Sin tener un interés especial por resultar metafórico, siempre he considerado que nuestro paso por la vida puede ser simplemente 'Un viaje' , o puede ser 'El viaje'. La diferencia se encuentra en la actitud, en como queremos ver las cosas, o cómo nos enfrentamos a ellas. En definitiva, el propio ser humano es el que marca esa diferencia.
De la misma manera, eso es lo que ocurre cuando utilizamos la tecnología. Nos olvidamos en muchas ocasiones que debe ayudarnos a hacer más fácil nuestro viaje por la vida (The Journey), sea personal o profesional.
Tanto es así que las diferencias entre aquellas empresas que implantan con éxito o no la tecnología son las que se centran en las personas. No en las máquinas, no en las herramientas. Son las personas, tus compañeros, tú mismo.
Consideremos por un momento cuáles son las principales barreras que existen al implantar cualquier tecnología. Según un estudio publicado por Deloitte hace apenas una semana, de entre las ocho principales causas, cinco se centran en un origen, el ser humano: la gestión del cambio, las dudas sobre que aporta la tecnología, la cultura corporativa, o incluso si la información que aportamos es realmente sólida.
Personalmente, creo que el miedo a la sustitución hombre-máquina, está detrás de varios de los aspectos antes mencionados.
De nuevo volvemos a la importancia que tiene gestionar adecuadamente la actitud de las personas y equipos, lo relevante que es la función de los recursos humanos más allá simplemente de procesos administrativos, y su repercusión profunda en la gestión del éxito de cualquier compañía.
Es clave para afrontar un cambio que a día de hoy es ya imparable. Un estudio reciente de PWC indica que el 53% de los trabajadores piensan que los avances tecnológicos transformarán nuestra forma de trabajar en los próximos 5 o 10 años.
Desde la función de los recursos humanos de las compañías, resulta fundamental la implicación transversal en su gestión, capacitar a las personas y mantener una política activa de reskilling continuo.Los propios departamentos de RR.HH., al igual que el resto, están aplicando en su gestión de experiencia con el empleado cada vez más tecnología.
Por ejemplo, Google aplica inteligencia artificial para validar la compatibilidad del candidato con la empresa. Heineken es un conocido ejemplo desde hace años en la utilización de todo tipo de tecnología para optimizar la incorporación (onboarding) del empleado a la compañía, sea de donde sea. Planifica desde el minuto uno su carrera, y se apoya en un software de evaluación de desempeño para valorar conjuntamente el rendimiento y la evolución obtenida.
Marks & Spencer sobresale singularmente en su gestión de empleados apoyándose en herramientas, que de forma ágil, realizan encuestas entre empleados y analizan la información para detectar oportunidades de mejora continua.
Pero la importancia, retomando el inicio de este artículo, radica no en las herramientas o la tecnología en sí misma, sino en el fin que se persigue: atraer talento, acogerlo, hacer sentir al empleado feliz y con sentimiento de orgullo o pertenencia, reteniendo talento.
La tecnología es una aliada de los recursos humanos innegable, y a la hora de implantarla dentro de cualquier compañía me gustaría compartir siete consideraciones que pueden resultar útiles más allá de aspectos puramente técnicos:
1. Comparte con todo el equipo el objetivo final que se persigue, los beneficios que aporta a todos, no sólo a tus intereses, y define conjuntamente qué puede aportar cada persona o las áreas/ grupos a los que pertenecen.
2. La comunicación interna es clave. Debe ser clara, transparente y continúa compartiendo evolución y éxitos.
3. Si existen personas implicadas que se consideran ellos mismos o tú no capacitadas, capacítalas. Si deben estar implicadas deben estar preparadas para aportar valor.
4. Establece fases, y asegúrate de que las iniciales sean fáciles de alcanzar para disipar miedos y potenciar la continuidad del cambio.
5. Asegúrate de que conviven en equilibrio los técnicos que implantan la tecnología con los usuarios que experimentan cada día el cambio. La diversidad de perfiles es muy nutritiva en este sentido.
6. Confirma que todos entienden que se pasa del término ingles ME (yo), al WE (nosotros). Los egos sólo generan ineficiencias y frenos.
7. No mientas, hazles saber que este camino será continuo. En este sentido aconsejaría la lectura del libro 'El juego infinito' de Simon Sinek.
#PeopleMatter
*** Alberto Berrocal de Dompablo es dircom de la Asociación Española de Directores de Recursos Humanos.