Con 1.000 empleados y 260 millones de euros de facturación (un crecimiento del 17,7% respecto al curso anterior), sorprende que Eraneos siga siendo una relativa desconocida dentro del ecosistema de consultoras tecnológicas. Las razones, empero, son evidentes: la empresa apenas consolidó el pasado curso su nueva marca -fruto de la fusión de Quint, AWK y Ginkgo-, está en pleno proceso de incremento inorgánico (con las compras recientes de DCP y W21 en Alemania) y todavía está desarrollando su red internacional fuera de los mercados originales de la enseña como Suiza, Países Bajos, España o Alemania.
Aunque su germen sea bastante habitual en esta industria en plena consolidación de actores, Eraneos busca hacerse notar en el mercado con algunos diferenciadores claros. El más importante de ellos, es que se trata de una consultora que no es extraordinariamente potente en tecnología, tampoco lo es en estrategia de negocio: su valor radica en la combinación de ambas, con un foco claro en la reinvención de procesos.
"Nuestra historia es diferente porque no seguimos el enfoque típico de las grandes consultoras, llenas de procesos y niveles jerárquicos. Somos emprendedores y eso nos permite estar más cerca de nuestros clientes, con equipos pequeños y altamente especializados", explica Oliver Vaterlaus, CEO de Eraneos, en entrevista con DISRUPTORES - EL ESPAÑOL.
Resulta paradigmático también el tamaño de la consultora. Un millar de empleados pueden sonar demasiados o escasos, según el prisma con el que se mire; para competir con las grandes marcas del sector se trata de un actor pequeño, pero excede con mucho la escala de las consultoras especializadas de nicho. Al respecto, Vaterlaus reconoce que están situados en un punto intermedio en esa escala de valor, aunque diferenciándose de los pequeños players en que pueden "ofrecer un servicio end-to-end en transformación digital".
El riesgo, en este punto, es poder convertirse en objeto de deseo de alguno de sus hermanos mayores: "Nuestra ambición es clara: queremos estar al frente de la consolidación, no ser consolidados", rechaza tajante Vaterlaus.
La prueba de ese planteamiento, respaldado por la tranquilidad que aporta el capital riesgo, está en las sucesivas empresas que Eraneos ha ido adquiriendo en los últimos tiempos. Incluso, adelanta Oliver Vaterlaus, podría producirse alguna nueva compra antes de culminar el presente curso y tiene el objetivo de incorporar al menos dos o tres compañías antes de 2027. "También en España, donde estamos explorando posibilidades, especialmente en áreas como ciberseguridad que permitan complementar nuestra oferta actual de servicios. Pero si tenemos que pagar un precio que no es razonable por una empresa de ciberseguridad, no lo haremos, podemos seguir sin ella".
Sin embargo, la prioridad en ese crecimiento inorgánico no está en nuestro país, sino en fortalecer la expansión territorial de la joven Eraneos por toda Europa. "Vamos a seguir adquiriendo compañías, especialmente en países nórdicos y el Reino Unido, pero somos muy cuidadosos con las empresas que integramos. Queremos asegurarnos de que compartan nuestra visión y filosofía".
De la consolidación al crecimiento
Construir una multinacional como Eraneos no es tarea menor. Máxime si tenemos en cuenta que se sustenta sobre los mimbres de tres compañías con mucha solera, con diferentes culturas corporativas y que operaban en tres mercados dispares.
Es obligado preguntar a su CEO por el proceso de consolidación de todo ello. Comenta que todo pasa por un plan de varias fases. La primera, según Vaterlaus, pasaba por la estabilización de lo ya existente, con el principio rector de "no romper nada". En otras palabras, preservar lo que funcionaba bien en cada empresa mientras se fomentaba la colaboración y el intercambio de conocimiento entre todas ellas. "Conectamos los equipos responsables de la fabricación en Suiza con los de Alemania, y al unirnos, nos fortalecimos enormemente. Al mismo tiempo, construimos una marca común y diseñamos la compañía de forma que todos los involucrados, incluidos los accionistas, tuviesen incentivos a largo plazo", añade el directivo.
La segunda de las fases, en la que está inmersos actualmente, pasa por la "visión centrada en el cliente y el crecimiento". A diferencia de la fase inicial de integración, ahora buscan optimizar sus operaciones a través de una mayor colaboración transfronteriza, enfocándose en seis industrias clave y dejando de lado la primacía de las unidades locales.
Nueva estrategia
Ese camino que está recorriendo Eraneos implica necesariamente priorizar a ciertos sectores y empresas por encima de otras. Es algo habitual en la industria de la consultoría: se buscan clientes con mayor tamaño que ofrezcan un mayor margen de beneficios. Y, en este caso, que tengan además un calado internacional.
Ante esta reflexión, Oliver Vaterlaus aclara que "no estamos diciendo que solo trabajemos para empresas multimillonarias. En absoluto. Tenemos muchas pequeñas y medianas empresas que son líderes del mercado mundial o que, por alguna otra razón, enfrentan desafíos significativos".
Vaterlaus también destaca que, a pesar de la diversificación hacia una estrategia global, no planean descuidar a los clientes locales ni medianos. Estos seguirán siendo esenciales para el crecimiento de la empresa, defiende. Además, enfatizó que su objetivo es "ser un socio confiable en la transformación digital", lo que requiere sí o sí de ese trabajo cercano a las empresas en cada territorio.
Ciberseguridad en Países Bajos y 'data' en España
La conversación con Oliver Vaterlaus es intensa, variando de los asuntos más inmediatos de la empresa que comanda a temas más generales del sector en que se mueve. Uno de ellos es el riesgo de que muchos de los servicios que ofrecen las consultoras se conviertan en una suerte de commodities.
"Una vez que las cosas se convierten en más commodities y los márgenes disminuyen, siempre necesitamos agregar un poco de valor adicional", admite. En el caso de Eraneos, ese valor adicional consiste en la combinación de servicios como la consultoría estratégica, la ingeniería de datos y la ciberseguridad, asegurando que "desde el consultor estratégico hasta el ingeniero de datos y los científicos de datos, todos colaboren verdaderamente para que las cosas se hagan".
En este contexto, Vaterlaus presume de desarrollar prácticas específicas en ciberseguridad y análisis de datos. "Era claro que teníamos que construir y crear una práctica de ciberseguridad y una práctica de datos", destacando además que su equipo de práctica de datos ha crecido significativamente, alcanzando alrededor de 150 personas en Europa y con un centro dedicado a estos menesteres en España. Por otro lado, la práctica de ciberseguridad, que comenzó desde cero en los Países Bajos, actualmente cuenta con un equipo de aproximadamente diez personas con el objetivo de alcanzar el centenar en el corto plazo.
Del dato a la inteligencia artificial
Oliver Vaterlaus enfatiza al respecto la importancia de las organizaciones impulsadas por datos, afirmando que "si entiendes tus datos y puedes agregarlos en información que te ayude a tomar decisiones, eres una empresa más exitosa". Resalta que el proceso de digitalización ha sido fundamental en este contexto, citando ejemplos como las autoridades fiscales que implementan registros digitales y procedimientos de aprendizaje automático para ser más eficientes.
"Esto puede sonar a algo del pasado, pero sigue sucediendo porque muchas empresas aún no han llegado allí", puntualiza.
Y es que la aventura por incorporar la inteligencia artificial no puede hacerse sin unos fundamentos claros y bien sustentados en datos. Sobre la tecnología de moda, Vaterlaus defiende que "la verdadera disrupción todavía está por venir, porque muchas empresas se han puesto nerviosas y han gastado dinero sin una dirección clara, realizando proyectos piloto de manera dispersa. Nosotros desde el principio dijimos que solo haríamos casos de uso muy específicos donde el impacto comercial fuera claro".
La pugna por el talento
Detrás de todas las nomenclaturas de moda, los procesos y la tecnología, el verdadero activo de cualquier consultora es su personal. Eraneos no es una excepción: "Se trata de algo crucial para nosotros. Lo que es nuestra visión, nuestro caso de uso, es la combinación de consultoría y tecnología. Esta combinación es un punto dulce que atrae a los mejores talentos. Somos un lugar para crecer y estamos contratando de manera agresiva en Alemania, Suiza y los Países Bajos en este momento".
La forma de captar a este talento especializado y escaso pasa por su búsqueda en las universidades y, también, a través de las compras que permiten la incorporación inorgánica de profesionales experimentados.