El sector de la vivienda ha sido históricamente uno de los ámbitos de la economía más susceptible a los cambios, avances y procesos de modernización y remodelación. Su importancia en el PIB de los países desarrollados -ampliamente en España con un 17% de la economía nacional- hace que el mercado de la vivienda (desde cualquier prisma) tenga una presión extra por conservar su relevancia.
La pandemia ha alterado las reglas del juego y, todavía sufriendo los coletazos del virus, los procesos y transformaciones se suceden de un modo más veloz, por lo que la capacidad de adaptarse a continuos cambios para lograr salir de esta situación en una posición de liderazgo se antoja más esencial que nunca.
2022 es una oportunidad magnífica para fortalecer los cimientos de un nuevo ecosistema en el sector de la vivienda. Ante esto, y con un lienzo en blanco sobre el que dibujar el devenir de un nuevo año, este entorno fija la vista en el horizonte futuro sobre varias palancas en las que soportar el peso de la responsabilidad en el sector.
Así ha surgido la revolución inmobiliaria 4.0. Un proceso transversal que trabaja en ofrecer el mejor servicio y la hiperpersonalización a través de la utilización de nuevas tecnologías como la realidad aumentada, la inteligencia artificial o big data para caminar a la vanguardia de los cambios estructurales que afectan al sector.
Un ámbito en el que, tal y como señalan en el informe de ‘Madurez digital del sector Inmobiliario’ elaborado por CBRE, la tendencia es al alza. Los datos del informe todavía suspenden, aunque por la mínima -4,9- el grado de madurez digital; eso sí, debemos ser optimistas puesto que ha crecido un 28% en el último año y las previsiones futuras son halagüeñas. Para el próximo ejercicio, más del 47% de los encuestados señaló que aumentarán su inversión en tecnología y digitalización, por lo que para 2024 estiman que la nota se sitúe por encima del ‘6’.
Ante este escenario es fundamental adecuarse a las nuevas exigencias que demanda el sector tanto para la oferta como para la demanda. La inversión en herramientas telemáticas con las que poder desempeñar cualquier proceso o firma, como los contratos o los servicios de gestoría, de manera digital; la utilización de big data, inteligencia artificial o machine learning para poder ofrecer visitas virtuales, recrear viviendas, reformas, etc. En definitiva, apostar por un nuevo paradigma situando al usuario siempre en el centro de la estrategia para satisfacer sus necesidades.
El avance tecnológico para esta estrategia usuario-centrista es la que han entendido a la perfección, y de ahí su éxito en los últimos tiempos, las proptech, compañías que utilizan estas nuevas herramientas para optimizar los procesos y digitalizar cualquier aspecto en el sector.
En este sentido, jugarán un papel muy importante las ayudas que lleguen desde los organismos europeos con los Fondos NextGen, ya que serán un impulso extra a que el cambio se lleve a cabo de modo eficaz en los próximos años. De hecho, España ya ha recibido 19.000 millones de euros de los 70.000 que están previstos en forma de transferencias hasta el 2027.
Gracias a esta inversión y la apuesta por la digitalización, se sustentan y crecen otras palancas fundamentales en el desarrollo del nuevo escenario para la vivienda. Nuevos retos y oportunidades que implementarán una mejora tanto energética como en cuestiones de rehabilitación de viviendas. El parque nacional tiene un gran potencial y con estos ajustes, logrará ser uno de los ejemplos en el mundo.
Nos encontramos ante un momento inédito para crear. De la pandemia han surgido infinidad de cambios y desafíos que han hecho temblar los sistemas establecidos para avisarnos de que la transformación en la que estábamos ya inmersos debía ser más real, veloz y eficiente. Los diferentes actores del sector inmobiliario deben ser conscientes de la nueva realidad, apostar de manera decidida por la innovación y aprovechar este escenario único para construir un futuro estable logrando, así, una posición capital en la economía del mañana.
*** Paulo Santos es CEO y cofundador de EDIFY