El sector tecnológico se enfrenta en la actualidad a un dilema sin precedentes: la creciente demanda de talento frente a la escasez de profesionales cualificados. Si bien este escenario plantea retos significativos, también abre un gran abanico de oportunidades.
La era digital, en la que la tecnología impulsa casi todos los aspectos de nuestras vidas y negocios, se vio acelerada exponencialmente tras la pandemia, con un aumento en la adopción de soluciones tecnológicas en todas las industrias. Nuevas herramientas de desarrollo de software para la colaboración en línea; soluciones de ciberseguridad para garantizar los datos y la privacidad de las comunicaciones; o algoritmos de inteligencia artificial para analizar y ejecutar información en tiempo real son tan solo algunos ejemplos.
Esta rápida transformación ha generado una demanda insaciable de expertos en IT por parte de las empresas, que buscan deliberadamente profesionales que cuenten con las habilidades y experiencias en las últimas herramientas digitales con el fin de impulsar sus proyectos.
Sin embargo, nos encontramos ante una brecha importante entre la oferta y la demanda de perfiles IT más amplia que nunca. Acentuada, especialmente, por una evolución tecnológica que hace que la actualización constante de competencias sea requisito fundamental.
Resulta evidente que esta situación plantea desafíos para la industria, pero abre también oportunidades significativas para los profesionales en Tecnologías de la Información. Como un amplio abanico de alternativas universitarias, salarios competitivos y la posibilidad de trabajar en proyectos innovadores y revolucionarios.
Para poder beneficiarnos de las oportunidades laborales existentes en el sector, es importante atraer talento en el área tecnológica, así como tratar la formación. Siendo este último punto el eslabón clave.
Conocedores del dilema que atañe a la industria TI, compañías y organizaciones del sector ya han comenzado a liderar proyectos formativos de captación y capacitación de talento. El objetivo es identificar y atraer tanto perfiles nuevos como talento experimentado orientando al campo tecnológico.
Por un lado, enfocado en perfiles junior que demuestran un amplio interés en las áreas tecnológicas, brindándoles oportunidades desde edades tempranas. Por otro, dirigido a perfiles senior con herramientas de reskilling para actualizar sus habilidades y adaptarse a las demandas cambiantes ya mencionadas.
El sector IT es un motor clave de la economía a nivel global, pero su éxito futuro depende de cómo enfrentemos el desafío del talento. Si bien se están realizando notables pasos en pro de la reducción de la escasez de perfiles digitales especializados, queda mucho camino por recorrer.
Es necesario abordar de manera activa y conjunta la educación, la diversificación y la colaboración para aprovechar al máximo las oportunidades que esta revolución digital brinda tanto a las empresas como a los trabajadores. Y eso comienza por impulsar la inversión en programas educativos desde una edad temprana.
El sector tecnológico tiene un gran potencial transformador, abordemos entre todos estos desafíos con visión de futuro y potenciemos todas sus capacidades.
*** Francisco Racionero, presidente IAMCP Spain.