En el reto del viaje de una startup hacia el éxito, la financiación inteligente se erige como uno de los pilares fundamentales que impulsan la transición de una idea prometedora a una sólida scaleup. Las scaleups son empresas emergentes de base tecnológica con un crecimiento acelerado. En el proceso de crecimiento, se convierten en motores de innovación y desarrollo en el cambiante paisaje económico.
Cuentan con modelos de negocio disruptivos que han probado y demostrado su viabilidad y han crecido más de un 20% anual en facturación o en plantilla en los tres últimos ejercicios.
En España, donde la economía digital ya representa el 22,6% del PIB, esta capacidad para escalar rápidamente no solo está creando oportunidades laborales de calidad, sino también respondiendo a la necesidad de generar y formar talento del más alto nivel. Esa capacidad de rápido crecimiento sirve además para abrir camino a empresas de nueva creación, impulsando la productividad y la competitividad de nuestro país en el mercado global.
La metamorfosis de una startup en una scaleup es más que la mera expansión. Requiere un enfoque estratégico respaldado por una inyección adecuada de capital que permita ir más allá de un simple crecimiento cuantitativo para abrazar la sostenibilidad y la expansión a gran escala. Es en este estadio en el que la scaleup aporta ya verdadero valor a la sociedad y la economía en la que está inserta.
Las startups que han alcanzado el estatus de scaleups comparten la capacidad de atraer inversores a través de la generación de métricas sólidas del negocio, creación de equipos diferenciales y propuestas de valor que resuelven problemas reales del mercado.
Hay, además, un tercer factor esencial que facilita la atracción de capital inteligente: la gestión de la compañía como si fuera una gran empresa desde el minuto uno, aunque esta sea una startup con 11 personas en plantilla que trabajan en un trastero. Este punto es crucial porque es una estrategia que implica prepararse desde el inicio y programar el ADN de la compañía para el éxito a largo plazo, estableciendo una cultura organizacional firme y construyendo los pilares de un crecimiento escalable.
La transformación de startups en scaleups no es simplemente un acto de crecimiento; es un testimonio de la habilidad para atraer el tipo adecuado de financiación que alimentará la expansión sostenible y el éxito a largo plazo.
Comenzar con un equipo cohesionado y comprometido, una propuesta de valor sólida y resultados consistentes es esencial y hace que la financiación llegue de forma natural, convirtiéndose en un catalizador para transformar esas capacidades iniciales en crecimiento rápido.
Hablamos de financiación inteligente porque no todo dinero es igual. Es crucial saber distinguir entre dinero apropiado y dinero inaceptable, ya sea por su elevado costo o porque puede terminar siendo un 'caballo de Troya' que dificulte la gestión de la compañía y genere problemas serios en el futuro.
El dinero inteligente implica el respaldo de inversores que aportan no solo capital, sino también riqueza intelectual, compromiso a futuro y que están alineados con la visión y los valores de la empresa; inversores que tienen la capacidad y el conocimiento para exigir el máximo a los emprendedores y los CEOs, contribuyendo a la construcción de la compañía, creando un consejo de administración cohesionado y alineado en valores y principios.
La guía estratégica, el consejo experto y el apoyo continuo son elementos cruciales de esa financiación inteligente y marcan la diferencia en el viaje de una startup hacia la escalabilidad. Es por ello esencial contar con la capacidad para discernir entre las oportunidades financieras que aceleran el crecimiento y aquellas que podrían comprometer la estabilidad a largo plazo.
En España tenemos por delante el reto de atraer a este capital inteligente a nuestras startups en el marco de una estrategia de colaboración público-privada que impulse el potencial del país.
La experiencia acumulada por aquellos que hemos convertido startups en scaleups -y que nos integramos en la plataforma EsTech- puede contribuir de manera esencial en la senda hacia el crecimiento sostenible a través de la identificación de financiadores adecuados que no solo aporten capital monetario, sino también capital intelectual detrás de él.
El camino pasa por que el sector público y el privado evangelicemos de forma conjunta en el exterior sobre las oportunidades de inversión en España con el foco puesto en canalizar capitales que, de otra manera, podrían irse a otros países.
Debemos mostrar juntos ante los fondos internacionales la gran oportunidad que supone invertir en España, tanto por la solidez del país como por el ecosistema con el que contamos. Atraer esa inversión internacional a España generará una ventaja competitiva, además de ayudar a los fondos nacionales en las coinversiones necesarias en las grandes rondas.
El sector público y el privado, trabajando de la mano, tenemos la capacidad de influir conjuntamente para posicionar a España como país en la vanguardia de la innovación, generando y atrayendo talento y aportando innovación y tecnología.
El éxito se traducirá en más empleo de máxima calidad, crecimiento del PIB y liderazgo de España.
***Alister Moreno es fundador y CEO de Clikalia.