Zúrich (Suiza)
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Contrasta la imponente imagen del lago de Zúrich con este angosto pasillo en el que, casi por casualidad, podemos ver complejos laboratorios a través de puertas entreabiertas. En el interior de estas salas se guardan muchos secretos que algún día serán desvelados. Al vernos husmear de forma tal vez demasiada descarada, alguien de IBM nos dice: "Aquí es donde pasan las cosas".

No era el objetivo de esta visita entrar en esa zona de trabajo, sino asistir a un evento en el que se ha reflexionado largo y tendido sobre la computación cuántica, su presente, su futuro o su relación con campos como la inteligencia artificial o la energía.

El laboratorio de investigación que IBM tiene en las afueras de Zúrich y a escasos metros del lago que lleva el nombre de la ciudad fue el primero que la compañía levantó en Europa, allá por el año 1956. Ahora, repartidos por todo el mundo, hay doce.

En lugares como este es donde el gigante tecnológico norteamericano intenta ir enhebrando los entresijos de la computación cuántica y la inteligencia artificial, un ámbito -el primero- con un potencial aún inimaginable y una herramienta -la segunda- cuya popularización quizá ha restado importancia a su utilidad para la economía de las empresas de cualquier sector.

Cuántica e IA, en cualquier caso, están encaminadas a pasear de la mano, tal y como quedó claro en una jornada repleta de debates. Sólo hay una pequeña gran paradoja en lo que se refiere a la nueva era de la computación: "Los papers están yendo por delante de la tecnología".

Esa frase la pronuncia Juan Bernabé-Moreno, el español que dirige toda la maquinaria investigadora de IBM para Europa, Irlanda y Reino Unido -y responsable, además, de la estrategia de clima y sostenibilidad de la compañía-. Y añade: "Por eso, en todo lo que se refiere a la investigación en cuántica hay que ser cautelosos con los plazos y en los anuncios".

En la compañía, explica Bernabé-Moreno, "sólo lo anunciamos si hemos probado que lo podemos anunciar, no nos gusta el show".

Aunque se trata de un sector incipiente, la computación cuántica está logrando hitos de manera exponencial, tanto -sobre todo- en términos de investigación, como en casos de uso y desarrollo de herramientas tecnológicas.

La exponencialidad es la gran característica de la cuántica, que tiene en el cúbit -la unidad de información que permite combinar simultáneamente ceros y unos, al contrario que la computación clásica-. Solucionar problemas concretos con modelos fundacionales concretos es el reto de la economía del futuro. Y ahí está la cuántica investigando.

En estos modelos, la computación cuántica, la clásica y la inteligencia artificial es donde están condenados a entenderse. Bernabé-Moreno pone sobre la mesa el concepto de "Quantum Centric Supercomputing".

"Hace un año empezamos a trabajar no en más cantidad en cuanto a número de cúbits sino en más capacidad de cálculo, es decir, en tener quizá procesadores más pequeños pero conectados. La clave no son la cantidad de cúbits sino cómo se relacionan entre sí", argumenta.

Juan Bernabé-Moreno, durante su 'keynote'.

A esa apuesta de IBM por la combinación de la cuántica y de la computación tradicional se ha sumado irremediablemente la IA. Es el gran facilitador. "La IA y la cuántica ya se relacionan de muchas maneras. La IA se puede utilizar para corrección de errores, para mejorar los procesos de construcción de cúbit, o para generar, tal y como hemos hecho, un asistente en Qiskit -el modelo de open source de la compañía- para ayudar a desarrolladores", resume.

Ahonda en esta cuestión Alessandro Curioni, vicepresidente de IBM Research Europa y África y director de IBM Research Zurich. "En 10 años recordaremos lo importante que es la etapa que estamos viviendo justo ahora, porque la cuántica, en estos momentos, se está convirtiendo en real".

En su opinión, "la clave está en la intersección entre la cuántica y la IA, algo que nos lleva a pensar que en 2026 podremos demostrar que la cuántica ya resuelve problemas que no puede resolver la computación clásica". En definitiva, dice, todo parte de "enfrentar los modelos tradicionales de IA con los modelos fundacionales".

En este sentido, Curioni no dudó en recordar que IBM posee potentes herramientas como las diferentes versiones de Granite, "nuestra familia de modelos de IA abiertos, de alto rendimiento y confiables, diseñados para empresas y optimizados para escalar sus aplicaciones de IA".

La compañía ha estudiado que modelos como estos "incrementan la productividad un 40% en recursos humanos, un 90% en la relación con los clientes y mejoran un 60% la modernización para el desarrollo de aplicaciones".

Concluye Curioni con las cuatro tendencias actuales del cambio de paradigma: "Los datos están cambiando (ya no se trata del 'big data', sino del 'good data'); cambia la manera en la que alineamos los diferentes modelos, cambian las arquitecturas y cambia cómo se están usando los modelos".

"Los datos están cambiando; cambia la manera de alimentar modelos; cambian las arquitecturas y cambia cómo se están usando los modelos".

Alessandro Curioni, VP de IBM Research Europa y África.

También aparece en el discurso la palabra colaboración. "Cada vez es más importante entender que la colaboración es la mejor manera de avanzar en estos campos", resalta Juan Bernabé-Moreno.

Y por eso, el evento de Zúrich sirvió también para celebra el primer aniversario de la AI Alliance.

Hace un año, IBM, Meta y más de 50 organizaciones líderes en IA anunciaron la creación de AI Alliance , una colaboración global comprometida a construir, habilitar y promover la innovación abierta en IA en todo el panorama tecnológico y social para garantizar que la tecnología de IA sea accesible, confiable y beneficiosa para todos.  

Tras ese primer año, la alianza ya la conforman más de 140 miembros en 23 países, con un comité directivo y 12 grupos de trabajo principales. Se han publicado cinco Guías de AI Alliance sobre temas esenciales en IA, incorporando la experiencia de nuestros miembros, catalogando las herramientas abiertas más capaces y guiando a investigadores, desarrolladores y tomadores de decisiones organizacionales sobre cómo construir y aplicar IA. 

"Hoy nos comprometemos a multiplicar por diez la amplitud de nuestro alcance e impacto en 2025. Como siguiente paso hacia ese objetivo, nos complace anunciar dos nuevas iniciativas importantes de la AI Alliance que nos llevarán hasta 2025: nuestra Iniciativa de Evaluación de Confianza y Seguridad y la Iniciativa de Datos Abiertos y Confiables", explican fuentes de la compañía.

Estas nuevas iniciativas "son prioridades importantes para la AI Alliance y sus miembros y buscan abordar algunos de los mayores desafíos de la IA en la actualidad: la procedencia, la transparencia y la calidad de los datos que utilizamos en los modelos y sistemas de IA, y las herramientas, los métodos y la orientación sobre cómo construir e implementar sistemas de IA en los que las personas y las organizaciones puedan confiar".

Sevilla FC y Santander, invitados al evento

Casos como el del Sevilla Fútbol Club tuvieron protagonismo durante la jornada. Se trata de la primera institución deportiva que forma parte de la AI Alliance y su CDO, Elías Zamora, remarcó que la presencia del club andaluz está basada en "la necesidad de conocimiento, de comunidad, de interactuar y de mejorar la adopción de IA".

Entre los diferentes casos de colaboración a los que se dio voz durante el evento destacó un mensaje casi unánime: "La investigación en este campo debe ser transparente y abierta".

Vuelve el director de IBM Research para Europa, Reino Unido e Irlanda, Juan Bernabé-Moreno para mostrar optimismo en cuanto a la competencia entre el Viejo Continente y otros gigantes como China o Estados Unidos.

"Aquí tenemos un mindset muy avanzado, sobre todo en empresas financieras", explica. Campos sobre los que él tiene responsabilidad investigadora en IBM, como el de la sostenibilidad, también progresan de manera muy evidente.

Explican desde la compañía norteamericana que "a medida que entramos en la era de la energía con bajas emisiones de carbono, las nuevas fuentes de generación de energía y los programas de distribución impulsarán la red eléctrica de maneras para las que no estaba diseñada inicialmente y ahí es donde entran en juego los investigadores de IBM".

Hablamos del programa GridFM, cuya hoja de ruta comienza con un entrenamiento previo en más de 300.000 problemas de flujo de potencia óptimo resueltos en redes de varios tamaños. "Se espera que una primera versión de GridFM esté disponible en el segundo trimestre de 2025. Los investigadores imaginan que este modelo utilizará datos espaciales, temporales y de texto multimodales para respaldar una red más resistente", indican desde la compañía.

Entrada principal del IBM Research Center de Zúrich.

Para ello, se necesita una infusión masiva de inteligencia. "Las tecnologías de modelos de base son ideales para abordar la complejidad subyacente de los sistemas de energía", afirma Bernabé-Moreno.

En este sentido, "hemos estado colaborando con la NASA para crear modelos básicos capaces de comprender los cambios en la superficie de la Tierra o comprender el tiempo y el clima. Nuestros modelos básicos pueden, por ejemplo, reducir la escala de los modelos climáticos para comprender cómo será el tiempo en el futuro, identificar áreas afectadas por catástrofes naturales o predecir la formación de islas de calor", detalla el español.

Con la comunidad científica trabajando en nuevas formas de abordar las demandas energéticas de la IA, "es el momento adecuado para utilizar la IA para optimizar nuestros sistemas energéticos para la era baja en carbono; he trabajado durante muchos años en la aplicación del aprendizaje automático para impulsar la transición energética y por primera vez veo un cambio fundamental en la forma en que la IA puede abordar estos desafíos", concluye Bernabé-Moreno.

Más allá de las diferentes aplicaciones de la cuántica, la clásica, la IA o la combinación de las tres, para el directivo español "aún nos falta imaginación para ser conscientes de todo lo que podremos hacer".

Para caldear un poco el ambiente en una fría jornada bajo cero en Zúrich se habló también de criptografía cuántica como escudo de seguridad de las empresas. En esta ocasión la idea era hacer un llamamiento, algo así como un 'no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy'.

Otro representante español en el evento, Jaime Gómez, responsable de Quantum de Banco Santander, aludió a evitar la "criptoprocastinación", término que gustó a los presentes y que dibuja muy bien la necesidad de ponerse las pilas en este ámbito.

En IBM también lo tienen claro. De hecho, revela Bernabé-Gómez que "hay más avances en criptografía cuántica que en desarrollo de computación cuántica; tenemos obsesión por la seguridad".