“Yo hago todo esto porque no puedo fallar a mi padre. He tenido más recursos que él, y sería un insulto que no le superara, si no lo hago siento que soy un fraude”. Autoexigente, diferente, persistente, tenaz, distante, rebelde, valiente, barbudo (desde los 15), resbaladizo, líder, ejecutor, humilde y trabajador.
Edgar Vicente, CEO de Enzo Ventures, es un tsunami de 25 años, rara avis en el encorbatado mundo del VC. Meteorólogo obsesivo, fue rider (el más joven) desde los inicios de Glovo. “Recuerdo cuando Óscar Pierre venía los domingos a las nueve de la noche y se sentaba al lado nuestro a trabajar, incluso cenaba con nosotros los pedidos sobrantes”. Como emprendedor se inició a los 6 años, “vendí 36 euros en un mercadillo de juguetes que monté acompañado (siempre) de mi padre”.
Su irrupción en el tradicional mundo del venture capital no ha pasado desapercibida. Su impacto extremadamente mediático, con un fondo liderado por la Generación Z, está logrando un fundraising propio de Récord Guinness: en febrero anunció 20 millones, y en las próximas semanas proclamará el 50%. “¿Para cuándo el fondo completo? A final de año o principios de 2023, lo tendremos levantado”. La fórmula del éxito: “hacer buenas operaciones mientras levantas capital”. Edgar, a las puertas del cielo.
Su sombra se alumbra en las últimas semanas con el anuncio de la entrada como inversor en Enzo Ventures del presentador y humorista David Broncano. “Me recomendaron contactar con él, presentarle nuestra tesis de inversión”. Lo hizo a puerta fría, como ya nadie se atreve a hacerlo. Con un simple email que se convirtió en un café en el madrileño Hotel Emperador de Gran Vía, junto a La Ser. “En media hora me dijo que quería invertir, tenemos una visión muy similar”.
Llegar a la sociedad. Es la obsesión de Edgar Vicente. Transformar un nicho, apostar por una generación que es la última del abecedario, “invertir en un futuro que tiene la tecnología interiorizada, que entiende el mundo de una manera distinta, ajena a las críticas (como él y su paraguas), que es global, invertimos desde España al resto de Europa”. Ahí está la esencia de su existencia. Por eso es distinto. Por eso tiene a Broncano como Operating Partner de Enzo.
”Créetelo antes de hacerlo”. Así se resumen su VC, y su vida. Para ejecutar se tiene que enamorar. Para decir, tiene que hacer. Mal estudiante hasta que en su vida entraron los números y voló como Space X. Emprendedor a tiempo parcial hasta que le tocó vender DiHola a Social Labs. Desde Londres, creando una SL con 1,5 millones de vehículo inversor compaginando con sus estudios, hasta convertirse en un fondo de 20 millones aprobado por la CNMV; “el mejor día de mi vida”, ilumina, again.
El nacimiento de Enzo Ventures –desde Londres, repito– no habría sido posible “sin la ayuda increíble de Rogan Angelini-Hurll y Sean Seton-Rogers”, partners de PROfounders, uno de los grandes VCs internacionales. “Vosotros lo que queréis es montar vuestro propio VC, nos dijeron, y nos ayudaron a marcar el camino e incluso aportaron capital en esa fase inicial”.
En los apoyos fundamentales para el desarrollo de su fondo de inversión, Edgar Vicente reseña y destaca la colaboración alcanzada con la gestora Moira Capital, “con Javier Loizaga y su equipo. Nos enamoramos mutuamente desde el principio, sin ellos no hubiera sido posible cumplir esta meta”, asevera. “Hasta nos han apoyado con distintos inversores para levantar capital para este fondo”, farda.
El resultado de todo este trabajo es un fondo de inversión que ya cuenta con un porfolio de 13 inversiones, nueve de ellas procedentes del primer vehículo que ya ha sido comprado en su totalidad por el nuevo fondo”. Un primer vehículo en el que “acabamos convirtiendo con otros VC´s de la talla de K Fund o Accel”.
Uno de los grandes cohetes que ha ayudado a disparar, y que apunta a millonarios retornos, es Boopos. Liderada por Juan Ignacio García, acaba de anunciar una Serie A de 58 millones en la que Enzo va a seguir apoyando. La apuesta se ha multiplicado considerablemente en unos meses, cuando sus tickets máximos eran inferiores. Bienvenido next generation de Enzo Ventures.
Rever es otra de sus margaritas, de las compañías por las que se deja la piel cada día. “Es un orgullo haber apostado por la que es la única startup española que ha entrado en la última convocatoria de Y Combinator”, una de las aceleradoras referente a nivel mundial. Aquí, “también vamos a hacer follow on, creemos mucho en su equipo fundador Marius y Oriol, son unas bestias, nos sentimos muy identificados a ellos, a su visión global, a su hambre, a sus ganas de comerse el mundo”.
Tras analizar el porfolio personal de Edgar, quiero poner en liza a otra de sus startups: Joinhome, liderada por Luis Enrique Martínez, que no tardará en apuntar alto entre las proptech gracias a su sistema de 'matcheo' entre inquilino y propietario. Quique, como así gusta que le llamen, quiere resaltar la figura de Edgar Vicente dentro de su compañía: “Es una de las personas que me dio un gran empujón para cumplir mi sueño, es un gran amigo y he tenido la suerte de vivir con él”.
Como buen hidalgo, las aventuras empresariales de Vicente se cuentan de la mano de su fiel escudero, Iván Fernández, su cofundador de todo. “Llevamos juntos desde primero de carrera, hemos aprendido mutuamente el uno del otro, un profesional operativo, muy bueno a nivel estratégico, un tío solitario, serio y profesional”.
Para Iván, su partner in love, “tiene una gran visión a largo plazo, le define no ponerse límites y su liderazgo. Aporta su ambición, descaro y claridad, que junto a mi perfil nos hace lograr los resultados que estamos obteniendo”.
Pero la personalidad y la aspiración de Edgar, no se podrían entender sin la figura de su padre. “Me crie con mi madre porque mi padre, emprendedor, se fue en 2010 a vivir a México. José Vicente, un tío que empezó desde abajo, se crio en un orfanato sin sus padres. Es un ejemplo, una inspiración, no le puedo fallar”.
Orgulloso padre, José Vicente define a su hijo como “un joven persistente, muy amigo de sus amigos, que tiene las ideas muy claras y que está generando una visión muy innovadora de la realidad”, afirma desde México. “Me ha mimetizado y observado en mi figura de emprendedor, se ha creado en un ambiente emprendedor, ojalá sirva de ejemplo para otros jóvenes que quieren cumplir sus sueños”, sentencia.
No me vale una videollamada para entrar en los mundos de Edgar. Gracias al CEO de Motoreto, Marco Conde, que nos invita a ambos a ver el derbi Atlético de Madrid - Real Madrid del pasado domingo, en el palco del Wanda que la compañía tiene, logro conocer más su persona: reflexivo, pensativo, a veces solitario, parco en palabras, de gestos bonitos.
Ahí le dejo, en silencio, con la mirada perdida, pensando en qué mañana lunes la generación Z tiene un motivo más por el que amanecer.