reynders, dio cuenta de las grandes posibilidades que ofrece la nube para compartir datos médicos o para acceder en tiempo real a determinadas particularidades del paciente.
Estos casos, tal y como acertó a decir la Senior Vice President and General Manager EMEA & LATAM de NetApp, Giovanna Sangiorgi -quien, por cierto, subió llorando al escenario tras escuchar el testimonio de la ex nadadora- demuestra que "la tecnología no va de hacer rica a la gente sino de hacerla más humana".