Ojo al comercio, está muy tocado
Lo saben bien los expertos del sector. En los buenos tiempos, podía costar entre dos y tres años encontrar u buen local en el Barrio de Salamanca de Madrid. Eso si tenías unos contactos que te dieran el chivatazo. Hoy un operador recibe hasta "12 ofertas" cuando pregunta por una de las manzanas próximas al Retiro. ¿Qué está pasando en el comercio en España?
No quiero pensar en la espiral de reconversión en la que se encuentra inmerso el sector en países como Estados Unidos, donde aún resuena el estudio de Credit Suisse, según el cual más de 8.600 tiendas físicas podrían haber bajado la persiana en 2017. Es un número superior al registrado en 2008 cuando el país estaba en recesión y no viene solo: el mismo informe sostiene que una cuarta parte de los centros comerciales cerrarán en cinco años.
No sirve de consuelo que la oferta de metros cuadrados de venta al público per capita en EEUU multiplique por seis la de Europa y Japón, cuando de lo que se habla es del previsible cierre de cerca de 100 millones de metros cuadrados hasta 2022. En España aún pervive la fórmula de comercio urbano, frente a la de los malls dominante en buena parte del mercado norteamericano, pero ¿podrá salvar la calle a la tienda de seguir una deriva similar?
En realidad, los expertos destacan que EEUU se enfrenta a un problema inmobiliario sin precedentes por el acúmulo de espacio carente de uso claro. A la hora de encontrar una explicación, algunos sostienen, como el responsable de experiencias en retail de ?What if! The Innovation Company, Bart Higgins, que el auge de las tiendas online está provocando que los centros comerciales ya no sean un lugar para comprar, sino para vivir experiencias imposibles en el mundo virtual. Pero en un mercado más complejo y reticular como el español no puede ser tan sencillo.
Hay que incluir la caída de márgenes provocada por el estado de oferta permanente en el que se encuentran sectores como el textil-confección, la aparición de cadenas low cost capaces de sobrevivir con altas tasas de rotación y en menor medida el impacto de gigantes del ecommerce como Amazon. Lo evidente es que el segmento medio, el que no es lujo ni low cost, está sufriendo mucho, incluidos algunos grandes players que parecían inquebrantables. Porque sobre todos los factores circunstanciales mencionados hay uno más definitivo: encontrar el modelo de negocio para sobrevivir en el nuevo entorno digital no es una cuestión elegible. Es un imperativo.