La rápida evolución de la sociedad digital ha presenciado cómo la fotónica surge como un componente vital para asegurar desde nuestras comunicaciones a campos emergentes como la nube o el Internet de las cosas (IoT por sus siglas en inglés).
En contraposición a la electrónica, que durante mucho tiempo ha sido la columna vertebral de nuestras innovaciones, la fotónica ofrece un enfoque revolucionario al utilizar la luz en lugar de señales eléctricas para transportar información.
A pesar de esta sustancial diferencia, la fotónica es totalmente compatible con la más que asentada industria electrónica ya que se basa en los mismos materiales semiconductores y procesos de fabricación.
Es esta compatibilidad junto con las grandes ventajas que ofrece en la transmisión y gestión de la información, lo que emplaza a la fotónica a liderar la innovación y el crecimiento dentro de la industria de los semiconductores.
La era de la información nos ha sumergido en un mundo donde la conectividad y la velocidad son críticos. La fotónica responde a esta necesidad con velocidades de transferencia de datos sin precedentes, desencadenando una nueva ola de conexiones ultrarrápidas, desde la fibra óptica hasta las comunicaciones satelitales, esenciales para las infraestructuras presentes y futuras de la sociedad digital.
Pero la importancia de la fotónica va más allá de la velocidad; también implica eficiencia energética. En un mundo abocado a proteger el medio ambiente, la fotónica desafía el statu quo, al reducir el consumo de energía y minimizar la huella de carbono.
La fotónica es una tecnología imprescindible para asegurar no sólo un futuro conectado, sino también sostenible, ya que permite dar respuesta al constante crecimiento de las comunicaciones y la inteligencia artificial mediante infraestructuras significativamente sostenibles.
Además de su impacto actual en las comunicaciones, la fotónica está revolucionando otras industrias. Desde la medicina hasta la computación cuántica, la fotónica posibilita nuevas aplicaciones tan transformadoras, como diagnósticos médicos más precisos, terapias no invasivas y el cambio de paradigma en la resolución de problemas que promete quantum computing.
Recapitulando, la fotónica representa una evolución emocionante en el mundo de los semiconductores, base de todos los chips que nos rodean en nuestra vida diaria. Con su capacidad para impulsar comunicaciones ultrarrápidas y facilitar nuevas industrias y aplicaciones, la fotónica está abriendo un universo de posibilidades sin precedentes.
Europa tiene una oportunidad única para liderar la revolución de la fotónica. Con una sólida trayectoria en inversión en investigación y desarrollo en este campo, el continente está bien posicionado para capitalizar el crecimiento y la innovación en este sector.
España, en particular, ha logrado construir un ecosistema de fotónica que comprende una cadena de valor que transita desde la investigación y el desarrollo, al diseño, fabricación, testeo y empaquetado. Dicho ecosistema incluye también compañías enfocadas en producto para aplicaciones finales, integradores o clientes finales. En su conjunto España constituye uno de los ecosistemas más completos y competitivos del marco europeo.
Los programas de financiación pública, con el EU Chip Act y el "PERTE Chip, Microelectrónica y Semiconductores" a la cabeza, están llamados a nutrir una necesidad de inversión paciente y consistente, que con el acompañamiento de la inversión privada en deep tech, conduzca al escalado y consolidación internacional de una industria que resuelve importantes desafíos de innovación, sostenibilidad y crecimiento económico.
En resumen, la fotónica representa no solo una oportunidad para impulsar la innovación y el crecimiento económico, sino también para liderar el camino hacia un futuro más sostenible y conectado. Europa y España tienen los recursos y la experiencia necesarios para capitalizar esta oportunidad y consolidar su posición a través de la fotónica como líderes en la nueva revolución de los semiconductores.
Más aún, España, con su creciente ecosistema de startups fotónicas y su sólida formación académica en tecnologías de semiconductores, debe jugar un papel destacado en este panorama emergente.
La fotónica posibilita para España una nueva oleada de industrialización a partir de una fortaleza largamente cimentada mediante la colaboración entre empresas, universidades y centros de investigación.
***Jimena García-Romeu Núñez es CEO de Alcyon Photonics.