Hace cinco años las previsiones internacionales indicaban que el grueso de la digitalización se produciría en el lustro que acabamos de cerrar. Quizás en algunos ámbitos haya ocurrido, en España y Latam ha habido avances y concienciación. Pero si tenemos que fijar para el futuro un año al que darle el título de transformador de verdad, ese debería ser el joven 2022 que acaba de nacer.
Por muchos motivos, pero en España por la llegada de la gasolina de los fondos Next Generation, éste será el año de la verdad. De saber si realmente estamos enfocando bien el cambio y de replantearnos los métodos de medición. En el Gobierno y la Administración General del Estado ya están concienciados de que debemos aplicar cambios importantes a las mediciones de la economía, adaptándolos a los nuevos parámetros de la era digital. Esa sí será una gran palanca del cambio.
El año amanece algo confuso y plagado de dudas en el ámbito internacional y privado porque este maldito Covid no nos deja volver a la normalidad. Y en el español porque la ejecución de los Next Generation topa con las trabas burocráticas.
El Consumer Electronics Show (CES 2022) de Las Vegas, el mayor y primer evento internacional del año ha arrancado esta semana frío. Con cancelaciones y poco lustre. Aunque no estén todos los que se esperaban, sí se puede destacar que la digitalización de la salud es quien lidera la transformación. Será por la concienciación del mercado, por el dinero que fluye sin parar para estas compañías o porque su tradicional empuje innovador se une a la digitalización...
Uno de los proyectos más destacados ha sido el de FaceHeart, una spionff del departamento de Ingeniería Eléctrica e Informática de la NCTU. La startup, fundada en 2018, ha dado a conocer en CES 2022 una tecnología de inteligencia artificial capaz de medir las constantes vitales a través de las cámaras de nuestros smartphones.
En paralelo, GeneASIC Technologies ha presentado en Las Vegas una plataforma que permitirá analizar nuestro genoma mucho más rápido y barato para predecir potenciales enfermedades y ofrecer tratamientos más personalizados.
Y atentos a este avance: Morari Medical ha anunciado un parche portátil con el que promete usar la neuromodulación para mejorar el rendimiento sexual de quienes los usen. Bajo la marca 'Mor', estos parches median entre las señales que pasan entre el cerebro y el sistema nervioso dentro del pene, o lo que es lo mismo, los mecanismos encargados de la eyaculación masculina.
Pero más allá de algunos anuncios prometedores, lo cierto es que se ha notado la ausencia de líderes como Meta, Twitter, Pinterest, T-Mobile, Microsoft, Google o Lenovo.
Ausencia, pero en la ejecución, es la que se percibe en España. El país que primero recibió fondos del plan de recuperación sólo ha logrado que las autonomías ejecuten el 25% de lo transferido. De los casi 6.000 millones, poco más de 1.500 se han activado. No es tener hambre y no poder comer. Es peor. Es tener necesidad y comida y no saber llevarla a la boca.
Decenas de miles de empresas han pasado un año planificando proyectos sin recibir fondos. Si en 2022 la asignación y llegada se retrasa o se ejecuta en esos términos tan bajos, la frustración aportará negros nubarrones a la tormenta perfecta con la que esta economía, en escalada de precios, inicia el año.
Los avances diseminados
Por lo demás, este inicio del año todavía con actividad baja por las fiestas nos ha dejado algunos avances dignos de destacar en este resumen semanal de lo mejor de Disruptores e Innovadores (D+I).
Ante el dominio de los gigantes Amazon o Alibaba, queda meterse por las rendijas del mercado. Una de las startups interesantes en ese terreno es Kubbo que ofrece una capilaridad y capacidad de entrega inteligente a las pymes. ¿Dónde está clave de su éxito? La fácil y rápida integración de su tecnología en todas las plataformas de ecommerce es uno de los pilares del proyecto. Además, desde su aplicación web se pueden gestionar todas las operaciones y hacer su seguimiento en tiempo real. En un año han multiplicado por 6 sus clientes y por 4,5 veces su facturación.
Y en la semana de los Reyes Magos, la redacción de D+I tenía que hacer un guiño a los avances en este terreno. Sus Majestades ya pueden apoyarse en la inteligencia artificial para acertar en los regalos, se llama Regality y es una plataforma barcelonesa.
El usuario que accede a la plataforma rellena un formulario sobre la persona que quiere agasajar. A partir de las respuestas obtenidas -donde se ahonda en preguntas sobre su personalidad e intereses, entre otras cuestiones-, el algoritmo de Regality realiza una selección de posibles regalos en menos de un minuto.
Pero para todo lo anterior hace falta una buena logística. La cordobesa Transeop ha creado una plataforma para optimizar las rutas. Es un tetris de la logística, un algoritmo de contratación directa de transporte en tiempo real. Un desarrollo pionero que permite el cálculo exacto, con un margen de error del 3%, del precio para enviar cualquier mercancía desde cualquier punto de España a otra ubicación, bien sea nacional o internacional.
En el ámbito público, esta semana hemos conocido a los tres campeones, los que se han llevado la mejor parte de la tarta de las adjudicaciones públicas en digitalización: Telefónica, Indra e Inetum. La inversión en tecnología (desde hardware hasta software, pasando por servicios o comunicaciones) por parte de lo público alcanzó los 3.505 millones de euros en los nueve primeros meses de 2021, un 93% más que el año anterior, un porcentaje que denota en la era en la que estamos entrando.
En 2022 uno de los temas digitales a los que tenemos que poner foco para conocer si es un bluf o un nicho interesante es a los NFTs. Los token no fungibles están campando por buena parte de los museos. Son activos no físicos considerados únicos en el mundo virtual y cuya originalidad está certificada mediante mecanismos de blockchain.
El 2021 ha sido el año en el que se produjo la venta por 58,5 millones de euros de la primera obra de arte no física –'Everydays: The First 5000 Days', de Beeple- o en el que se subastó por 2,4 millones de euros el primer tuit de la historia.
Ahora se pueden encontrar hasta en el Museo de Turismo de León. Allí se expone un activo que, paradójicamente, no tiene ningún valor. Se trata del facsímil de un documento original que físicamente no existe. Y se supone que eso es lo que tiene valor. Y no es otro que el documento por el cual seis cadenas hoteleras - Alma Hoteles, Castilla Termal, Fontecruz Hotels, One Shot, Room Mate Hotels y Único Hotels- formalizaron una alianza estratégica por la transformación digital del sector, la transferencia tecnológica, la promoción del talento… Salió al mercado el 15 de junio y sólo ha habido una puja, por 197 euros... En fin, para estar atentos, pero que no nos vuelvan locos.
Volvamos a lo útil. Y lo útil parece que como en el CES de Las Vegas lo vemos en la salud. Dos ejemplos para terminar. En Extremadura están apostando por las residencias de mayores digitalizadas, eso se traduce en poder medir la temperatura, la frecuencia cardíaca, el movimiento y actividad física, la calidad del sueño, detectar caídas, el consumo de calorías y nivel de esfuerzo, posibles arritmias cardiacas o realizar un trazado electrocardiográfico de los usuarios de los centros.
Y desde Chile llega la inteligencia artificial para detectar el Covid con una simple llamada de teléfono. Desarrollado por la Universidad de Chile, el sistema le pide al usuario que pronuncie algunas fonetizaciones controladas. Como a veces la persona pronuncia otras palabras o frases, usan tecnología de reconocimiento de voz basada en machine learning para eliminar lo que no interesa. Después aplican deep learning para estimar el grado de disnea o dificultad respiratoria. Están a la espera de que se apruebe su uso masivo.
¿Podrían utilizarlo las operadoras de telefonía, igual que lo han hecho las del agua, para detectar la afección por barrios? Seguramente sí. Y a nivel personal para un gran y rápido cribado. Pero pondrían en jaque al gran negocio de los test y pronto saldrían voces en su contra y estudios de lo más infundado para asegurar que no funciona. Como ya no tenemos tiempo de mirar quién hace los estudios y con qué finalidad, han entrado en el terreno fake... En fin, al menos las autoridades públicas deberían resistir a las presiones y tratar de avanzar e implantar sistemas como éste... ¿Y por qué no?
** Rafa Navarro es editor de D+I y CEO de Inndux Digital Group.