Para algunas personas, el trabajo es el propósito de la vida, mientras que para otras es solo un medio para vivir mejor. Yo, personalmente, pertenezco al primer grupo, porque creo que el trabajo importa: es donde pasamos un tercio de nuestras vidas y contribuye a forjar nuestra forma de ser.
En este sentido, en 2019, hemos vivido importantes cambios en el mundo del trabajo que están trasformando profundamente cómo nos sentimos, nos comportamos e interactuamos en el ámbito profesional. Gracias a las nuevas tecnologías, nuestras experiencias laborales son cada vez más intuitivas, más fluidas y más valiosas.
En la región EMEA se han producido muchas novedades tecnológicas —desde la digitalización de los flujos de trabajo hasta la trasformación digital— que han visto la luz para revolucionar la experiencia de los empleados. No obstante, me gustaría concentrarme en tres tendencias que, en mi opinión, han revolucionado el mundo profesional en 2019 y han sentado las bases para seguir mejorando la forma de trabajar de las personas en 2020 y en los años venideros.
1. Sentar las bases para un futuro compartido por hombres y robots
El debate sobre cómo la transformación digital y las herramientas de inteligencia artificial transformarán las empresas se remonta a hace tiempo. Sin embargo, no deberíamos olvidarnos de los factores "humanos" de la IA y de cómo estos cambios pueden mejorar nuestras vidas.
En el pasado, la IA se abordaba con escepticismo. Afortunadamente, esta equivocada percepción inicial se ha superado y la mayoría de las empresas de todos los sectores están implantado la inteligencia artificial en los flujos de trabajo en diferentes áreas de sus organizaciones. Esto se debe a que ahora sabemos que la IA no ha llegado para remplazarnos de forma repentina.
No se me malinterprete: los robots ya se encargan de algunos aspectos de nuestro trabajo, pero principalmente de las tareas repetitivas que, para nosotros, representan acciones monótonas que consumen mucho tiempo. En cambio, las máquinas son perfectas para estos trabajos y los ejecutan con la máxima precisión. Aún así, a estos robots les falta la empatía intuitiva que caracteriza a los seres humanos, y las empresas ya están empezando a comprobar los beneficios que aporta liberar a sus empleados de tareas monótonas para que puedan dedicarse a trabajos más significativos, donde sus capacidades humanas marcan la diferencia.
La IA está cambiando algunas formas de trabajar, pero no modifica el "instinto visceral" que caracteriza a los seres humanos en aquellas áreas que requieren pensamiento crítico. Así, a corto plazo —y mucho antes de que el trabajo desempeñado puramente por robots sea una realidad—, esperamos un futuro compartido por hombres y robots en el que los dos trabajarán al unísono. En calidad de seres humanos, debemos aceptar que el cambio está a la vuelta de la esquina y que es positivo.
Por lo tanto, en 2020 es importante que desarrollemos y defendamos todas las capacidades creativas humanas que la inteligencia artificial de los ordenadores y el aprendizaje automático nunca podrán reemplazar.
2. El auge de los robots colaborativos
La adopción de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático en las empresas está generando un intenso debate sobre cómo utilizar estas tecnologías en nuestro día a día. Conforme estas aplicaciones se hacen más comunes, nos hemos tenido que modernizar y adaptar nuestro vocabulario y los conceptos que utilizamos, entre los que se encuentra la palabra "cobot".
Estos robots colaborativos se dividen en muchas categorías, según la función que deban cumplir, desde aquellos basados en software (extensiones de los chatbots y asistentes virtuales) hasta herramientas robóticas físicas. Son nuestros nuevos compañeros de trabajo. Pronto vamos a tener que acostumbrarnos a colaborar muy estrechamente con máquinas inteligentes, lo que a medio plazo cambiará nuestro concepto del lugar de trabajo.
Por ejemplo, nos hemos acostumbrado ya a operar en entornos abiertos. Sin embargo, con los cobots, el software permitirá superar los límites físicos de las oficinas y facilitará los flujos de trabajo entre diferentes sedes. Por ejemplo, las acciones de los integrantes de un equipo en Madrid pueden ser revisadas casi en tiempo real por compañeros en Perú o Colombia. Un cobot no duerme, lo que posibilita el surgimiento de nuevos flujos de trabajo globales a través de medios digitales.
Además, los cobots pueden gestionar los planes de trabajo y las decisiones en la empresa para crear una experiencia de empleado mucho más fluida. De hecho, de aquí a diez años, no solo nos habremos acostumbrado a esta tecnología, sino que daremos por hecho su incorporación en la mayor parte de las cosas que hagamos.
3. El trabajo es cada vez más significativo
Otra tendencia que hemos observado en las empresas en 2019 es la búsqueda de un equilibrio entre la innovación positiva y la mejora de la experiencia del empleado. Escuchar, adaptarse y encontrar formas de apoyar a los trabajadores en sus carreras profesionales es clave.
Mejorar la experiencia del empleado con tecnologías digitales personalizadas, predictivas y sin interrupciones será un componente central en la estrategia de transformación de las empresas.
En su día a día, los empleados requieren el respaldo de diferentes departamentos y sistemas. En algunos casos, este apoyo será más relevante y en otros, menos. Sin embargo, queda claro que simplificar los procesos de gestión para que la ayuda llegue con mayor rapidez mejora la satisfacción del empleado y aumenta la productividad de la compañía.
Ya sea una petición de cambio de departamento, de vacaciones o de un nuevo ordenador, la capacidad de resolver estos trámites de forma ágil es importante. Los nuevos sistemas de gestión de trabajo reducen las fricciones e ineficiencias de estas tareas para que los empleados puedan centrarse en labores más estratégicas y significativas.
La retención de talento es una parte vital de la estrategia corporativa. Para conseguirlo, es necesario transformar drásticamente la experiencia del empleado. En 2019 hemos asistido a numerosos avances, y la transformación digital y la IA están encabezando este cambio con el objetivo de hacer el trabajo más simple, rápido y mejor. Tengo ganas de ver lo que 2020 y los próximos años nos deparan.
Chris Pope, vicepresidente del área de innovación, ServiceNow