"¿Qué está ocurriendo con el mundo cloud?, ¿qué pasa con los sobrecostes del cloud?, ¿qué pasa con los proyectos del cloud?", se pregunta a sí mismo, retóricamente, José Manuel Desco, director general de Orizon.
Y él mismo se responde, de corrido: "Que el 80% de nuestros clientes dice que sus proyectos cloud están fallando. Están fracasado virtualmente. Y todo eso genera un entorno en el cual nosotros podemos vender [nuestros servicios] a un director de medios, a un CEO, e incluso a un director financiero. Porque, como dice Ángel [Pineda], a nivel de consejos [de administración] empieza a no entenderse nada, de lo que está ocurriendo".
¿Qué es lo que vende Orizon? "Una tecnología, por fin, capaz de encontrar el origen de ineficiencias y fallos del software, que nos ha evidenciado el grave problema al que se enfrenta un número sorprendentemente alto de grandes empresas en estos entornos [cloud]", asevera Ángel Pineda, CEO de la compañía alicantina, que reunió a un pequeño grupo de periodistas en la Isla de Tabarca, en Alicante.
Lo que está ocurriendo, según la apreciación del CEO de Orizon, es que el "modelo cloud cambia todas las normas. Antes, en el mundo 'on premise', se hacía una compra de muchos millones -en el entorno de grandes clientes- y eso duraba un plazo de amortización. Unos años, en los que las organizaciones no tenían que controlar estos costes. En el mundo cloud, cada mes te cae la factura. Y no son hermanitas de la caridad…".
"Si te desvías en la previsión de dónde están los consumos, ¡ta-ca-tá!", prosigue Pineda. "Si entras en modelos de servicios que suplen capacidades de las personas, son carísimos".
Costes ocultos
Orizon ve una imagen del mundo cloud lleno de complejidades y falta de control en las empresas. En gran medida lo achaca a la ausencia de profesionales cualificados. Y también a la proliferación de software, superpuesto, a menudo "de baja calidad". La consecuencia final son "costes ocultos" derivados de ese descontrol.
"El cloud tiene un modelo de servicios, en cosas que las personas pueden hacer. Se los puedes contratar a ellos, partiéndolos en doscientos trocitos. Y los empiezas a pagar a otro precio. El recurrente de esto es monumental y la gente ya se está dando cuenta de dónde se ha metido. No es la promesa aquella del cloud para ahorrar dinero", subraya Pineda.
Desco, a su vez, aporta el lamento escuchado de labios del "director de medios de una de las tres aseguradoras más grandes de este país: 'Sé que me tengo que gastar más en tecnología, porque mis servicios están pasando de analógicos a digitales'", dice el directivo, cuya identificación omite.
"Pero lo que no entienden mis tecnólogos -prosigue la queja- es que mi negocio está creciendo al 3% en pólizas y al 2% en ingresos. Y mis costes de tecnología, al 17%. Entonces, cuando pregunto por qué, no hay transparencia".
Establecido, pues, el escenario, Pineda describe el papel que busca desempeñar su compañía: "Empezamos a oír que, entre las funciones [IT] que tiene una organización, desarrollo, organización, arquitectura, seguridad… tiene que haber otra de control de costes, con capacidad técnica para saber dónde se está, capacidad financiera para explicarlo y trazabilidad. Y ahí, el mercado está en la Edad de Piedra. Ese es nuestro hueco. Es una oportunidad monumental".
Demasiadas alertas que atender
Desco aporta otra nota particular al caótico decorado: alude a empresa "muy grande", a la que le están "optimizando" una aplicación que tiene 16.000 alertas mensuales. Los responsables de ella se conforman por ahora con mantener el sistema disponible. Es inviable atender 16.000 alertas.
Cada transacción "pasa por 18 capas de arquitectura, cada una de su padre y de su madre, con distintos proveedores, distintos sistemas… Y no puedes tener 18 especialistas. El mercado español de trabajo no lo permite". Ni hay profesionales suficientes, ni los salarios de los disponibles se los puede permitir cualquiera.
Por estas razones, "hay una gran rotación" en los perfiles profesionales de más alto nivel, con capacidad de manejar la situación. Lo cual también provoca parones en los proyectos, cada vez que cambian las personas. "Hay clientes Ibex 35 que en un trimestre cloud se gastan todo el presupuesto del año", remata Desco.
BOA para controlarlo todo
Lo que propone Orizon es utilizar su plataforma BOA, para trazar cada uno de los pasos de la actividad del software, el tráfico de datos, estudiar el entorno y evaluarlo rigurosamente.
Con ello, se compromete a indicarle a su cliente "la capacidad que tiene de ahorrar y cuánto le impacta en el día a día la calidad del software que tiene. Tenemos casos de éxito, en los que en seis meses les hemos reducido el 50% de la factura", asegura Pineda.
"Hacemos la previsión y luego, el seguimiento para ver si se cumple o no el análisis. Nuestra forma de cobrar es un fijo [por el mantenimiento]", incide.
Previamente, Pineda subraya que " lo que tiene de gracioso el entorno cloud, la flexibilidad y el escalado, es lo que sale muy caro", cuando se hace una previsión de carga y esta "te sorprende. El entorno cloud la atiende, sí, pero ¿a qué precio?".
"Antes actuábamos sólo sobre las aplicaciones. Ahora actuamos globalmente sobre el control de toda la arquitectura", precisa Desco.
El antes y el ahora obedecen a que Orizon ha invertido una buena parte de sus ingresos en desarrollar la versión 2 de su BOA. Ahora cuenta con capacidades en cloud, para multiplicar con inteligencia artificial su eficacia, añadiendo un alto nivel de automatización. Asegura la monitorización constante de toda una instalación.
El sistema BOA 2 cuenta con tres módulos: captura de datos, monitorización y automatización; un algoritmo para ordenar, analizar y correlacionar la información; y el tercero, un mecanismo de aprendizaje y predicción.
La captura de datos, precisa Pineda, la hace sin necesidad de instalar agentes propios en los ordenadores del cliente (usa los logs de actividad), con independencia de los formatos, sin entrometerse en los contenidos y con capacidad para tratar enormes volúmenes.
En todos los entornos
"Podemos actuar en todos los entornos: on premise, mainframes, superescalares, cloud híbrida… Podemos observarlo todo. Con esta herramienta pensamos que nuestro equipo comercial va a poder crecer bastante, ser más independiente para hacer más pruebas y llegar a 200 sitios", señala Pineda.
Desco aclara que espera cerrar este ejercicio con seis millones en ventas, pese a que su previsión era llegar a ocho. Aún así, eso significa doblar el negocio de la compañía. El año pasado ya invirtió "un millón y pico" en su software. El desarrollo de BOA 2 supone invertir 1,8 millones de euros.
La dificultad para contar con profesionales con alta cualificación, señalan, ha sido una de las grandes dificultades para expandirse en un mercado en el que su target de clientes son empresas de gran volumen (seguros, banca…) y, consecuentemente, grandes gastos en la nube. "Hemos optado por la formación interna, que nos permite crear equipos más robustos", dice Pineda.
La otra dificultad es que necesitan llegar en los posibles clientes a la persona adecuada, con capacidad de decisión y conocimientos para entender las implicaciones técnicas y económicas de su propuesta. "Del CIO, para arriba", afirma Pineda.
"Para los consejos de administración la tecnología ya no es un valor diferencial, 'sí, la tengo que tener', dicen, pero ¿cuál es su valor diferencial…?", refuerza Desco.
"Cuando vas para abajo, es el mundo de la queja más habitual: 'ya lo sé, ya lo hago…'. Hay 6.000 cosas que mejorar, pero yo sé las veinte que te van a hacer ahorrar ocho millones. Y esa es una discusión que del CIO para arriba la entienden", asegura Pineda.
Pineda insiste en que la nube se ha convertido, para las grandes empresas en un entramado demasiado complicado, "han montado arquitecturas en las que, a lo mejor, hay 300 piezas y ya no la controlan". Así que, muchas veces "las conversaciones [con altos directivos] son para desahogarse".