Hablar de tendencias en el sector energético puede parecer atrevido, especialmente en un entorno marcado por la incertidumbre y la volatilidad, como lo es el actual. Si miramos hacia atrás, pocos habrían previsto la velocidad con la que se están produciendo los grandes cambios que el sector energético está experimentando. Un sector que, sin duda, se encamina hacia una nueva era.
En el contexto del Día Mundial del Medioambiente, es crucial que reflexionemos sobre las tendencias que están moldeando uno de los principales sectores de nuestro mercado y, sobre todo, el papel que las empresas energéticas juegan en esta transición.
Tras siglos de dependencia de los combustibles fósiles, nos encontramos en un punto de inflexión donde las energías renovables ya lideran la transición hacia un modelo más responsable y sostenible. La urgente necesidad de frenar el cambio climático, junto con el reconocimiento por parte de empresarios y particulares de los beneficios tanto económicos como ecológicos de estas soluciones, ha acelerado la adopción de soluciones verdes.
El gran crecimiento de las energías limpias como la solar, no solo responde al gran crecimiento de la demanda, sino que, los avances tecnológicos, que están permitiendo que estas fuentes de energía sean cada día más asequibles y accesibles, son en parte, los grandes responsables.
No obstante, contrario a lo que muchos predijeron, todo apunta a que esta nueva era energética no vendrá liderada únicamente por las energías renovable. Si bien son esenciales, el verdadero cambio vendrá de la combinación de las diversas soluciones que cada día están ganando tracción.
En este punto, la eficiencia energética se está convirtiendo en una de las principales impulsoras de este cambio. Poco a poco, se ha convertido en una de las soluciones más efectivas a la hora de reducir el consumo y obtener beneficios económicos que, más tarde, las empresas y particulares están reinvirtiendo en otras soluciones medioambientales.
Y es que, al mejorar la eficiencia, no solo estamos consiguiendo que el uso de la energía renovable sea más efectivo, sino que también aliviamos la carga sobre las infraestructuras energéticas existentes. La eficiencia energética, por lo tanto, no es solo una pieza del rompecabezas, sino que también es una fuerza motriz que nos acerca a un modelo energético más equilibrado y sostenible.
Tras percatarse de esta realidad, las instituciones gubernamentales están impulsando el desarrollo de proyectos de eficiencia energética mediante ayudas e incentivos como el sistema de Certificados de Ahorro Energético (CAEs). Estas iniciativas están actuando como una poderosa palanca que permite a las empresas obtener mayores ahorros e impulsar sus proyectos de eficiencia energética.
Al generar y certificar ahorros energéticos, las empresas pueden monetizar estos ahorros, recuperando parte de la inversión realizada en estas tecnologías y medidas. Este mecanismo no solo está mejorando la rentabilidad de los proyectos de sostenibilidad y eficiencia, sino que también está fomentando un ciclo de reinversión en nuevos proyectos.
También disponer de servicios digitales para la monitorización de los proyectos energéticos, independiente de su tipología, como los Building Management Systems (BMS) para la gestión eficiente de edificios o EMS para supervisar, controlar y optimizar el rendimiento de la generación.
Herramientas que permiten la monitorización y seguimiento de la producción energética de cada máquina ubicada en los centros, y, sobre todo, de la toma de decisiones basadas en datos. Asimismo, permiten la visualización de consumos en las instalaciones, el análisis de los datos, y la descarga de estos que les permitirá realizar informes de seguimiento energético comparando la evolución de sus KPI’S.
Asimismo, es crucial que sigamos explorando y adoptando soluciones de economía circular como el tratamiento de aguas, el biometano o la captura de carbono, soluciones que desde Edison Next estamos potenciando.
En este sentido, el biometano emerge como una alternativa a las fuentes de energía tradicionales, que no solo contribuye a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también fomenta la gestión responsable de los recursos orgánicos. En paralelo, la captura de carbono se presenta como una innovadora solución que permite extraer CO2 de fuentes industriales y energéticas antes de su liberación a la atmósfera, solucionando el problema de las emisiones y convirtiéndolo en una nueva oportunidad de negocio.
Y, por su parte, la solución de tratamiento de aguas está experimentando un desarrollo similar. Este enfoque, que hace un uso más eficiente de un recurso vital gracias a un proceso en el que, partiendo de un origen residual se transforma el agua y se convierte en potable, está consiguiendo grandes resultados en la conservación ambiental al evitar la contaminación asociada con aguas residuales no tratadas.
Un abanico de soluciones y herramientas que conforman un enfoque holístico, que es crucial para crear un sistema energético robusto, resiliente y adaptable a las fluctuaciones y desafíos del futuro. Por ello, es esencial que, tal y como desde Edison Next hicimos hace tiempo, los diferentes sectores y la sociedad en su conjunto se percaten de la importancia de combinar las diferentes soluciones verdes para alcanzar la descarbonización. Y es que, solo mediante esta sinergia de tecnologías y estrategias podremos alcanzar los ambiciosos objetivos energéticos y de sostenibilidad que la situación global demanda.
Las empresas necesitan establecer colaboraciones estratégicas con socios energéticos como Edison Next que les permitan reducir su huella de carbono y bajar su factura eléctrica, consiguiendo compaginar competitividad y sostenibilidad. Una evaluación exhaustiva de cuales son las soluciones que mejor se ajustan a sus necesidades, dependiendo de la situación de partida concreta de cada empresa y del volátil contexto energético-económico, les permitiría saber qué soluciones concretas deberían combinar para obtener un mejor rendimiento, fiabilidad y resultado de sus iniciativas de sostenibilidad.
*** Íñigo Bertrand es CEO de Edison Next Spain