Empieza la guerra
Un país sin ciencia es un país sin futuro. Un país sin innovación es un país condenado a comprarle a otros lo que necesita. Un país sin investigadores es un país sin esperanza
Un país sin ciencia es un país sin futuro. Un país sin innovación es un país condenado a comprarle a otros lo que necesita. Un país sin investigadores es un país sin esperanza.
La innovación no se improvisa, la ciencia no se improvisa, los investigadores no caen del cielo formados, aquí lo iremos viendo cada semana. Las grandes ideas surgen después de mucho trabajo, los grandes avances que pueden salvar el mundo podrían estar gestándose en un laboratorio español. Así, me viene a la cabeza el sensor capaz de detectar el VIH sólo una semana después de la infección, las tijeras moleculares que han empezado a revolucionar el campo de la salud, la nueva carrera espacial…
Si eres de los que cree que fuera las cosas se hacen mejor, sinceramente, deja de leer, no te guardaré rencor. Yo soy de esos, y somos muchos, que pensamos que aquí la ciencia no ocupa el lugar que debería, que hay ideas brillantes, pero que no encuentran la forma de salir adelante. Ya está bien de tópicos.
Las PYMES españolas que pasarán por esta columna, recordemos que son la mayoría del tejido empresarial español, son de esas que luchan cada día para que una parte de ese, a veces pequeño beneficio, se reinvierta en innovación.
Laboratorio Made in Spain va a ser una columna de guerra de guerrillas, de ataque directo y claro, de decisiones apasionadas, que no irreflexivas, y de contar las historias tal y como son. Bienvenidos a la realidad de la innovación en este país.
¿Recordáis la famosa frase de Unamuno? Pues el “Que inventen ellos” se ha acabado. Inventemos, nosotros, llenemos la investigación de caras nuevas, de nombres de fuera, de los mejores, estén donde estén. Pongamos en valor ese conocimiento de los laboratorios, convirtamos todo ese saber en un beneficio para la sociedad. Os puedo asegurar que, poniendo las cosas en su sitio, las cifras sales, sólo hay que echar cuentas.
La crítica constructiva es la única crítica que vale en este campo. Aviso a los necios, aquí no aparecerá el que nunca lo ha intentado ni el que pone piedras en el camino a los guerreros de la innovación. Si no vas a ayudar, échate a un lado, porque los que creemos en esto necesitamos espacio, si no vas a apoyarnos, al menos no molestes.
A los aventureros, a los idealistas, a los que tienen un sueño, a los que confían en que una gran idea puede cambiar el mundo.
¡Bienvenidos!
¿Hay miedo al fracaso? No, hay miedo a no intentarlo porque, como muchos ya sabemos, los descubrimientos se logran cuando se tiran barreras; los avances se consiguen cuando se tiran muros.
Pasen y vean, la guerra será cruenta.