“Estoy asombrado y honrado por el sentido de comunidad, innovación, ilusión y generación de negocio en el Mobile World Congress (MWC) de Barcelona. Los expositores y socios nos dicen que han superado expectativas, algunos incluso respecto a las obtenidas en 2019, la última edición del evento previa a la pandemia”, afirmó el CEO de la GSMA, John Hoffman, el pasado jueves, después de clausurarse el evento mundial de la conectividad.
Las cifras que ha aportado la última edición del MWC, que abrió sus puertas el 28 de febrero en Barcelona con el lema Velocity hablan por sí mismas: más de 85.500 visitantes, de los cuales un 56% estaban relacionados con sectores adyacentes al ecosistema móvil; 202 países y territorios; más de 2.400 expositores, patrocinadores y socios; más de 1.000 ponentes y líderes de opinión; un promedio de 10.000 reuniones establecidas entre los asistentes; y alrededor de un millón de espectadores únicos participaron en las sesiones magistrales del evento.
El impacto que todo ello ha generado para la ciudad de Barcelona se prevé que se sitúe, a falta de las cifras finales, alrededor de los 350 millones de euros, además de haber generado hasta 7.400 puestos de trabajo a tiempo parcial durante los cuatro días de congreso.
El MWC barcelonés mostró los nuevos modelos de teléfonos inteligentes, algunos todavía por llegar al mercado europeo desde el continente asiático. Con pantallas plegables y nítidas, cámaras de altísima resolución y prestaciones que ya los confunden con pequeños ordenadores de bolsillo, los móviles pasan el testigo -cada vez más- a las tecnologías que los acompañan, que ya forman parte de su ecosistema y que suman protagonismo año tras año.
Se vieron muchas muestras de cómo se está desarrollando plenamente la tecnología 5G para que sea capaz de soportar cada vez mayor número de dispositivos conectados con una latencia imperceptible, como será capaz de maniobrar cantidades cada vez más ingentes de datos, pero también la transición hacia la Web 3.0, la transformación hacia un cloud más robusto, y las nuevas tecnologías enfocadas al ámbito de la salud, la computación cuántica, los videojuegos de última generación y que suman las tecnologías más disruptivas que existen, el incipiente metaverso, la realidad virtual y aumentada y, sobre todo y por encima de todo, la inteligencia artificial (IA).
La IA se está convirtiendo en la tecnología reina, junto a la conectividad. Lideradas por Qualcomm, numerosas compañías presentaron sus plataformas IoT y redes privadas 5G, soluciones de sostenibilidad o nuevos mundos virtuales en las que la inteligencia artificial tiene -y avanzará en este camino- un lugar destacado. La cuántica pronto tendrá mucho que decir, tanto en computación como en comunicaciones, como se percibió en el rincón, a pesar de ser demasiado pequeño y estar poco destacado, European Quantum Space, situado en una esquina del pabellón 4.
Los robots industriales, colaborativos y asistenciales, también estuvieron representados en el MWC, de la mano sobre todo de pequeñas compañías -algunas emergentes-, muchas de ellas españolas. También se vivieron un buen número de experiencias inmersivas, visuales y sensitivas -tacto y olor, pero también fuerza o tensión-, como ofreció el estand de la Mobile World Capital Barcelona (MWCapital).
Allí, en la MWCapital, los visitantes pudieron crearse su avatar personalizado o seguir una ruta olfativa por seis puntos icónicos de Barcelona, con cata de bombones incluida, usando gafas de realidad virtual, que guiaban durante el tour mientras el visitante degustaba el chocolate. La IA permite analizar, en este caso de uso, la reacción a los diferentes olores y sabores y saber que tipo de bombón es el más indicado para cada persona.
En las salas de conferencias y también en muchos estands del MWC se habló de innovación, del futuro tecnológico pero también de sostenibilidad, normativas y legislación, y de retos que se deben superar para construir una sociedad digitalmente inclusiva y con tecnología sostenible.
Las emergentes piden paso
El 4YFN celebró su novena edición, la tercera consecutiva compartiendo recinto con las grandes corporaciones, llenando el pabellón 8.1 del recinto de Fira Barcelona en L’Hospitalet con cerca de 800 startups, 300 ponentes y alrededor de un millar de inversores de todo el mundo. Pere Duran, director del 4YFN, celebró el éxito conseguido y anunció un crecimiento “sustancial” de este espacio en la edición del 2024, ocupando parte del pabellón vecino, el 8.0.
Servicio logístico con drones as a service, cocteleras automatizadas, zapatos hechos con impresión 3D, recubrimientos comestibles naturales que mantienen frutas y verduras frescas durante más tiempo y muchas plataformas y aplicaciones dedicadas a la salud de las personas y a los profesionales de la medicina. El año que viene, como ya se ha anunciado, habrá más. El MWC ha vuelto con fuerza y muchas ganas de avanzar.