Dicen que los dueños de un barco solo tienen dos días felices en su vida: "El día que lo estrenan y cuando lo venden". Chiste típico de Florida, donde es habitual pasar el fin de semana navegando con los amigos, cada cual dentro de sus posibilidades: alquilando, comprando, en grupo, remolcando la barquita con el coche, o resguardada en una marina.
El pasado fin de semana dio comienzo de manera informal el Boat Show, una cita clásica en el calendario, que sirve para mostrar las innovaciones del sector, sacar a la venta embarcaciones de segunda mano, pujar por piezas únicas y, como suele ser habitual, convertirse en excusa para celebrar fiestas al caer el sol.
Entre las figuras del sector, hay una pieza fundamental, el broker. Al igual que sucede con los bienes inmuebles, donde la figura del corredor de fincas (ya sean pisos, locales o naves) es necesaria para llevar a cabo una transacción significativa.
Uno de los que se ha destacado más en los últimos años es el italiano Tommaso Bilotta, CEO y founder de TB Yatching. En su portfolio en exposición actual destacan dos barcos: Un velero de 2002 de casi once millones de dólares. Y otro, a motor, de 2021, con capacidad para 12 invitados y cinco miembros de la tripulación, que roza los 16 millones de dólares.
En conversación con D+I, explicaba cómo el gusto del consumidor evoluciona y se adapta a las tendencias. Y cómo las redes sociales son también hecho fundamental, no solo como herramienta de trabajo, para llegar al cliente, sino también para generar modas y patrones.
Destacaba que cada vez es más común el alquiler por días para salidas de ocio. Es decir, que al igual que sucede con los apartamentos comprados pensando en ponerlos en Airbnb directamente, hay barcos cuya finalidad es satisfacer a los turistas que visitan el sur de la Florida durante sus vacaciones y piden el pack completo.
Por pack completo se entiende una combinación de cocktails, bebidas, algo para picar, música a la carta, colchonetas y juguetes inflables para un chapuzón y, lógicamente, fotografías y vídeos hechos por la propia tripulación -en muchas ocasiones los mismos dueños de la embarcación- para compartir en redes. Porque si no se cuenta es como si no hubiera existido. La tiranía de los likes cobra, si cabe, más importancia en este tipo de experiencias.
Además, la tecnología es otro de los puntos diferenciales: GPS cada vez más certeros, autonomía y ahorro energético, gestión más ecológica de los residuos, materiales más respetuosos con el medioambiente… pero, eso solo se da en los del segmento más alto. El perfil de usuario que alquila no llega a preocuparse por el impacto o la huella que dejan tras de sí.
Modas al margen, hay clásicos que cambian de mano pero no cambia su estilo. Es el caso de Cigarette, la marca icónica de lanchas que fueron tendencia en los 80 y 90, fueron una de las adquisiciones sonadas de Lionheart Capital. En sus manos, están recuperando su lugar en la primera fila entre los compradores jóvenes que quieren destacarse.
Las entradas del Boat Show (se celebra hasta el 18 de abril), solo para pasear por la feria y, con un poco de suerte, poder estar en algún cocktail, comienzan en 150 dólares por persona. A muchos les compensa: es el precio por fantasear, y, además, tener la posibilidad de hacer fotos en cientos de embarcaciones diferentes para después compartir en redes.