CES 2025, en su entrada a la exposición Unveiled.

CES 2025, en su entrada a la exposición Unveiled. Julio Miravalls

Tecnológicas

CES 2025: la industria tecnológica mira con recelo los aranceles de Trump y pide políticas pro innovación

Las Vegas (EEUU)
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El CES es como la decimotercera campanada del año nuevo. El Consumer Electronics Show (Feria de Electrónica de Consumo) anuncia cada mes de enero el comienzo de un nuevo ejercicio en el campo de tecnología y la innovación, con la etiqueta de ser el mayor evento del mundo en la especialidad. Este año cuenta con “más de 4.000 empresas exponiendo su innovación”, según los organizadores, y cuyas actividades se desparraman en diversas sedes por todo el eje central de Las Vegas. 

Y, además, crece y se hace mayor, abarcando nuevos espacios y conceptos intangibles de gran peso, como la inteligencia artificial ahora mismo, en lo que en origen era un espectacular escaparate de dispositivos, ya en el mercado o a punto de entrar en él, listos para estimular el apetito del consumidor a pie de calle. Ahora la innovación orientada a la empresa cobra mayor protagonismo frente a los móviles, las televisiones y los robots de limpieza doméstica.

“He trabajado aquí doce años y hace diez, [el CES] era más de consumo, pero estamos evolucionando. Entre el 30% y el 40% de las exhibiciones son tecnología para la empresa”, detalla para DISRUPTORES - EL ESPAÑOL Jessica Boothe, directora de investigación de mercados de CTA, la compañía que organiza la macroferia tecnológica y algunas cosas más.

Hay una línea borrosa para delimitar cómo las innovaciones ayudan a la empresa, antes de verlo en el lado del consumidor”, prosigue Boothe. “Tomaré como ejemplo la IA, que está ayudando con la productividad. Si miramos la movilidad, también hay una historia industrial de cómo mejora la seguridad alimentaria, con John Deere. Está ayudando a la capacidad de Kubota para tener vehículos autónomos. Y los vehículos autónomos también influyen en la movilidad desde el punto de vista del pasajero, que es el consumidor. Tener a todas las tecnologías reunidas en un solo espacio constituye un fantástico momento para venir al CES y verlo todo junto”.

Boothe subraya que el CES prepara su programa “de manera holística, pensando en las tendencias y mirando a toda la industria”. Y, como parece inevitable, la gran tendencia este año es la IA, “que estamos viendo que continúa evolucionando. Este año la evolución va a ser cómo se humaniza, en términos de capacidad para hacer un chat; la veremos en el gemelo digital; y, por supuesto, en robótica. Eso desde el punto de vista de aplicación directa, pero la IA es parte de todo el ecosistema tecnológico. Está impactando en toda la industria. Más allá de la IA, tenemos otras tendencias como la salud digital y la sostenibilidad”.

Jessica Boothe, directora de investigación de mercados de CTA.

Jessica Boothe, directora de investigación de mercados de CTA. Julio Miravalls

Políticas a favor de la innovación

El CEO de CTA, Gary Saphiro, detalla que “la Asociación de Tecnología de Consumo [CTA] es una organización no gubernamental, sin ánimo de lucro, con más de mil miembros corporativos en Estados Unidos y Canadá. Aunque el CES se celebra sólo una vez al año, CTA está trabajando los 365 días por el cambio y la innovación. Estamos enfocados en nuestra misión, que es fomentar la innovación y hacer crecer la industria tecnológica”.

“Nuestro trabajo”, dice Saphiro, “es asegurarnos de que la innovación pueda prosperar y dedicamos gran parte de nuestro tiempo a diferentes tareas. Sobre la política en Estados Unidos y Canadá, y a veces también damos opiniones en otras partes del mundo, abogamos por políticas que no sean ni republicanas ni demócratas, sino a favor de la innovación”.  El CEO recuerda que su organización está asociada con Naciones Unidas en lo referido a los “derechos humanos fundamentales, acceso a alimentación, aire y agua limpios, atención médica...”.

“También contamos con investigaciones y análisis originales”, añade, subrayando que su actividad no se limita a organizar el CES. “Nos fijamos en las tendencias y hacemos pronósticos y trabajamos con muchos estándares. Algunos son voluntarios, como la privacidad, en lo que trabajamos hace más de 10 años para dispositivos wearables. También trabajamos con estándares que son adoptados en cooperación y bendecidos por el gobierno, como hicimos con la televisión de alta definición. Y mi estándar favorito: creo que todos conocen el Bluetooth. Ahora hay algo llamado Airplay [tecnología original de Apple para streaming], que está en todos los dispositivos portátiles”.

La  presidenta de la CTA, Kinsey Fabrizio, y su CEO Gary Saphiro, en CES 2025.

La presidenta de la CTA, Kinsey Fabrizio, y su CEO Gary Saphiro, en CES 2025. Julio Miravalls

De esos análisis propios se deduce, por ejemplo, que hay un “cambio generacional que afecta al núcleo mismo de la evolución en la relación entre la humanidad y la tecnología: el auge de la Generación Z” explica Brian Comiskey, director senior de innovación y tendencias.

Esa Generación Z, los nacidos entre 1997 y 2012, es ahora la más amplia globalmente, un 32% de la población y supone el 27% de la fuerza laboral. Son, en un 60%, early adopters (pioneros) en la adopción de nuevas tecnologías y multiplica por 2,5 veces la tendencia a comprar artículos considerando valores de sostenibilidad.

Precisamente “sostenibilidad” es una de las grandes tendencias que percibe ahora CTA en el ámbito de la innovación, junto con la “transición energética”, el “refuerzo de las cadenas de suministro alimentario”, cambios en “movilidad”, “confort en el hogar inteligente” y la confluencia de la industria de “contenidos” con la cultura. Y, por supuesto, una vez más, todo lo referido a la inteligencia artificial. 

Moda, cuántica y mascotas

Hablando de actividad propia, la presidenta de CTA, Kinsey Fabrizio, aprovechó la primera jornada de trabajo del CES, dedicada a periodistas y analistas antes de la apertura de la feria propiamente dicha, para anunciar dos novedades de calado: las asociaciones establecidas con el Consejo de Diseñadores de Moda y con el Quantum World Congress. El evento incorpora en 2025 espacios dedicados a belleza y cuidado personal; tecnologías para equipos y maquinaria industrial; y también para mascotas y bienestar animal.

“Es algo de lo que nunca hemos hablado antes, la computación cuántica”, apunta Saphiro. “Así como la transición energética: necesitamos más electricidad para alimentar los coches eléctricos. Todas ellas son tecnologías reales, o que llegarán pronto. La innovación es rápida, furiosa y hermosa. Cambiará el mundo”.

Fabrizio, por su parte, afirma que es el momento de empezar a hablar “de lo que es posible con la computación cuántica en relación con diversas industrias como el transporte y la biotecnología”. Aunque con una puntualización: “Creo que, en el futuro, algún día hablaremos de aplicaciones de consumo, pero en el CES 2025 la noticia es nuestra asociación con el Congreso Mundial Cuántico”.

Un robot de compañía con IA de Enchanted, mostrado en CES 2025.

Un robot de compañía con IA de Enchanted, mostrado en CES 2025. Julio Miravalls

En cuanto a la patata caliente de las relaciones entre innovación, tecnología y política, el CEO del CES no elude responder: “Respecto al presidente entrante Trump [tomará posesión el 20 de enero], quien ha hablado de su amor por los aranceles, es justo decir que no sentimos el mismo afecto por los aranceles. Un arancel es un impuesto y es inflacionario, que es un gran problema en los Estados Unidos y en todo el mundo. Hemos tratado de luchar contra la inflación, porque afecta a todo el mundo, especialmente a los consumidores del extremo inferior del espectro económico”.

“También nos preocupa que otros países los impongan. Y hay muchos tipos diferentes de aranceles. No sabemos lo que va a pasar, pero nosotros hemos expresado nuestros puntos de vista de manera bastante pública, tal como lo estamos haciendo hoy ante la prensa mundial”. Un estudio de CTA estima que la imposición de aranceles sobre tecnología de consumo podría suponer una pérdida de capacidad de compra para los estadounidenses de entre 90.000 y 143.000 millones de dólares.

De Trump a China

No obstante, Saphiro sí elude en nombre de CTA cualquier beligerancia preconcebida: “Tenemos un presidente elegido democráticamente y hará muchas cosas buenas. Ha presentado algunos nominados interesantes. Por ejemplo, el candidato a secretario de Transporte está muy a favor de los vehículos autónomos, que nos gustan, y eso es muy bueno. Y también la regulación y la actitud proempresarial es buena. El presidente Trump ha anunciado una voluntad para actuar de acuerdo con sus amenazas, pero parte de ellas son simplemente negociadas”.

“En última instancia, creo que al presidente Trump lo apoya Estados Unidos, y aunque no todos querían lo mismo, se desea una economía fuerte, no solo en Estados Unidos, sino en todo el mundo. Siempre hemos trabajado con cada nueva administración, con la [primera] administración Trump fue durante cuatro años, e hicieron muchas cosas muy buenas, centrándose en los aprendizajes, el emprendimiento y los trabajadores altamente cualificados, así como sobre las mujeres. Así que hay muchas cosas buenas que harán y estoy seguro de que habrá algunas cosas con las que no estemos de acuerdo. Estoy feliz de poder estar en desacuerdo públicamente”, remacha Saphiro.

En cuanto a China, afirma que “la relación es muy importante para las economías globales más fuertes y queremos hacer todo lo posible para cooperar, pero reconocemos que hay diferentes estrategias. Hay diferentes intereses, y cuando se trata de temas de seguridad nacional, damos un paso atrás. Como organización, trabajamos con nuestro gobierno, confiamos en nuestro gobierno. Pero en general, en términos de productos de consumo, creo que es justo decir que creemos que no debería haber un arancel extraordinario para aquellos con origen en China”.

“Trabajé muy duro en la década de 1990 por unas relaciones comerciales normales permanentes con China. Estábamos muy emocionados hace 10 años, cuando se estableció una visa de 10 años. Luego muchos la renovaron. Ahora ha habido algunos problemas con nuestro programa, y con muchas otras ferias comerciales, porque es más difícil para los chinos entrar en Estados Unidos. Sólo es un hecho, y veremos cómo se desarrolla, porque parece que hay un gran aumento de solicitudes a medida que expiran esas visas de 10 años. Tenemos que encontrar una forma de trabajar juntos. El presidente Trump está muy dispuesto, según las noticias sobre él, pero es un desafío para otros países. Me gusta pensar que el mundo será mejor en cuatro años. Y creo que así será porque hay buena fe en ambas partes y un gran deseo de hacerlo” concluye el CEO de CTA.