Los trenes a rebosar, las colas de entrada infinitas y dibujadas a la perfección por un delineante impertérrito. El ambiente de paroxismo absoluto y donde el desmedro y lo revolucionario se funden en un sólo ente. Así era el Mobile World Congress de antes de la pandemia, el de los cien mil asistentes, el que colapsaba una urbe como Barcelona. Y, este 2023, por primera vez desde que la covid nos sumiera en un aciago sueño, el MWC ha vuelto a latir como antaño.
Algo ya se olía, algo se intuía. Las semanas anteriores a la cita ya rondaban comentarios sobre las novedades que muchas marcas y el propio Ejecutivo se reservaban para dar a luz en la Ciudad Condal. Y los movimientos de las 'telco', exigiendo un impuesto a las redes que ha de pagar la industria digital (y, en última instancia, el consumidor final que ya paga por el acceso a esas mismas redes), no hizo sino caldear el ambiente hasta el punto de ebullición.
Por todo ello, en D+I hicimos alarde de fuerza y determinación para ofrecer una cobertura excepcional, a la altura del latido que buscábamos sentir con nuestros dedos sobre el cuerpo hasta ahora plumbeo del sector. Noelia Hernández, Sandra Viñas, Marta Sardá y un humilde servidor estuvimos allí para ser los ojos y oídos de todos ustedes, queridos lectores.
Empezábamos contándoos que la 5G protagonizaría el Mobile World Congress en un año clave para su despliegue real. Para ello, la GSMA esperaba reunir a más de 80.000 asistentes y superar los 2.000 expositores, por encima de las cifras alcanzadas en 2022. Misión cumplida. Desde Qualcomm añadían, ya sobre la moqueta de la Fira de Barcelona, que el despegue de redes 5G se acelera en 2023 con la vista puesta en la 6G como la "plataforma de la innovación". Al mismo tiempo que Huawei hacía un llamamiento al sector a unirse para acelerar el 5G y avanzar hacia "la banda ultraancha, verde e inteligente".
Entre los usuarios finales, MAPFRE presentaba un chatbot, el concepto de hospital digital y una tecnología de verificación de coches o comercios en remoto con IA. En otras palabras, el sector asegurador sigue haciendo equilibrios entre lo manido y lo innovador. Más avanzadas andan Maersk, NetCracker, BostonGene, NEC, Telstra, Lockheed Martin y Cohere Technologies. Todas ellas, representantes de sectores diversos, coincidían: los datos y la colaboración son las "piedras angulares" de la innovación.
Por su lado, el Gobierno aprovechó el MWC 2023 para anunciar que España tendrá su primer ordenador cuántico de 30 cúbits, con una fase inicial a desplegar este mismo año. Y en paralelo el 4FYN movilizaba más de 40 millones de euros en inversiones para empresas emergentes. “Hace diez años las startups españolas iban a EEUU a buscar capital, ahora los inversores vienen a Barcelona”, sentenciaba en entrevista con D+I Pere Durán, director de 4YFN.
Entre bambalinas, el debate sempiterno sobre cómo regular la innovación en áreas como la inteligencia artificial. Pero este ha sido un tema en segundo plano ante las exigencias de las 'telco' de ganar a través del BOE lo que no pueden conseguir en el mercado. Un tema político que, por suerte, apenas ha ensombrecido el renacer de un evento al que muchos daban (dábamos) por muerto en 2020.