La organización y la eficiencia son clave en la recolección de las viñas, que apenas dura 20 días, y del que esperan obtener cerca de 400.000 kilos, alrededor de 20.000 kilos al día. Julio Pinto, CEO de Bodegas Familiares Matarromera, explica, entre los ruidos propios de la selección y el procesamiento de las uvas que llenan el ambiente, que estos números les sitúan en un tamaño medio dentro del mercado e, insiste, no quieren aspirar a más, prefieren, en sus propias palabras, seguir especializándose en vino de calidad. 

En este proceso, este actor del sector vitivinícola se ha encontrado con un aliado inesperado: la tecnología. Las herramientas digitales, entre las que destacan la inteligencia artificial, la nube o el procesamiento de datos, han llegado para quedarse en esta industria hasta generar un nuevo escenario en el que conviven procesos tradicionales con tendencias actuales. 

"En Matarromera queremos tener los mejores vinos y para tener los mejores vinos necesitamos la mejor información", resume Carlos Moro, el fundador de Bodegas Familiares Matarromera. 

Moro ha explicado que las 11 bodegas que poseen en el grupo les ofrecen un amplio campo de acción, pero también implican grandes complejidades en lo relativo a la trazabilidad. "Solo un buen sistema informático nos puede ayudar a ofrecer esa atención más especializada a cada parcela, cada bodega y cada cliente".  

La tecnología como aliada

Ante este objetivo, la empresa vitivinícola, que cuenta con 7 Denominaciones de Origen y tiene presencia nacional e internacional, ha encontrado en Microsoft el partner ideal para hibridar la tecnología con los procesos tradicionales. La firma ha confiado en las soluciones cloud de la tecnológica, de la mano de TIPSA, con el objetivo de desplegar una plataforma que soporte todas sus operaciones y garantice la seguridad de las mismas.

Este proyecto se alinea con el desplegado en 2007 a través del cual la empresa vitivinícola unificó los procesos de las diferentes bodegas del grupo, lo que le permitió obtener información actualizada y en tiempo real de todas las áreas de gestión. Esta apuesta, junto a otras similares que ha desarrollado la firma desde su fundación en 1988, han hecho que la misma cuenta con una ingente cantidad de bases de datos que sigue creciendo día a día. Entre ellos, destacan los recopilados de los sensores presentes en el campo o los derivados de áreas como la financiera o la de marketing. 

"Siempre hemos entendido la tecnología como un medio para mejorar las decisiones y la interpretación del negocio, por eso digitalizamos toda la cadena de valor, desde el viñedo y la entrada de uva en la bodega hasta que la botella es entregada al consumidor", apunta Pinto. Según cuenta, esta apuesta por la digitalización les ha permitido no solo mejorar su competitividad, sino también expandirse internacionalmente de forma más eficiente. 

Hasta su acuerdo con Microsoft, la compañía contaba con sistemas locales (on premise) que, en sus propias palabras, estaban limitando su innovación. Ahora, con el salto a la nube, señalan que pueden gestionar sus operaciones "sin limitaciones".  

Una imagen de los vinos. Bodegas Familiares Matarromera

Todo ello se materializa en VinoTEC, una solución específica desarrollada por TIPSA sobre Dynamics 365 Business Central para el sector vitivinícola, que proporciona una integración natural con todos los datos de la organización y el entorno de productividad de Microsoft 365. Desde Matarromera precisan que su incorporación ha permitido simplificar las operaciones y mejorar la colaboración, a la vez que se ha reforzado la seguridad y se han reducido los costes. 

Otro ejemplo de ello es la incorporación de Power BI como herramienta de desarrollo para los cuadros de mando, lo que les ha permitido tener en tiempo real una visión detallada de todos los aspectos del negocio, lo que facilita la toma ágil de decisiones basadas en datos. 

La IA como protagonista

La inteligencia artificial es una de las protagonistas de la alianza entre ambas compañías, con Copilot como gran exponente, ya que su integración en cada paso de sus procesos permite optimizar las operaciones, fomentar la automatización y refinar el análisis de datos, lo que, a su vez, ayuda a tener decisiones más "acertadas" y colaborativas. El área de clientes, el financiero, el de marketing o el de producción son solo algunos de los que se han visto impactados por la introducción de la IA en la compañía. 

"Hemos logrado integrar nuestras 11 bodegas, las 1.250 hectáreas de cultivo y las operaciones en la nube, lo que ha simplificado enormemente la gestión y el análisis de buenas prácticas", precisa Pinto. "Así podemos dedicar más tiempo a la excelencia de nuestros vinos". 

"No cambiamos la forma de hacer el vino, pero aceleramos y mejoramos el proceso con la tecnología", concluye Moro.