La transformación digital de los pagos
La transformación digital se ha convertido en una necesidad imperativa para las pymes españolas que buscan prosperar en un mercado cada vez más competitivo. Este proceso abarca diferentes aspectos, que incluyen la gestión de campañas de marketing, la relación con proveedores e, incluso, cuestiones de carácter logístico y de transporte. A este respecto, la digitalización de los pagos constituye otro de los puntos más cruciales y, a menudo, subestimados de esta transformación.
En el caso del mercado español, su alta adopción de pagos con tarjeta y su importancia económica y turística a nivel mundial -con más de 85 millones de visitantes al año- ofrece un escenario ideal para acelerar esta transformación. Más aún si tenemos en cuenta que el uso de tarjetas de pago alcanzó un nuevo máximo histórico el primer semestre de 2023, con un crecimiento interanual del 2,5% y una cifra total de 93 millones de tarjetas en circulación, cerca de dos tarjetas por persona, según los últimos datos publicados por el Banco de España.
Frente a este paradigma tecnológico, las pymes que apuesten por la digitalización de los pagos no solo estarán mejor preparadas para ofrecer una experiencia de pago de calidad a sus clientes -no hay que olvidar que el pago es el último gran paso determinante para conseguir el éxito en el proceso de compra-, sino que también podrán aprovechar las oportunidades que ofrece la economía digital para hacer crecer y prosperar el negocio.
Un reciente estudio de Mastercard ya revela que el 30% de las empresas familiares en España considera la transformación digital su mayor reto, incluyendo en este apartado la modernización de los métodos de pago. Además, el 54% de estas empresas ha observado un incremento en su volumen de negocio de entre un 6% y un 15% gracias a la digitalización de sus transacciones.
Para que las pymes españolas puedan optimizar sus procesos de pago y ofrezcan a sus clientes una experiencia de consumo más enriquecida es fundamental tener un sector de proveedores de pago fuerte que continúe invirtiendo e investigando para ofrecer a las pequeñas y medianas empresas una tecnología avanzada y que cumpla una serie de requisitos clave para garantizar esa excelencia en el proceso de compra.
El primero pasa por garantizar la seguridad y la fiabilidad en los pagos. Para ello, debemos contar con una sólida red de servidores independientes de cara a evitar cualquier interrupción en el servicio, asegurando que el pago se puede realizar en todo momento sin hacer esperar al cliente y ofrecer una encriptación de extremo a extremo para abordar lo referente a la protección de los datos de las tarjetas del cliente y tener asegurados los cobros.
La conectividad del terminal de pago es otro aspecto vital. Los terminales deben ser capaces de cambiar entre 4G y wifi, asegurando la rapidez y eficiencia en las transacciones, especialmente en sectores con altos picos de trabajo como la hostelería. A nadie le gusta tener que hacer cola en un establecimiento porque el datáfono no logra conectar o que el camarero se desplace con nuestra tarjeta al otro extremo del restaurante porque no hay cobertura en nuestra mesa. La experiencia de pago es agradable cuando pasa casi desapercibida. Un apartado en el que estar a la vanguardia en la tecnología de los pagos supone un extra en agilidad, simplicidad y comodidad.
Adicionalmente, más allá del uso de la tecnología para lograr una experiencia inmejorable para el consumidor final, no podemos perder de vista ofrecer un servicio que responda a las necesidades de las propias pymes. En este sentido, recibir los pagos al día siguiente, incluso en los festivos, es fundamental para la planificación financiera de los pequeños negocios, permitiéndoles mayor independencia y una mejor gestión de su flujo de caja.
A esto hay que añadir el valor de contar con un soporte disponible los siete días de la semana que permita resolver cualquier incidencia en remoto. Un valor añadido en el servicio, especialmente en negocios que operan los fines de semana y que necesitan llevar al día sus cuentas
En definitiva, la digitalización de los pagos no es solo una tendencia, es una palanca fundamental en el crecimiento de las pymes para que puedan prosperar en la economía de la experiencia. Adoptar soluciones tecnológicas avanzadas no solo facilita la aceptación de pagos digitales, sino que también mejora la experiencia del cliente y la eficiencia operativa y nos desmarca de la competencia. En un entorno donde la velocidad de consumo de bienes es alta, resulta esencial que las pymes abracen la digitalización para ofrecer una experiencia de calidad al cliente.
***Javier Jover es director general de Dojo para España