El verano de este año es intenso en competiciones deportivas. Si hasta ayer era la Eurocopa la que captaba la atención de aficionados y espectadores durante su celebración en diferentes ciudades alemanas, el próximo 26 de julio su atención se centrará en París, donde tendrán lugar los Juegos Olímpicos 2024.

Ya terminando el mes de agosto, tomará el relevo los Juegos Paralímpicos 2024, que darán comienzo el día 29. Once días de competición, en los que se disputarán 549 eventos en los 22 deportes que forman parte del programa. En total, 4.400 deportistas con diferentes tipos de discapacidad aspiran a subirse al podio. Más de 120 forman la delegación española, entre ellos Sara Andrés Barrio (Madrid, 1986) y Sergio Rodríguez (Zaragoza, 1999).

Sara, subcampeona del mundo de 100 metros lisos y multimedallista, sufrió una doble amputación de sus piernas en un accidente de tráfico en 2011. Ya practicaba deporte antes y, tras recuperarse de la conmoción, decidió buscar una actividad para continuar haciéndolo. Fue el atletismo. “En París voy a por todas, quiero conseguir la medalla que más brilla”, cuenta con una sonrisa llena de optimismo al otro lado de la pantalla, mientras mantiene una conversación con DISRUPTORES – EL ESPAÑOL.

Sergio Rodríguez y Sara Andrés durante la entrevista con DISRUPTORES -EL ESPAÑOL.

A su lado (virtualmente hablando), está Sergio Ibáñez Bañón, quien también acumula varias medallas en distintas competiciones de judo y judo adaptado. Una de ellas, la de plata en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020. Con un 79% de discapacidad visual, comenzó a practicar este deporte de niño. “Desde pequeño he tenido una gran sensibilidad a la luz,” comenta. “Empecé a practicar judo a los seis o siete años, pero fue más adelante, en competiciones más grandes, donde la intensidad de la luz se convirtió en un verdadero desafío”.

Ambos han encontrado en la innovación y los desarrollos tecnológicos, los aliados que necesitan para practicar sus respectivas disciplinas deportivas y hacerlo al más alto nivel. Sara usa unas prótesis fabricadas con carbono para correr y Sergio unas lentillas especiales que reducen los brillos y reflejos. Este año, además, incorporan a sus rutinas unos auriculares que les permiten aislarse del ruido y mejorar su concentración.

Prótesis de carbono

Sara Andrés entrena seis días a la semana, combinando sesiones de gimnasio y jornadas enfocadas en la técnica y las carreras. Un programa intenso para el que se apoya en el uso de tecnologías diseñadas para optimizar su desempeño y mantener su estado físico al máximo nivel.

Uno de los aspectos clave en su entrenamiento es el uso de unas prótesis especiales de carbono, desarrolladas tras años de estudio biomecánico. Esta tecnología ayuda a medir y ajustar su rendimiento, proporcionando datos precisos sobre su técnica y eficiencia en carrera. "Estas prótesis permiten un entrenamiento manual más ajustado, mejorando mi capacidad de correr," explica.

La atleta también utiliza dispositivos que miden la potencia durante los entrenamientos. Están integrados en los tacos de salida de la pista y otros puntos, ofreciendo información sobre los tiempos y la fuerza aplicada en cada pisada para, así, “entender nuestros tiempos y esfuerzo”, detalla Andrés.

Más allá del entrenamiento físico, también valora toda técnica que favorezca su concentración durante los entrenamientos y antes de las competiciones. Este año, los atletas españoles cuentan con una ayuda adicional, unos auriculares que les permiten asilarse completamente de lo que les rodea y que, confiesa, “se han convertido en una herramienta esencial para generar esa tranquilidad que necesito en momentos de alta concentración”.

Alta concentración

En el entorno ruidoso de un estadio o durante los desplazamientos, Andrés admite que “los auriculares son fundamentales para mí. Me permiten escuchar mi música favorita y aislarme del ruido, lo que me ayuda a concentrarme mejor antes de una competición”. Un equipamiento que ha corrido a cargo de Samsung, socio mundial del Comité Paralímpico Internacional en la categoría de comunicaciones inalámbricas y equipos informáticos. 

También reconoce que juegan un papel importante en su comunicación diaria. "Me permiten recibir instrucciones claras y directas de mis entrenadores, incluso en medio del ruido del gimnasio o en la pista”, añade. Esto no solo mejora la eficiencia del trabajo de entrenamiento, sino que también facilita una mejor coordinación con su equipo de entrenadores.

Sergio Ibáñez revela, por su parte, que el uso de la tecnología está restringida por ser el judo un deporte de contacto y con estrictas normas de seguridad."No podemos llevar mucho más que lo básico por el riesgo de caídas”, explica. Esto no quiere decir que sean completamente ajenos a ella. 

Entre los dispositivos de uso personal también emplea asiduamente los auriculares de Samsung. Además de usarlos de la forma habitual, cuenta que le permiten aislarse del ruido ambiental “ayudándome a tranquilizarme y concentrarme en mi respiración", comenta. "Puedo escuchar música y abstraerme del sonido exterior, lo cual es esencial en ambientes ruidosos como los pabellones cerrados o cuando voy en autobús a los entrenamientos”.

Sara y Sergio con Galaxy Z Fold 6 y Galaxy Buds 3 Pro, proporcionados por Samsung. durante y antes del entrenamiento.

Lentillas que eliminan brillos

En cuanto a la preparación física, utiliza equipos que miden vatios y potencia para evaluar el rendimiento en actividades específicas. "Tenemos sistemas que miden la distancia y el tiempo en ejercicios como sentadillas," dice Ibáñez. "Esto nos ayuda a calcular la velocidad y las repeticiones máximas". Además, menciona el uso de máquinas que funcionan con aire comprimido, permitiendo movimientos más específicos y potentes. 

Pero su relación con la innovación viene de mucho más atrás. Ibáñez lleva unas gafas especiales con cristales de color naranja. Desde el otro lado de la pantalla cuenta que son para no “deslumbrase”. “Mis gafas son muy particulares porque me permiten controlar la intensidad de la luz, algo crucial para mí. En ambientes de competición, donde hay muchas luces brillantes y reflejos, hacen que todo sea más manejable,” explica.

Con el tiempo, Sergio comenzó a usar lentillas también teñidas de un color anaranjado, similar al de sus gafas. “Fue un gran avance. Al principio nos costó  encontrarlas, tuvimos que visitar muchas ferias y probar distintas opciones hasta dar con la correcta,” dice. “Estas lentillas me permiten entrenar y competir en condiciones de luz intensa sin problemas”.

Ambos deportistas ha integrado la tecnología en sus rigurosos regímenes de entrenamiento, utilizándola para mejorar su rendimiento y su concentración. El objetivo de los dos es de cualquier deportista: llegar hasta lo más alto y tocar la medalla de oro.