Ya sabíamos de la preocupación por el medioambiente y la iniciativa para tratar de minimizar el impacto del sargazo, esas molestas algas rojizas que invaden las playas del Caribe y también afectan Miami. La mirada al mar es inevitable. No solo por la cuestión turística y ecológica, sino por la logística, que es en la que nos queremos centrar hoy.
La Miami-Dade Innovation Authority, entidad del condado dedicada a impulsar la innovación, ha lanzado el tercero de sus retos con una meta muy clara: impulsar el uso de la tecnología para multiplicar la gestión y operaciones del Puerto de Miami, uno de los grandes focos de negocio.
Se trata del tercer reto de innovación que se lanza. Esta vez mucho más ambicioso, poniendo la tecnología por delante. No como un complemento, sino como la parte fundamental de cualquier propuesta. La invitación es tentadora: quieren que las startups locales lo usen como puente para tener un impacto global y que lo perciban como una oportunidad para probar las soluciones. Es decir, saltar con red. Poder usar recursos inaccesibles en una situación habitual.
El foco se pone, además, en soluciones de cara inteligentes, prioridad para poder dinamizar el puerto y hacerlo todavía más tecnológico. Serán tres startups las elegidas, a las que se les darán 100.000 dólares de inversión para hacer una prueba de concepto según su propuesta antes de pasar al mercado global. Uno de los aspectos más llamativos es que se tendrá especialmente en cuenta en la valoración el uso de datos públicos a la hora de proponer soluciones.
Daniella Levine Cava, actual alcaldesa del condado -algo similar a ser presidente de una comunidad autónoma en España, por buscar una comparación- lo ha puesto como prioridad en su agenda. En noviembre se volverá a votar su cargo. La reelección está en juego. El Puerto de Miami genera de manera indirecta más de 330.000 empleos y contribuye con 43.000 millones de dólares en la economía local, según cifras del propio condado.
"Traer innovación es un paso más hacia nuestra meta de ser el gran destino para el comercio con Estados Unidos", subraya Leigh-Ann Buchannan, presidente de esta iniciativa. "A medida que crece la capacidad de carga, debe hacerlo la visibilidad y la preocupación por la eficiencia y la sostenibilidad, así como una reducción de costes de la cadena de suministro. Hay que cerrar la brecha entre los innovadores y el sector público, de ahí que lancemos esta idea, para convertirnos en el banco de pruebas global", reitera.
Esta iniciativa, cuya fecha límite es el 26 de abril, se enmarca dentro de un proyecto más ambicioso, dotado de nueve millones de dólares y apoyado por Ken Griffin, fundador de Cital, así como la Fundación Knight.
Nowports, la startup de Poncho de los Ríos, ganadores de nuestros D+I Innovation Awards, se adelantó. Tuvieron la capacidad de abrir en Miami y posicionarse antes de que se afianzase la tendencia. Eso es asumir un riesgo, claro, pero, como a los soldados el valor, es lo que caracteriza a una startup, el tener capacidad para ir un paso por delante y explorar vías que otros no ven con tanta claridad.
El último movimiento de este unicornio, nacido en México con oficinas en casi todo el continente y Estados Unidos, es añadir una pieza clave en sus ecosistemas: un seguro. Una manera de dar confianza al sector. El paso anterior fue financiación de la carga, tomando la misma como garantía.