Múnich (Alemania)
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La minería de procesos no es, quizás, uno de los conceptos más públicamente conocidos. La multinacional germana Celonis, adalid de la idea, tiene patrocinada la publicación en 2022 de un libro titulado Process Mining For Dummies (‘Minería de procesos para tontitos’, con perdón), cuya mera existencia ratifica la primera afirmación. Se puede descargar gratis en su web.

Otra cosa es que la tecnología evolucione constantemente y los conceptos también. Celonis no es inmune a las palabras “de moda”, reconoce Alex Rinke, cofundador y coCEO, en el escenario principal de su evento Celosphere, que reunió a unas 3.000 personas en Múnich, en su sexta edición (contando con la edición virtual de 2020).

Las modas del momento son, por supuesto, la inteligencia generativa y, lo ultimísimo, los agentes inteligentes. Ahora Rilke habla de “procesos inteligentes” (PI). Cada negocio es una colección de procesos interconectados que interactúan a través de sus departamentos y sistemas, y entre diferentes ubicaciones, señala la compañía.



Rinke, en su terreno, rememora que “en los viejos tiempos los procesos eran algo ‘quirúrgico’, cualquier cosa que pudieras ver a pie de factoría, o de granja… Se veía a la gente hacer su trabajo, podías ver los camiones ir y venir, cómo se vendían las patatas, y resultaba fácil conceptualizar los costes. Si algo no funcionaba bien, lo cambiabas fácilmente: cambios sencillos, y ahorrabas tiempo y dinero”.

Fija a partir de los años 70 y 80 la época en que se enredan y complican las cosas para las empresas, con las relaciones con clientes, cadenas de suministros… En los 2000 se añaden IT, servicios, gestión de capital humano y talento. Cada vez “más sistemas y más complejidad”. “Nosotros no creemos en ‘sistemas primero’, sino en ‘procesos primero’. Los procesos hacen latir el corazón de las empresas. Siempre decimos que los procesos están en el nivel más elevado para generar valor y también están en el nivel más rápido de cambios”, asegura Rinke.

Imagen global del negocio

Y este es el punto en el que proclama que se puede aprovechar “una increíble potencia conectando la empresa con procesos de inteligencia”. Es lo que vende su compañía: tomar los datos que definen las actividades de sus procesos y aplicar la IA para afinarlos, establecer una imagen global y coordinarlos, utilizando incluso un gemelo digital, para tener el máximo control del panorama completo.

Alex Rinke, coCEO de Celonis.

Datos que pueden estar en bruto en diferentes sistemas de la compañía (el ERP, el CRM, hojas de Excel…), y con que los que PI Graph produce una capa semántica, facilitando ‘el estado actual’ del conjunto en tiempo real, y una imagen, estimada, del ‘estado futuro’.

La novedad anunciada en Celosphere es el paso siguiente, la capacidad de crear agentes IA con capacidad para actuar por sí mismos.

Celonis los integra y establece posibles colaboraciones a través de AgentC, un nuevo marco de herramientas, integraciones y colaboración. Esto permite no sólo la creación de agentes propios, sino también integrar los creados por otros partners. Como si C fuera una agencia de agentes IA. Casi sin querer se establece mentalmente esa relación: C-IA (en inglés la broma no funciona porque sería C-AI).

Lo próximo que anuncia al respecto es Network, todavía en fase beta, para conectar las empresas entre sí y facilitar que que cada proceso, dentro y entre empresas que se relacionan, pueda optimizarse.



Declara Rinke que “hay una clara distancia entre lo que promete la IA y lo que facilita a las empresas. Los LLM son impresionantes, pero las compañías han de trabajárselos para que les produzcan algún impacto tangible en el negocio”.

Explica que los agentes IA (en general) pueden automatizar cargas de trabajo, pero les falta comprender el negocio para hacerlo de manera eficiente. Sin embargo, con el contexto y los datos que aportan sus herramientas de inteligencia de proceso, “Agente C asegura que cada agente que crea nuestra comunidad está equipado con el conocimiento de negocio necesario”.

Conexión con las IA generativas

Para empezar, en la plataforma Agente C se integran ya los entornos de IA generativa de tres de las principales hiperescalares en la nube, Amazon Bedrock Agents; Microsoft Copilot Studio; e IBM watsonx Orchestrate. También se puede contar con entornos de desarrollo open-source, todo lo cual permite a Rinke presumir de ofrecer una plataforma bastante “agnóstica”. Sus expertos hablan de “bloques”, como si se tratará de piezas lego para construir lo que sea, con arreglo a las necesidades de cada empresa.

Celosphere 2024.

En el evento se anunció también AI Assitant Builder, que facilitará a los clientes crear sus propios asistentes y copilotos con la tecnología Celonis, capaces de desarrollar tareas de clasificación de datos, aportar recomendaciones y “razonar” sobre las diversas tareas. Agentes que, por ejemplo, podrán dar prioridad a las órdenes de servicio de un cliente, o advertir de los riesgos de retirar el crédito que soporta la orden de otro.

Además, la integración con Microsoft Copilot Studio puede facilitar también la identificación de casos de uso para crear el agente con inteligencia de procesos adecuado, que estará accesible a través de las aplicaciones de oficina de Microsoft.

Rinke se apoya en la descripción de casos de uso para sugerir las posibilidades de las herramientas que promueve. Pero como la gran multinacional petrolera que explicó el suyo en el estrado durante la keynote no quiere ser mencionada, habrá que pasarlo por alto.

Consentino triunfa desde Macael

De la que sí se pueden hacer menciones es de la española Consentino. Su CIO, Rafael Domene, intervino en la keynote y desfiló por los círculos de Celosphere como “una rockstar”, dice Fernando Ranz vicepresidente de Celonis responsable de Iberia y Latinoamérica. Domene triunfa explicando las innovaciones que ha implantado para mejorar el funcionamiento de su negocio, cuya fábrica está en Macael, Almería. Totalmente fiel a sus orígenes.

Consentino es una empresa familiar, devenida multinacional, que fabrica “piedra artificial, basada en diseño, para la construcción”, en una tierra con tradición de marmolistas. Aunque Domene aclara en conversación con un grupo de periodista que en Brasil obtienen piedra natural. Su producto puede estar en las cocinas, baños, salones y otros espacios de cualquier domicilio. La compañía tiene entre 6.000 y 7.000 empleados.

Cuenta Domene que, en realidad, aún siendo él mismo natural “del río Almanzora, a 15 minutos de la fábrica de Macael”, sólo lleva en Consentino desde febrero de este año, tras acumular años de experiencia laboral en Estados Unidos.

Desde el primer momento quiso implantar tecnología de Celonis como la minería de procesos, “aunque para un uso distinto. Yo no lo utilizo sólo para identificar los procesos, sino para ver cómo son. Eso es un problema en una compañía como la nuestra, en la que está todo basado en gente que tiene muchísima experiencia, que lleva muchísimos años haciendo lo que hace. Toda la vida. Lo tienen en la cabeza y muchas veces no está escrito”.



“Lo que quiero es saber, entender, lo que está pasando [en cada momento] en la compañía”, aclara. “La materia prima ya no es de Almería. Viene de todo el mundo, fabricamos en Almería y lo llevamos a todo el mundo”. Un inmenso despliegue de logística, como cabe imaginar.

Domene se reunió específicamente con el presidente de Celonis, Carsten Thoma, y uno de los coCEOs, Bastian Nominacher, el tiempo justo de pedirles una especie de complicidad en la tarea que se había propuesto. “No seré su cliente más grande, pero voy a hacer cosas que no hace nadie. Si quieren hacerlas conmigo, entonces trabajemos juntos…”.

Consentino tiene su oficina central madrileña en La Castellana, “a tiro de piedra” de las oficinas de Celonis. Sólo tienen que cruzar la calle para reunirse con su equipo de ingenieros, “gente superbuena. Pusimos dos equipos juntos a trabajar y lo que hemos hecho es sólo la punta del iceberg. El principio de lo que queremos hacer”.

“Hacemos muchas más cosas con inteligencia artificial. Cada día más. Y como sigue evolucionando la tecnología, haremos todavía cosas más chulas”, añade Domene. “Pero hay una parte fundamental en la que estoy muy enfocado, que es el tema de agentes. La IA está muy bien para ayudarte a hacer cosas, diciéndote cómo. Así lo utiliza el informarketing, lo utiliza legal… todo el mundo. Pero el asunto es que ‘haga’ cosas”.

Que la IA ‘haga’ cosas

“Yo quería ir al punto en que sea la IA la que ‘haga’, y para eso son los agentes. Ahí hay muy poquita gente haciendo lo suficiente para avanzar. Y mi planteamiento necesita algo más para que se pueda sacar partido de la inteligencia artificial y los modelos LLM”, sentencia Domene.

El CIO de Consentino afirma que “los modelos [de IA] que están surgiendo por ahí hacen cosas que alucinan”, pero él no necesita tanto. Un poquito menos, sólo que con algo que les falta a esas inteligencias: “Yo tengo la información de los procesos, y la información y los datos del negocio en el momento en que están pasando, para que [la IA] pueda tomar decisiones y ejecutarlas”. “La idea es movernos tan al frente como podamos, para dotar a la compañía de una ayuda que nos permita meter agentes inteligentes”, asevera.



Domene responde a DISRUPTORES-EL ESPAÑOL  que las formas de desarrollar ese tipo de agentes son muy variadas. “Hay mil formas de hacerlos. El problema de automatizar es que no siempre se sabe lo que hay que automatizar. Tú dices: mira mi proceso, desde que se hace un pedido hasta que se entrega en casa… Cuando se ve el proceso real, es lo que llamamos ‘un espagueti’, es una maraña imposible. Con la lógica te llega hasta las opciones que tú quieras, pero nunca son infinitas. Y las posibles excepciones tampoco son infinitas, pero casi”.

“En lo que estamos haciendo nosotros, la diferencia está en poder crear un agente que funcione sin decirle todo lo que hay que hacer. La parte fundamental es tener toda la información para que entienda el proceso, todas las opciones del proceso. Tienes todas las mediciones, le das unos criterios, unos márgenes de actuación para lo que ha de hacer y unas herramientas… Estamos automatizando personas. O sea, las cosas que hacen”, sentencia Domene, sentado codo a codo con el responsable de Celonis, que alaba “la agilidad” de Consentino para sacar “partido máximo de la innovación”. 

Ranz aprovecha para actualizar datos del despliegue de Celonis en España, donde tiene en Madrid un hub de desarrollo para todo el mundo, mayoritariamente equipo de ingeniería, con “más de 500 personas, según la cifra oficial, que ya son casi 600”.

También aporta Ranz un resumen de la actividad de la compañía: “Nosotros intentamos que los procesos funcionen para las empresas, para las personas y para el planeta”.