Los asistentes virtuales se han convertido, por exceso y por defecto, en la manifestación más inmediata de la llegada de la inteligencia artificial a nuestras vidas. Con permiso de chatbots y los -muy publicitados pero apenas comercializados- robots personales, esta clase de herramientas capaces de interactuar con lenguaje natural y por medio de varias fuentes de entrada (texto, voz, etc.) son el ejemplo paradigmático de que algo está a punto de cambiar.
A buen seguro que si hablamos de asistentes virtuales, a todos se nos vengan a la cabeza el tan famoso Alexa de Amazon o los pioneros en esta arena, Siri de Apple y OK Google (ahora reconvertido a Google Assistant). Grandes nombres sin duda, pero que han sido incapaces de replicar su éxito mediático y cierto calado en el mercado de consumo dentro del (mucho) más exigente segmento profesional.
Una encuesta de Spiceworks conocida esta semana, con datos del tejido empresarial de EEUU y Europa, revela que, contra el imaginario colectivo, el asistente virtual líder dentro de las compañías no es otro que Cortana, la particular apuesta de Microsoft en este terreno. 49% de cuota de mercado, para ser exactos, frente al 47% de Siri, el 23% de su homóloga de Google o el residual 13% de Alexa.
Es muy pronto para hablar de vencedores y vencidos (apenas un 29% de las empresas ha integrado un asistente virtual o planea hacerlo este año) pero existen varios motivos para destacar a Cortana por encima de sus rivales. El primero de ellos es su integración plena con Windows 10 lo que, por un lado, dispara su adopción (involuntaria) pero, también, permite a este software una mayor granularidad dentro de este sistema operativo, el mayoritario del mundo entero.
También hay que echar un ojo a las preocupaciones de los CIO en esta arena: privacidad, inmadurez tecnológica y coste. Amazon ha sido criticado por varios de estos factores, mientras que Apple y Google pecan de estar pensados para necesidades personales y no bajo los estrictos estándares corporativos que, por el contrario, sí entiende Microsoft con su Cortana. Y, a todo ello, hemos de unir el vínculo (actual o potencial) de este asistente con herramientas de negocio como Azure, Power BI, Dynamics 365 e incluso LinkedIn.