Barcelona

Hacía tiempo que los pabellones de la Fira de Barcelona no se veían tan abarrotados, que los stands no generaban tantísimo interés y que las colas no parecían tan eternas. El Mobile World Congress 2024 recupera sensaciones de antaño, no sólo por sus 95.000 asistentes que las atestiguan cuantitativamente (cifra muy similar a los datos prepandemia), sino también por lo que se comenta y cotillea en los mentideros del mayor evento tecnológico del Viejo Continente y uno de los mayores del globo.

Era una edición de 'todo o nada', en tanto que la feria adolecía de un cierto declive en los años que sucedieron a la covid-19. Muchos fabricantes de consumo declinaron hacer sus grandes anuncios en esta cita y numerosos proveedores de tecnología empresarial pusieron foco en eventos propios que dejaban de lado este congreso internacional. La época de los grandes anuncios, de los embargos que generaban cosquilleos en los dedos al publicar, hace tiempo que quedó atrás. 

Por eso este MWC 2024 era tan crucial: debía devolver el brillo perdido a este evento, atribuirle un valor añadido incierto en un contexto de innovación acelerada y constante, donde las disrupciones no esperan al calendario y se suceden de forma inusitada. Lo cierto es que, al menos en la primera jornada de la feria, podemos constatar que esa misión se ha cumplido con éxito: la presencia de Brad Smith -presidente de Microsoft-, Michael Dell -de la compañía homónima- y Antonio Neri (mandamás de Hewlett Packard Enterprise, publicitando a bombo y platillo la compra de Juniper Networks) daban el necesario poso de grandes nombres que justifiquen acudir a la Capital Condal.

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A los apellidos ilustres había que sumar un par de tendencias que devolvieran el interés en el ecosistema tecnológico. Objetivo satisfecho también, ya que el open gateway -por la parte de infraestructuras de red- y la inteligencia artificial -en lo puramente digital- logran ese efecto hype que hacía muchos cursos que no sentíamos en la industria. Eso sí, una vez sentada esa expectación, toca aterrizarla en casos de uso reales, algo en lo que este Mobile World Congress apenas ha rozado la superficie.

Tanto es así que, ya en la antesala del MWC 2024, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció la creación de "un modelo de lenguaje de inteligencia artificial entrenado específicamente en español y el resto de lenguas cooficiales", que se será de código abierto. Para ello, el Gobierno colaborará con el Barcelona Supercomputing Center (BSC), la red española de supercomputación, la Real Academia Española de la Lengua (RAE) y la Asociación de Academias de la Lengua Española. Además, el presidente ha invitado a los países iberoamericanos para que se sumen a la iniciativa.

En realidad, nada nuevo en el horizonte, pues todos esos proyectos (como Leia o Maria) ya estaban en marcha dentro del marco del PERTE de la Lengua. Quizás la eliminación del Comisionado de este plan, que dirigía Cristina Gallach, tenga algo que ver con este renombre y barnizado que se le ha dado a estas iniciativas. Tampoco hubo novedad en la intervención del comisario Breton, que se ha posicionado del lado de las 'telco' en el debate sobre la denominada 'tasa Google' para que las grandes tecnológicas compensen económicamente a los operadores de telecomunicaciones. Un reclamo ya habitual en el discurso del presidente ejecutivo de Telefónica, Álvarez-Pallete, quien no desaprovechó la ocasión para insistir en el tema.

Thierry Breton, comisario europea de Mercado Interior, durante su intervención en el MWC 2024. CE

Sí fue rompedor el ministro José Luis Escrivá, quien del presumido perfil bajo del que hizo gala en sus primeras semanas al frente de la cartera de Transformación Digital queda poco o nada. En apenas diez minutos y con tres diapositivas, Escrivá ha hecho una enmienda a la ejecución de algunas de las iniciativas más emblemáticas del anterior Ejecutivo (como los fondos Next Tech, el PERTE Chip o el fondo Spain Audiovisual Hub) así como ha 'robado' la intervención estatal en Telefónica para su mando y control. Todo ello con la creación de un nuevo ente público empresarial, la SETT, una suerte de 'SEPI digital' con 20.000 millones de euros a ejecutar, la mayoría de ellos procedentes de Europa.

Dentro de los muros de la Fira de Barcelona también hemos encontrado espacio para la innovación que va más allá del boom de la intelugencia artificial. Es el caso, por ejemplo, del centro tecnológico Eurecat, que está mostrando en el MWC 2024 robots asistenciales para personas que han sufrido un ictus o aplicaciones para el seguimiento del embarazo y postparto. Lo mismo sucede con tecnologías de observación de la Tierra por satélite para la gestión sostenible del campo o del procesamiento eficiente de las aguas residuales.

Compañías como Red Hat han hecho especial hincapié en el avance de la industria 4.0 mediante la conectividad 5G y WiFi 6 (a la espera de que llegue el 5.5G que ya anticipa Huawei), así como la evolución de las arquitecturas nativas de la nube para el sector 'telco'. También hemos visto ambulancias conectadas en tiempo real para la gestión más óptima de emergencias, vehículos inteligentes (aunque en menor medida que otros años en que el MWC parecía un salón del automóvil) y numerosas propuestas ligadas a la nube, la gestión de los datos o la virtualización tanto de redes como de entornos IT.

Inteligencia artificial por doquier

Esta edición del MWC, además, es la primera que se celebre tras el acuerdo de las autoridades comunitarias sobre el borrador de la futura ley que regulará el uso de la inteligencia artificial en Europa. Así, estamos viendo en la feria nuevos casos de uso impulsados por las diferentes compañías enfocados en aprovechar el potencial de esta tecnología, pero también debates y reflexiones sobre los riesgos y su aplicación de forma ética y responsable. 

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Además, este 2024 se cumplen diez años desde que se creó 4 Years From Now, el espacio dedicado al emprendimiento y a las startups que tiene su espacio dentro del Mobile World Congress. Esta convocatoria, que ya tiene entidad propia, ha ido creciendo en importancia y espacio a lo largo de sus ediciones y, de hecho, la de este ejercicio promete ser la más grande de su historia. 

También en este caso, las tendencias tecnológicas del 4YFN se alinean con las del Mobile World Congress en general, con especial protagonismo, una vez más, de la inteligencia artificial generativa, sus posibilidades y sus implicaciones. También, se debatirá sobre la forma de generar, atraer y retener talento, uno de los grandes problemas que afectan a la industria, y de otras áreas como la computación cuántica.