De Taipéi a Abu Dabi: cómo ayudar a proteger el cultivo de dátiles con IoT
Óscar y Ramiro narran su experiencia en una incubadora china para desarrollar su proyecto de internet de las cosas
La cooperación entre el sector privado y las universidades está bastante extendida en Asia y resulta común que las empresas financien proyectos de investigación y laboratorios, invirtiendo en el desarrollo del talento cualificado. Sigfox, LoRa y Weightless, tres de las principales firmas de telecomunicaciones de internet de las cosas (IoT por sus siglas en inglés), visitaron la clase Industrial IoT and Applications, que imparte el doctor Shu-Hao Liang en la National Taiwan University of Science and Technology (NTUST), de quien fuimos alumnos.
El objetivo de la visita era aclarar diferencias, profundizar en los diferentes tipos de tecnologías disponibles en el mercado y ofrecer soporte en los problemas que afrontamos como estudiantes. Pero también poner al alcance de los estudiantes oportunidades de empleo, y no solo en calidad de prácticas, como es habitual, sino también a tiempo completo.
UnaBiz es el proveedor local de la red IoT de Sigfox en Taiwán y fue la empresa encargada de presentarnos la segunda edición de la Hacking House, la incubadora internacional de proyectos IoT de Sigfox, que este año celebra su segunda edición tras el lanzamiento el año pasado en Silicon Valley. El programa ofrece formación por parte de empresas privadas, cooperación con entidades locales, oportunidades laborales y la posibilidad de lanzar una startup mediante programas de incubadoras y aceleradoras empresariales.
Decidimos participar y desarrollar una solución centrada en el sector de la agricultura inteligente (o smart farming), motivados en parte por interés personal, ya que uno de nosotros, Ramiro, nació y creció en Colombia y tiene una estrecha relación con el campo: su familia se ha dedicado a cultivar café desde hace tres generaciones. Desde Sigfox, en base a su experiencia y know-how tecnológico y empresarial y a los intereses de los estudiantes, proponen distintos proyectos que debemos sacar adelante, redirigiendo nuestros esfuerzos hacia proyectos viables.
Nos decantamos por una iniciativa centrada en la monitorización de palmeras. Concretamente, en el trimestre de duración de la Hacking House, crearemos una solución que permitirá monitorizar las palmeras del dátil para prevenir la plaga del picudo rojo, que es muy dañina para el agricultor: aproximadamente, el 30% de la producción global total de dátiles se pierde por este insecto, que, por ejemplo, atacó con especial fuerza en Valencia el año pasado, donde tuvieron que tratarse más de 5.000 palmeras.
La Hacking House de Sigfox comenzó con un hackaton de tres días de duración durante los que tuvimos que conseguir obtener un enfoque para el problema que queremos resolver, tanto a nivel de negocio como técnico, para convencer al jurado de que nuestra idea es válida y viable. El hackaton fue duro, pero el desafío real comenzó después: una vez concluido, se nos ha dado libertad para incorporar nuevos miembros al equipo y sumar nuevas habilidades y conocimiento al grupo.
El cliente de nuestro proyecto es el Ayuntamiento de Abu Dabi, con quien hemos contactado para conocer mejor las especificaciones que deberá tener el prototipo en el que ya estamos trabajando. Ya hemos sacado en claro el presupuesto disponible designado a cada dispositivo que queremos fabricar y estamos debatiendo sobre los componentes que nos van a permitir satisfacer tanto las especificaciones técnicas como las presupuestarias.
En las próximas semanas, probaremos los diferentes sensores y demás componentes en el taller que Sigfox nos ha proporcionado para tener todo a punto para el crash test, una nueva reunión de 30 minutos con el Ayuntamiento de Abu Dabi en el que le mostraremos el avance del proyecto, intercambiaremos opiniones y seguiremos avanzando.
Así han llegado a la Hacking House de Sigfox
Óscar Pitton y Ramiro Ramírez son licenciados en ingeniería de sistemas electrónicos por la Escola Politècnica Superior d’Enginyeria de Vilanova i la Geltrú (EPSEVG), donde se familiarizaron con las tecnologías relacionadas con internet de las cosas y smart cities.
rnLa EPSEVG mantiene acuerdos de cooperación con la National Taiwan University of Science and Technology (NTUST) y, durante los estudios de grado, Ramiro cursó un semestre de intercambio académico en Taipéi, donde descubrió la industria tecnológica taiwanesa. Empresas de la talla de Acer, Asus, HTC, Realtek, TSMC, D-Link o Foxconn fueron fundadas en la isla de Taiwán, lo que convierte al mercado asiático en un destino tecnológico muy atractivo con abundantes oportunidades laborales en la rama de la ingeniería. El idioma oficial del país es el chino y las universidades suelen ofrecer programas gratuitos para aprenderlo.
rnLa oferta de másteres en inglés es amplia y las proyecciones laborales, muy favorables. Por ello, Óscar y Ramiro decidieron estudiar estudios de máster en Taiwán. Actualmente, ambos están estudiando un máster de negocios (MBA internacionales o iMBA) en diferentes universidades de Taipéi, estudios que compaginan con su participación en la segunda edición de la Hacking House de Sigfox, la incubadora global del operador de internet de las cosas. Por primera vez, dos estudiantes procedentes de una universidad española están incluidos entre los 24 participantes de dicha incubadora, cuyo objetivo es fomentar el desarrollo de soluciones innovadoras en el campo del IoT y cuya primera edición tuvo lugar en Silicon Valley.