Pues qué quieren que les diga. Que sí. Que Spain siempre ha sido different. Aquel claim turístico del franquismo sigue vigente para disfrazar lo mismo: las incongruencias de un país que es capaz de sorprenderte en unos avances, pero que topa con el palo en la rueda de la lentitud burocrática.
Es al menos la conclusión que uno extrae cuando lee los principales temas de la semana de D+I para hilarles este resumen semanal en lo digital. Podemos ser lo mejor y lo peor al mismo tiempo.
Alejandro Poveda es el Country Manager de Outfund en España, el mayor inversor en comercio electrónico y startups de nuestro país y Reino Unido que recientemente ha adquirido la española Clicfunds. Alejandro lo decía claro el martes: "Cuesta explicar en Reino Unido que aquí tardas dos meses en abrir una filial". Porque ese es el tiempo que han tardado en crear la suya.
Y en la misma reflexión con D+I añadía el contraste, porque cree que "la persistencia" es uno de los puntos fuertes de las startups españolas. Como los aguerridos Tercios españoles, afamados porque nunca se rendían. Lo llevamos en la sangre. Pero "falta creérnoslo", apuntaba Poveda. Según el inversor, estamos a años luz en atracción de talento de Francia, Reino Unido o incluso Portugal. Topamos con una administración anticuada.
Así nos ven quienes nos comparan para invertir. La resistencia al cambio no se da sólo en el interior de las empresas, es también del sistema. País de contrastes. Que se lo cuenten a cualquiera de las 100 startups de Lanzadera que esta semana entraban en un nuevo ciclo de aceleración. No está pagado el sufrimiento del emprendedor en España.
La vida empieza poco a poco a volver a la normalidad. El Startup Olé de Salamanca ya ha tenido 400 ponentes y muchas startups haciendo contactos e ilusionando a la ciudad universitaria. Conocemos iniciativas que sorprenden. Que muestran cómo la digitalización se cuela por todas las rendijas como un gas transformador. Gokoan se lanza a por los aspirantes a las 30.000 plazas de funcionarios. Tecnología para hacer itinerarios formativos personalizados y elegir las opciones con más posibilidades de éxito. Algo diferente y monetizable habrán visto los inversores cuando les han inyectado 1,2 millones.
Pero para inyección, quédense con este nombre: UnusuAll es la startup española de videojuegos que ha llamado la atención del gigante asiático Garena, plataforma que publica el mítico Free Fire. Tres millones de euros ha captado para aderezar con "un poco más de sal y de pimienta" los "juegos casual para móvil", según explicaba a D+I David Picón, CEO de la compañía.
Y para sorpresas, las conclusiones de algunos estudios. Según Harvard y Accenture, no es que falte talento digital, es que está oculto. No sabemos buscar el talento digital, clasificarlo y unir la oferta y la demanda. Y la peor vía para esa selección son precisamente los procesos automatizados, las nuevas plataformas de búsqueda de empleo digitalizadas porque no ven ese talento oculto. Según el estudio, el 54% de los trabajadores con potencialidades digitales en EEUU, están invisibilizados.
Donde no se ve a España es en la carrera por la computación cuántica. Mientras EEUU y China se enzarzan en una alocada carrera. D+I les contaba esta semana que, según la consultora IDC, alrededor del 7% de las grandes compañías a escala mundial ya dedica al menos un 17% de su presupuesto anual de tecnología a la partida cuántica. Poca broma. Ahí sí está la revolución de esta revolución.
Pero sí llevará marca española el sellado del mayor experimento de fusión nuclear del mundo. La cántabra Ensa empezará a sellar las vasijas en marzo.
Consenso en el Senado
En el ámbito de la política digital, el jueves en el Senado se volvió a comprobar que el terreno de la ciencia y la innovación hay un cierto pacto de Estado, un cierto consenso para dar continuidad. Afortunadamente. Claro que a sus señorías siempre hay que dejarles un espacio para la confrontación. Para eso sirvieron las bajas tasas de adhesión a la plataforma del radar Covid. En esa nimiedad superada quedó el debate. Pues bien.
En el ámbito internacional, el Foro Económico Mundial indicó esta semana el camino para que la inteligencia artificial sea el vehículo para llevar la energía a la transición a las renovables. "La IA puede actuar como una capa inteligente en muchas aplicaciones y tiene la capacidad de identificar patrones y conocimientos en los datos, 'aprender' lecciones con precisión y mejorar el rendimiento del sistema a lo largo del tiempo, y predecir y diseñar posibles resultados para situaciones complejas y multivariadas", según el responsable de Energía de Foro Económico Mundial, Roberto Bocca.
Sin embargo, es de los sectores en los que la IA apenas entra en proyectos. Está, pero sólo en fases experimentales. ¿Será que no interesa al puñado monopolístico de eléctricas europeas que llevan meses marcando máximos históricos en el precio? ¿Acaso no podría la IA crear un sistema de cálculo de precios más real y que no beneficie siempre a una parte?...
Me tocó estudiar ese sistema hace años. Si lo que querían era hacerlo complejo para que perdurase, lo consiguieron. Pero a uno ya le pilla mayor escuchar esta semana a un portavoz de las eléctricas explicando que ellas son las perjudicadas. Le tienen que pagar mucho a uno para salir a decir eso en público. Con la IA que indica el Foro Económico Mundial la complejidad se transformaría en eficiencia.
En esa misma línea de sostenibilidad apuntaba otro de los estudios de la semana, el de Moody's sobre la agricultura. Indican que la robótica, la sensórica y el Big Data suponen una nueva oportunidad para que la agricultura vuelva a dar un nuevo paso de gigante en su desarrollo y su enfoque a lo sostenible.
Pero las máquinas conectadas van a tener que empezar por la ciberseguridad desde su inicio, desde su fabricación. La patronal europea del sector digital, Digital Europe, ha pedido esta semana a la UE que empiece a pedir sistemas de ciberseguridad en la fabricación de elementos conectados, en cafeteras, frigoríficos, sensores,...
"Habrá casi 30.000 millones de dispositivos conectados para 2026 y garantizar su seguridad será el próximo gran desafío digital. Sin las normas adecuadas, aparatos como cámaras o cafeteras son vulnerables a los piratas informáticos, lo que pone en peligro a los europeos y facilita que haya ciberataques más importantes", advertía el viernes la directora general de DigitalEurope, Cecilia Bonefeld-Dahl.
Las brechas internacionales
En el ámbito internacional, Rosa Jiménez nos aconsejaba esta semana desde la redacción de D+I en Miami, no perder de vista a Jeeves, "la fintech de las startups internacionales". Han logrado 180 millones en apenas 100 días con su proyecto muy enfocado a América Latina. “Queremos apoyar a las startups que nacen en varios países a la vez. Las compañías crecen y se expanden a gran velocidad. Hasta ahora no ha habido servicios financieros a medida, capaces de acompañarlas en diferentes fases con sus necesidades según el momento”, apunta Dileep Thazhmon cofundador de Jeeves junto a Sherwin Ghandi.
Hace muchas décadas que no llegaba un fenómeno como el de la digitalización tan transversal, capaz de cambiarlo todo al mismo tiempo. De ser herramienta de palanca para mover a todo el mundo a la vez. Se ve en iniciativas como la lanzada esta semana por Google y el BID, el Banco Interamericano de Desarrollo. Un programa para impulsar el emprendimiento femenino en Latam.
El propio BID hacía público esta semana un informe sobre las oportunidades de desarrollo que tiene el 5G para los países de Sudamérica. El 5G es una infraestructura que nos igualará a todos en velocidad y en prestación de servicios. Un punto de encuentro instantáneo de la industria conectada. Erradicando brechas como la de género.
Leyendo sólo el resumen de todos estos avances de la semana (y los muchos que nos hemos dejado en el tintero), no es posible quedarse parado, con los brazos cruzados, resistiéndose a este tsunami del cambio en el que vivimos.
Desde un país como España puntero en internet de alta velocidad y que va a ser de los pioneros en la expansión del 5G... no podemos tener barreras que nos frenen dos meses la creación de filiales que vienen para invertir en el futuro. No podemos quedarnos de brazos cruzados sin denunciar esas incongruencias. Esa pasividad, esa lentitud de nuestra administración. No podemos esperar a que cambie desde dentro. Son las empresas y las organizaciones de afectados los que tenemos que poner sobre la mesa planes para que eso cambie e itinerarios de ruta. Y presionar sin cesar hasta que entren en una senda de normalidad.
De igual forma que la patronal digital europea ha planteado esta semana a la UE que se fabriquen los elementos interconectados ya con estándares contra los ciberataques, la CEOE y los colectivos de startups deberían poner sobre la mesa de la negociación un plan para la reforma digital de la administración con fechas, hitos y objetivos medibles. Sinceramente, creo que los propios gobernantes políticos están deseando que esa presión se produzca con fuerza para poder afrontar la enorme resistencia al cambio que van a tener. Que no sea sólo el director de una filial británica el que eleve la voz, empecemos a ponerlo como reivindicación de cabecera en todos los foros... ¿Y por qué no?
** Rafa Navarro es editor de D+I y CEO de Inndux.