Es curioso que con la situación económica que estamos viviendo, el Ministerio de Educación no se haya parado a pensar en la importancia que tiene para la sociedad el conocimiento económico en un sentido amplio.
En el Proyecto de la nueva Ley de Educación, la Ley Orgánica de Modificación de la LOE (LOMLOE), no existe ninguna materia relacionada con el Emprendimiento, con la Economía o la Empresa en Secundaria.
En la actual Ley de Educación, la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad de la Enseñanza (LOMCE), sí son varias las asignaturas que permiten dicha formación al alumnado. Esta línea posiblemente se perderá si el Gobierno no lo corrige, cuando saque adelante la nueva Ley, en que la ciudadanía deberá “aprender economía” sufriendo sus efectos, cuando lo más sencillo sería enseñarla, como hasta ahora en los centros educativos a partir de la Educación Secundaria, haciéndola materia obligatoria en la ESO. Es incomprensible el veto a la enseñanza de la Economía y el Emprendimiento en la nueva Ley.
Con la nueva reforma educativa, algunos planteamientos recogidos en los Informes PISA de 2012, 2015 y 2018, como es la evaluación de la competencia financiera de los jóvenes de 15 años, parecen caer en el olvido. Y más aún, cuando una de las recomendaciones del Consejo de Europa de mayo de 2018 fue que “los Estados miembros deben favorecer la competencia emprendedora, la creatividad y el sentido de la iniciativa, en especial entre los jóvenes”, la denominada competencia de Sentido de Iniciativa y Espíritu Emprendedor. Así las cosas, vemos que la reforma educativa española se hace sin sentido, ni iniciativa, ni espíritu emprendedor.
Desde la Confederación Estatal de Asociaciones de Profesorado de Economía en Secundaria (CEAPES) presentamos el pasado mes de abril varias enmiendas a los distintos grupos parlamentarios en el Congreso de los Diputados, encaminadas a fortalecer el espíritu emprendedor a través de las distintas materias de iniciativa emprendedora que actualmente se imparten a los alumnos en ESO y Bachillerato.
En dichas enmiendas defendemos la existencia de una materia en alguno de los tres primeros cursos de ESO que aporte una formación económica básica, muy necesaria para cualquier ciudadano: la materia de Iniciación a la Actividad Económica y Emprendedora; y en cuarto de ESO, una asignatura troncal de Economía, que fuera cursada por todo el alumnado de este curso. Por supuesto esta formación debe tener continuidad en Bachillerato con materias relacionadas con la Economía y la Empresa.
En un contexto en el que el desempleo juvenil en España es el más alto de la Unión Europea con un 41,7% según datos de Eurostat del mes de julio, muy lejos de la media europea del 17%, y con una tendencia al alza, se plantea una situación contra la que debemos luchar ya desde las aulas.
La Iniciación a la Actividad Económica y Emprendedora es una forma de corregirlo, de integrar al alumnado en el mundo laboral, y desarrollar las habilidades necesarias para superar el contexto económico y social tan complicado.
Con este panorama tan desolador, no se entiende que el Gobierno esté vetando la formación en emprendimiento en Secundaria dentro de la reforma educativa actual. El conocimiento del contexto en el que las personas viven y trabajan en las organizaciones, el desarrollo de la capacidad para la gestión y toma de decisiones, el trabajo en proyectos sociales, o el fomento de la creatividad, la iniciativa, la innovación en la esfera personal y profesional son elementos que forman parte del desarrollo de esas habilidades.
El actual Plan de Recuperación para Europa para el Covid-19 supone unas importantes partidas económicas para España, en la que se incluyen estrategias basadas en Gasto e Inversión, en el emprendimiento social, que deben complementarse con su tratamiento en los currículos de secundaria.
Por otra parte, en el Proyecto de Ley Educativa se habla de la importancia de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), dentro del marco de la Agenda 2030. Si se analizan los ODS se encuentra una nueva incongruencia en la nueva Ley educativa. Si gran parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y sus consiguientes subobjetivos presentan un trasfondo económico, entonces, ¿cómo se van a conseguir introducir los ODS en educación sin hablar de Economía y Emprendimiento en las aulas? ¿Es que los alumnos de hoy no serán agentes económicos activos el día de mañana que trabajarán por mejorar la sociedad que plantea esos objetivos?
En definitiva, la enseñanza de la economía a nuestros jóvenes posibilitará un buen aprendizaje de los elementos que les harán salvar los obstáculos de la crisis. No es un discurso político, como algunos colectivos intentan asociar, es una necesidad educativa y social, y el veto a estas enseñanzas es vetar también el futuro social y laboral de nuestros hijos.
Juan Pedro Molina Lozano y José María Mezquita son miembros de la Confederación Estatal de Asociaciones de Profesorado de Economía en Secundaria (CEAPES)