El sector de los semiconductores ha experimentado un crecimiento exponencial en las últimas décadas, principalmente impulsado por la constante miniaturización de los transistores de silicio. A medida que estos transistores se acercan a dimensiones atómicas, enfrentan desafíos como la interferencia de señales, lo que está debilitando la Ley de Moore, que prometía una duplicación de la densidad de transistores cada dos años. Esto ha llevado a la exploración de soluciones alternativas para satisfacer la creciente demanda de tecnologías como la inteligencia artificial (IA) y la informática cuántica.

Una solución prometedora es la incorporación de la tecnología fotónica en el ámbito de los semiconductores. Empresas emergentes y fabricantes de semiconductores consolidados están aprovechando la fotónica en silicio para aplicaciones avanzadas como la computación, las comunicaciones cuánticas y los vehículos autónomos. La fotónica en silicio ha avanzado significativamente en términos de rendimiento y capacidades, con una creciente convergencia entre la fotónica y la electrónica, lo que promete nuevas innovaciones en ambos campos.

Sin embargo, las startups en la industria de semiconductores a menudo se enfrentan a desafíos como la falta de recursos, conocimientos técnicos y acceso a instalaciones de fabricación. La aparición de empresas de semiconductores "sin fábrica" que se centran en el diseño y la propiedad intelectual, mientras aprovechan la experiencia de fabricación, beneficia a ambas partes. El éxito en este ecosistema depende de la innovación, la adaptabilidad y la dedicación de un equipo con una visión clara, sin comprometer la calidad y el rendimiento en un mercado altamente competitivo.

La recaudación de fondos para nuevas empresas de semiconductores puede ser complicada debido a los largos periodos de amortización. Establecer la credibilidad en la cadena de suministro es esencial para atraer inversores. Los programas gubernamentales y las subvenciones desempeñan un papel fundamental en el desarrollo tecnológico, especialmente en la fotónica integrada, una tecnología habilitadora clave en áreas como la IA y la informática cuántica.

En general, hay poca disponibilidad de instalaciones de fabricación estables para la integración fotónica-electrónica a gran escala, lo que dificulta el desarrollo de prototipos por parte de nuevas empresas. Las recomendaciones para el éxito incluyen buscar alianzas con empresas establecidas, seguir recibiendo apoyo gubernamental y enfocarse en la investigación y desarrollo.

Abordar problemas críticos implica superar los obstáculos monopolísticos de las grandes empresas de semiconductores y facilitar el acceso de las empresas más pequeñas a tecnologías avanzadas. Es esencial informar a los inversores sobre los plazos de amortización típicos de las nuevas empresas de semiconductores.

Para el futuro, fomentar la colaboración y el intercambio de conocimientos, invertir en servicios de fundición accesibles y promover la investigación y el desarrollo en la cointegración de materiales y circuitos fotónicos y electrónicos pueden conducir a avances tecnológicos. Con las estrategias adecuadas, la innovación puede prosperar en la industria de los semiconductores, con la fotónica integrada liderando una nueva era de la informática y la comunicación.

*** Domenico Tulli es director de Tecnología y cofundador de Quside.