Si hablamos de innovación y excelencia en los parques científicos y tecnológicos, así como en las áreas empresariales de un modo genérico, es preciso reparar en la oportunidad transformadora que constituye la adopción de infraestructuras verdes.



Si en muchos casos estos espacios se han diseñado en términos de edificabilidad y rentabilidad, es necesario replantearse sus funciones mediante un proyecto capaz de alinear compromisos ambientales y sociales con ventajas tangibles también desde el punto de vista empresarial, lo que significa adoptar una estrategia inteligente y sostenible.

Es indiscutible que, desde una perspectiva social, la implementación de infraestructuras verdes mejora significativamente la calidad de vida de quienes trabajan y visitan el parque. Espacios verdes bien diseñados promueven el bienestar y la salud mental, facilitando así un ambiente laboral más agradable y productivo. Además, estos espacios fomentan la interacción social y fortalecen la cohesión comunitaria, aspectos fundamentales en cualquier entorno empresarial moderno.



El Human Spaces Report, estudio que explora la relación entre el diseño del entorno de trabajo y el bienestar de los empleados, evidencia que la interacción con espacios verdes reduce el estrés y mejora el bienestar mental, asociándose a una disminución del 15% en la tasa de ausentismo. Además, un estudio en el Journal of Environmental Psychology reveló que la vegetación en lugares de trabajo puede mejorar la productividad y satisfacción de los empleados en hasta un 15%.

En términos medioambientales, el plan de infraestructuras verdes es crucial para mitigar los efectos del cambio climático. A través de la creación de áreas verdes y la mejora de la biodiversidad, se potencia la capacidad del parque para reducir su huella de carbono. De este modo, se contribuye a la conservación de la biodiversidad local y se mejora la calidad del aire, aspectos que son críticos dado el actual contexto de crisis climática.

La Environmental Protection Agency (EPA), agencia que asesora al gobierno de EE.UU. desde 1970, indica que pueden reducir las temperaturas locales hasta en 8°C, mitigando el efecto isla de calor. Además, la implementación de sistemas de gestión de aguas pluviales puede reducir la escorrentía superficial en hasta un 80%, esencial para disminuir la carga sobre sistemas municipales y reducir el riesgo de inundaciones.

Finalmente, desde el punto de vista de la sostenibilidad, es imperativo que las áreas empresariales lideren con el ejemplo. Adoptando prácticas que respeten y promuevan la sostenibilidad, no solo estamos protegiendo los recursos naturales para las generaciones futuras, sino que también estamos estableciendo un modelo de negocio que valora e integra la sostenibilidad en todas sus operaciones. Las empresas sostenibles atraen tanto a consumidores como a talentos.



Según diversos estudios, más de la mitad de los consumidores globales están dispuestos a pagar más por productos de empresas comprometidas ambientalmente. Del mismo modo, tres de cada cuatro millennials considera la responsabilidad social corporativa como un factor decisivo al elegir una empresa en la que desarrollarse profesionalmente. Así, el desarrollo de herramientas de sostenibilidad en áreas empresariales no es solo una necesidad ambiental, sino también una estrategia inteligente y de responsabilidad social

*** Antonio Alagarda Nacher, presidente de la Entidad de Gestión y Modernización (EGM) Parc Tecnològic Paterna.