Es difícil no argumentar que la tecnología ayuda al trabajo creativo. Esto es cierto desde hace décadas. Pero en la era de la inteligencia artificial, ¿cuáles son las implicaciones para los creadores a medida que las máquinas se entremezclan más en el proceso?
A medida que las herramientas de IA se encargan de tareas más complejas, se puede suponer que los creativos están preocupados por su lugar en el proceso. Sin embargo, una encuesta reciente indica que no es así.
La mayoría de los creadores consideran que su creatividad es exclusivamente humana y acogen con satisfacción las ventajas que ofrecen los flujos de trabajo asistidos por la IA.
Herramientas de IA para las industrias creativas
Durante el auge de la inteligencia artificial y el machine learning, no han faltado herramientas introducidas en los flujos de trabajo creativos. En la producción de vídeo, las funciones de los productos de edición de vídeo vemos un montón de ejemplos de cómo la IA está asumiendo tareas tediosas que antes consumían el tiempo de los editores.
La ciencia de datos se utiliza para mejorar los algoritmos de búsqueda y aparición de contenidos, reduciendo el tiempo que los creativos dedican a descubrirlos. El machine learning puede detectar los contenidos que los usuarios consideran valiosos, lo que permite determinar cómo hacer que esos contenidos aparezcan más y cómo reconocer contenidos similares.
A su vez, las herramientas inteligentes de búsqueda de palabras clave, impulsadas por la inteligencia artificial, pueden reconocer el contenido de una imagen o un vídeo y generar sugerencias de búsqueda de palabras clave. Puede ser fácil pasar por alto el impacto positivo que tienen los metadatos en el aumento de la capacidad de descubrimiento y la monetización. Para los colaboradores de medios de comunicación, los youtubers o cualquier persona que intente que se descubra su trabajo, estas herramientas cambian las reglas del juego.
Cómo resolver los cuellos de botella creativos
Una encuesta realizada en 2018 a profesionales creativos reveló que el 74% de los encuestados señaló que dedica más de la mitad de su tiempo a tareas tediosas y poco creativas y, precisamente, es en estas tareas en donde ven el mayor potencial de la Inteligencia Artificial y el Aprendizaje Automático.
Hay innumerables ejemplos de cómo se ha desplegado la tecnología para agilizar el proceso creativo, ahorrando tiempo, y dinero, y aumentando la calidad.
Prepararse para un futuro con IA
A medida que nos acercamos a un futuro en el que la IA se integra y normaliza en nuestro día a día, es hora de examinar cómo la industria creativa puede prepararse para ello. Para beneficiarse plenamente de lo que la tecnología puede ofrecer, los creadores deberían empezar a evaluar colectivamente en qué emplean la mayor parte del tiempo en tareas no creativas.
Los creadores deben prepararse para que algunos aspectos de sus funciones cambien. Jonathan Follet, músico y copresentador de Creative Next, un podcast que explora el mundo emergente de la automatización de la IA, explica que utiliza tecnología de flujo de trabajo como la generación algorítmica de acordes y ritmos, transformando su papel como creador. "Ya no soy el teclista, y más el arreglista" y "las negociaciones en torno al trabajo que hacemos con la IA marcarán los puestos de trabajo en el futuro" son algunas de las cosas que dice.
Aunque las tareas principales que antes se asociaban a un trabajo creativo podrían verse reducidas o incluso eliminadas por la IA, los creadores que reconozcan dónde están aportando un valor artístico real prosperarán, y los creadores de vídeo que reconozcan que su valor reside en la forma única de contar una historia, y no en sus conocimientos de tal o cual herramienta, saldrán adelante.
Por supuesto, lo que la IA aporta a la industria creativa no es del todo positivo o, al menos, genera algo de temor ante el mal uso. Me refiero a los deepfake, una tecnología de IA que permite superponer la cara de una persona a otro sujeto y que ya parece real, ¿verdad, Lola Flores?. Las imágenes generadas por inteligencia artificial, aunque también son defectuosas a simple vista, son lo suficientemente buenas teniendo en cuenta que se generan desde cero. Es difícil debatir sobre lo turbio de que estas tecnologías sean accesibles a las masas. Quizás en próximos artículos…
Los creadores también se enfrentarán a las obras de arte copiadas, es decir, las generadas por la IA, que imitan el estilo de las producidas por los humanos. Muchos sostienen que este tipo de obras cambia la naturaleza del arte y la creatividad.
Por último, se plantea la cuestión de si la racionalización de los procesos creativos afecta a parte de la magia de los ‘accidentes creativos’ que pueden inspirar y potenciar el trabajo creativo. ¿Elimina la tecnología el elemento de descubrimiento involuntario?
A pesar de los desafíos, la mayoría de los creativos no se sienten amenazados, sino fortalecidos por la llegada de más tecnología. La inteligencia artificial puede ayudar a ampliar las herramientas de creación más avanzadas, pero la emoción y el arte seguirán viniendo de los humanos. La tecnología puede dar forma a nuestros trabajos, pero no sustituye la necesidad de la inspiración humana. Veremos qué pasa.