Revolut nació en 2015. Ese año, sus fundadores, Nik Storonsky y Vlad Yatsenko, lanzaron en Reino Unido una aplicación con la que pretendían revolucionar, nunca mejor dicho, el sector bancario a base de un enfoque basado en el cliente como eje central y en la oferta de todo un catálogo de servicios respaldados por la tecnología.
En el camino comprendido desde el año de su puesta en marcha hasta ahora, la firma ha logrado hitos tan reseñables como expandirse a Australia, Singapur, Estados Unidos o Japón o elevar su valoración hasta alcanzar la categorización de "unicornio".
Actualmente, la aplicación financiera está disponible en más de 200 países a nivel mundial, en los que suma más de 25 millones de usuarios particulares. De ellos, alrededor de un millón y medio se encuentran en España.
Este país es, de hecho, el lugar de nacimiento del CIO de la compañía, Felipe Peñacoba, cuyo cargo, si ya de por sí es imprescindible en la mayoría de firmas, redobla su importancia en el caso de una empresa nativa digital y con un 'core' eminentemente tecnológico como es Revolut.
La transformación digital "viene de serie"
En una entrevista exclusiva con D+I, Peñacoba explica que todo lo que tiene que ver con este tipo de herramientas disruptivas se ha convertido en "uno de los principales activos" de la empresa, ya que la aplicación se construyó desde un inicio "para ser eficiente".
El CIO de Revolut cuenta que la "clave" en el origen de la firma fue empezar con "dos o tres casos de usos" basados en las necesidades de los clientes o donde estaban "sufriendo un servicio no muy óptimo" por parte de los bancos tradicionales.
"Los fundadores tuvieron muy claro que trabajaban para resolver los problemas que tenían los usuarios: cuando viajaban al extranjero, al cambiar divisas, los pagos tardíos…", señala. "La tecnología y la forma de aplicarla les permitió lanzar y probar productos muy rápidamente y recibir 'feedback para seguir ajustándolos o mejorándolos de una forma súper dinámica".
De hecho, según apunta, uno de los ejemplos más llamativos que diferencian la forma de trabajar es que Revolut publica una nueva versión de la aplicación en todo el mundo todos los lunes, mientras que en caso de bancos como Santander o BBVA solo lanzan "cuatro o cinco al año, si tienes suerte".
"Eso es posible porque contamos con la tecnología que lo permite (...), pero también por el modelo de operaciones en el que tenemos una estructura muy plana en el que cada equipo tiene la responsabilidad y los recursos necesarios para entregar la parte que se le ha encomendado", explica.
"Revolut publica una nueva versión de la aplicación en todo el mundo todos los lunes, mientras que en caso de bancos como Santander o BBVA solo lanzan "cuatro o cinco al año, si tienes suerte".
Peñacoba reconoce que esta forma de trabajar incrementa la posibilidad de fallar, ya que lo intentan muchas más veces. Aún así, también les ofrece la posibilidad de cambiar o ajustar cualquier error de forma mucho más continua.
El CIO insiste en que esta forma de actuar les ha permitido crecer de forma sostenida en el tiempo y de forma más ágil que en el caso de los bancos tradicionales, ya que sus procesos son mucho más simples y no tienen que acceder a una serie de trámites burocráticos que ralentizan y añaden ineficacia al proceso.
Uno de los mayores ejemplos destacados por la firma en relación a esta modalidad de trabajo tiene que ver con su reacción tras el estallido de la guerra en Ucrania. Según precisan, en apenas una semana, montaron una infraestructura para ofrecer cuentas bancarias a toda la gente que salió huyendo del país. Este despliegue, afirman, no es posible en el caso de la banca tradicional debido a la complejidad de los procesos que manejan.
"(Revolut) es una aplicación tan flexible que permite dar respuestas inmediatas a necesidades que surgen de la nada", añaden. "La agilidad no es posible sin la tecnología detrás".
En este sentido, Peñacoba sostiene que, en su caso, no necesitan lanzar un proyecto de transformación digital para incorporar nuevas herramientas. "Nos viene de serie porque así está construido nuestro sistema".
Colaboración con la banca tradicional
Sin embargo y, a pesar de las diferencias entre ambas modalidades, el CIO de Revolut afirma que la relación entre los neobancos y las entidades consolidadas no solo es de competencia, sino que también se abren oportunidades de colaboración entre ambas. "Podemos aprender mucho de ellos, podemos complementar los productos que damos gracias a alianzas con ellos", añade.
Así, explica que los bancos tradicionales se están dando cuenta de la importancia de incorporar la tecnología en sus procesos gracias a la aparición de nuevos players con modelos de trabajo más dinámicos.
"Creo que eso es bueno para la industria y para nosotros como Revolut porque nos pone las cosas difíciles y evita que nos durmamos en los laureles", cuenta. "(La competencia) beneficia a los clientes, les da más opciones y nos sube el listón para seguir esforzándonos".
"(La competencia) beneficia a los clientes, les da más opciones y nos sube el listón para seguir esforzándonos".
Eduardo Pérez, Head of Lending y Head of Branch de Revolut para España y Portugal, explica que el proceso que está llevando a cabo la banca tradicional en este proceso de adaptación al mercado es inverso al que ha experimentado Revolut. Según apunta, las entidades como el BBVA o el Santander tienen una tecnología específica para cada región y su objetivo es darle carácter de globalidad, mientras Revolut parte de un modelo global al que se le aplican distintas personalizaciones en función de la geografía.
Pérez señala que tener este modelo de gestión del cliente común en todos los espacios ayuda a que sea mucho más escalable e incrementa la velocidad de despliegue.
La importancia de los datos
En la estructura de gestión de la entidad, el CIO de Revolut explica que una de las primeras cosas que llaman la atención es que los datos están accesibles para todos aquellos trabajadores que los necesiten, "obviamente con seguridad y protocolos de acceso", para poder emplearlos en tiempo real. Esta información, señala, permite entender qué quiere un cliente cuando usa la aplicación o qué producto busca mediante el tiempo que pasa en ella o las operaciones que está llevando a cabo y desde dónde.
Todo esto ayuda, por ejemplo, a intuir que el usuario está viajando y, así, definir los productos que pueden interesarle y ofrecérselos, por ejemplo, un seguro, una tarjeta virtual o la posibilidad de reservar el alojamiento desde dentro de la propia aplicación.
"La gestión de datos nos permite entender mejor esta experiencia del cliente y personalizar ofertas o pensar en productos adicionales que podemos hacer nosotros o mediante el acuerdo con partners para que el cliente esté más contento", indica.
También, añade, esta información se destina a temas internos como la prevención del fraude o del crimen financiero o para implementar distintas tipologías de pagos.
Pérez cuenta uno de los casos que han llevado a cabo y que aterrizan esta tecnología tiene que ver con uno de los préstamos que han lanzado recientemente, en el que el cliente no tiene que hacer ningún tipo de gestión porque, a través de modelos de machine learning, se analiza toda la información del usuario para determinar la probabilidad que tiene de impagar a través de los distintos ingresos y gastos.
Hacia una 'super app'
El Head of Lending y Head of Branch de Revolut para España y Portugal resume la posición de la compañía en una frase sencilla: "Ya no somos un banco".
Pérez explica que Revolut ya no se considera una entidad bancaria porque ofrece muchos más servicios enfocados a los clientes "en un único punto neurálgico". Según señala, su filosofía no recae en crear, por ejemplo, una tarjeta de crédito, sino en pensar qué tipo de tarjeta necesita el usuario. "Ahí es donde está la diferencia", afirma.
Ignacio Zunzunegui, Head of Growth de Revolut para el Sur de Europa, añade que, más allá de la innovación en los servicios presentes en el mundo de los viajes, que fueron el 'core' en su origen, ahora están centrados en ofrecer toda una serie de servicios que abarcan desde los productos más tradicionales a otros novedosos como el 'lifestyle' o las criptomonedas.
Zunzunegui precisa que otro elemento que acaban de incorporar y que "es donde nacen todas las súper 'apps'" es el chat. "Esto permite que la gente no solo haga transferencias de dinero, sino que hable de él, que no sea un tabú", explica.
Todo ello, añade, regado por una intensa apuesta por la educación financiera para enseñar a los clientes a gestionar su propio dinero. "Queremos convertirnos en la cuenta principal del día a día de los españoles", afirma Zunzunegui.
"El objetivo es sustituir ese famoso Excel que tenemos para hacer cuentas y que todo se haga de forma automática a través de la tecnología".
"El objetivo es sustituir ese famoso Excel que tenemos para hacer cuentas y que todo se haga de forma automática a través de la tecnología sin que tú te tengas que preocupar", insiste.
"Lo impresionante es que, por ejemplo, si estamos cinco en una habitación, la aplicación se concibe de cinco formas distintas", añade Pérez. "La tecnología permite hacer una 'app' totalmente versátil y adaptable, te vas a otras y es sota, caballo y rey".
Así, Zunzunegui cuenta que una de los objetivos principales de los fundadores y de los equipos de productos era crear una experiencia que, aunque desde el backend fuese compleja, para el usuario (el frontend) fuese muy fácil e intuitiva. "Esa es la belleza de la súper 'app', que tienes cerca de 70 funcionalidades, pero de forma accesible y personalizada", afirma.
Llegar al top tres
Con la vista pues al futuro, el CIO de Revolut distingue dos caminos por los que la firma bancaria quiere seguir apostando en los próximos años.
Por un lado, precisa que su intención es seguir expandiéndose de forma global, añadiendo nuevos mercados a su cartera. De hecho, la compañía ha anunciado que lanzarán sus servicios en México y Brasil en breve.
Por otro, Peñacoba avanza que, junto a la globalización, también quiere "localizarse" en mercados donde llevan más tiempo operando, es decir, personalizar los productos en función de las particularidades de los clientes de cada región.
"En Europa, por ejemplo, que es nuestro mercado más maduro, ya hemos empezado a lanzar oficinas locales, lo que nos permite integrarnos con medios de pago locales", explica. "Por ejemplo, en España nos dará pie a trabajar con Bizum o facilitar la apertura de cuentas donde domiciliar facturas, recibir el salario o emitir pagos".
Como pasos más inmediatos, Pérez explica que en los próximos meses van a cerrar el establecimiento de la sucursal en España, lo que les permitirá tener IBAN español. Además, están apostando por el despliegue de productos financieros como la tarjeta de crédito, "que viene este año" y están estudiando las hipotecas como un objetivo a largo plazo.
"Queremos algo diferenciador, que sea completamente rompedor en el mercado y, sobre todo, basado en la tecnología", avanza, aunque admite las dificultades que entraña definir un producto ágil y flexible en un mundo tan complicado como es el de las viviendas.
Según resume Zunzunegui, su camino pasa por seguir en esta "trayectoria tan buena" y continuar invirtiendo para convertirse "en una de las top tres de entidades financieras del mercado español".