No descubrimos nada nuevo al afirmar que la evolución tecnológica es inevitable. A veces, como la vida, con altibajos que se asemejan a las subidas y bajadas de una montaña rusa, aunque no siempre con la misma inclinación, aumentado el vértigo cuando sube la velocidad. 

Del mismo modo, la prevalente sensación de rápido cambio en el sector digital, hace necesaria la búsqueda de referencias que ayuden a identificar aquellas innovaciones que están llamadas a transformar industrias y, por qué no decirlo, el mundo. Una de esas guías, desde que se publicó por primera vez en 2011, es el informe sobre las 10 principales tecnologías emergentes del Foro Económico Mundial.

Publicado originalmente como una herramienta para anticiparse a lo que vendría en este terreno, este análisis se basa en los conocimientos de científicos e investigadores para identificar las tecnologías que influirán de forma significativa en la economía y la sociedad durante los próximos cinco años. No solo por ser disruptivas, también porque atraen fuertes inversiones de empresas y sectores clave.

La edición de 2024 da un paso más, al involucrar a más de 300 académicos y expertos mundiales de los Global Future Councils del Foro, la University and Researcher Network y los miembros del Top 10 Emerging Technologies Steering Group.

Sus contribuciones, junto con el análisis de datos, permiten comprender, de manera más precisa, el impacto potencial que tendrán estas tecnologías en ámbitos como la medicina, la construcción de infraestructuras, la agricultura o el cambio climático. 

Las tecnologías que cambiarán el mundo

En la cúspide de la lista para 2024, destaca el impacto de la inteligencia artificial (IA) en las investigaciones científicas, y que ya está repercutiendo en campos como la medicina –abriendo nuevas vías para la detección precoz de enfermedades y su tratamiento–  o la innovación en materiales –más sostenibles y eficientes–. Se recalca que, aunque la IA ya venía empleándose en los laboratorios, es ahora cuando se ha acelerado su aplicación gracias a los avances en machine learning y la IA generativa.

La segunda de las tendencias en crecimiento son las tecnologías que mejoran la privacidad. Sobre todo aquellas basadas en los llamados “datos sintéticos”, que permiten el intercambio de información al mismo tiempo que protegen los datos personales. El informe señala que esto facilitará la gestión de los datos de una forma diferente, facilitando una colaboración más abierta y seguro, con importantes repercusiones en la investigación en saludo. 

Los avances en el desarrollo de superficies inteligentes ya están transformando la forma en el que las personas nos relacionamos con nuestro entorno. Su innovación reside en la capacidad que tienen para convertir estructuras físicas, como las paredes, en elementos inteligentes para la comunicación inalámbrica, a la vez que mejoran la eficiencia energética de estas redes. Los autores del documento vaticinan que no solo tendrán aplicación fábricas y ciudades (smart cities), también en el transporte y las comunicaciones.

Siguiendo con la conectividad, esta mejorará con el empleo de estaciones de comunicación a gran altitud, como aeronaves, dirigibles o globos. Estos sistemas ayudarán a eliminar la persistente brecha digital y prometen llevar internet móvil a los lugares más remotos del Globo, mejorando así el acceso a las oportunidades que ofrece la era digital. 

Los globos aeroestáticos que sirven para llevar conectividad a zonas remotas

En sentido, los sistemas integrados de comunicación y sensorización también imprimirán importantes cambios con la llegada de las redes 6G. Su aplicación ampliará las posibilidades de monitorización ambiental o en la agricultura de precisión, además de reducir el consumo energético de estos sistemas. 

Las tecnologías inmersivas en la construcción son ya una revolución a la hora de concebir y desarrollar infraestructuras. La combinación de la realidad aumenta y virtual con los avances en computación, permiten a los profesionales idear sus proyectos de forma precisa empleando modelos digitales, sin necesidad de hacer uso de modelos físicos. 

El informe del Foro Económico Mundial recoge en la sexta posición los materiales elastocalóricos como solución para responder al creciente consumo energético. Estos materiales, que liberan o absorben calor cuando se les somete a un proceso de estrés mecánico, se perfilan ya como una alternativa para el desarrollo de sistemas de refrigeración que, previsiblemente, crecerán ante el aumento del calentamiento del planeta. 

En esta lucha contra el cambio climático, también figuran los microbios capturadores de carbono. Estos organismos, modificados adecuadamente, pueden convertir las emisiones de CO2 en otros recursos como biocombustibles. 

Los avances en la búsqueda de alimentos alternativos para el ganado tiene visos de seguir creciendo. Proteínas unicelulares, algas y desechos de alimentos pueden ser la solución llamada a transformar la industria agrícola. Estos productos no solo reducirán la dependencia de recursos naturales, también contribuirán a mejorar la seguridad alimentaria.

Por último, los avances en genómica aplicada a los trasplantes ofrecen una nueva esperanza para los millones de personas que están a la espera de recibir un órgano. Los primeros éxitos de cirugías con órganos modificados genéticamente no solo prometen alargar la vida de estos pacientes, sino que también son un hito para la medicina personalizada.