Estamos en plena Navidad, época de paz y concordia. De establecer uniones y no separaciones. De estrechar lazos y no de dividir el aura familiar. Pero en algunos sectores estos principios no se reproducen con la exactitud deseable.
¿A qué nos referimos? A la particular batalla que IBM ha emprendido en los últimos meses contra Google a propósito del código abierto. Ambas compañías se venden como los grandes exponentes del open source a escala internacional (la primera gracias a la compra de Red Hat, la segunda en base a su experiencia con proyectos como Chromium o Android), siempre con permiso de Microsoft y su GitHub. Pero algo parece haberse roto en el delicado equilibrio que se mantiene entre la comunidad abierta y los propósitos comerciales de las grandes multinacionales que financian la fiesta.
La disputa es la que sigue: el Gigante Azul podría replantearse su posición en algunos proyectos de código abierto como Istio o Knative, especializados en la arena de los contenedores, así como de Tensorflow, el popular marco de desarrollo de inteligencia artificial, según The Register.
Las tres iniciativas están controladas por Google, firma que ha recibido numerosas presiones en los últimos tiempos para donar estos proyectos a una fundación independiente que no dependa de la estrategia corporativa de ningún coloso digital. No en vano, algunas de las premisas más exitosas en el código abierto están sostenidas por asociaciones sin ánimo de lucro: la Cloud Native Computing Foundation, la Fundación Linux o la Fundación JS.
Que IBM abandonase alguna o todas estas tres iniciativas no sería una novedad en su planteamiento respecto al código abierto. En el pasado, la multinacional norteameriana ya abandonó proyectos similares como Swift (servidores) o Kitura. En aquel momento, IBM apeló a la falta de adopción y a la redefinición de las "prioridades en materia de código abierto". Tampoco podemos obviar la inversión de esta compañía en Red Hat, pero también en otros aspectos como Apache Spark o proyectos como Kubeflow y Pytorch.
¿Cómo evolucionará la batalla por el código abierto en 2020? ¿Veremos un enfrentamiento de diversas marcas contra Google? Tenemos por delante 365 días para averiguarlo...