Desde el anuncio del nuevo ejecutivo europeo, liderado por Ursula von der Leyen, se han establecido las primeras líneas de acción con el objetivo de reforzar la competitividad de Europa. En las últimas semanas, estas orientaciones políticas han comenzado a materializarse en medidas concretas, como el aumento de la inversión en empresas destinadas a introducir tecnologías estratégicas en el mercado de la UE.

El Consejo Europeo de Innovación (EIC), con un presupuesto reforzado de 1.400 millones de euros para 2025, apoyará la investigación europea en deep tech y las empresas emergentes de alto potencial. Además de aumentar casi 200 millones en comparación con 2024, el programa para el próximo año incluye un mejor acceso a la financiación a través de la Plataforma de Tecnologías Estratégicas para Europa (STEP).

A ello se suma la creación de una red de inversores privados (Trusted Investors Network) que coinvertirán en estas empresas junto con el Fondo del EIC. Otro ejemplo es la Iniciativa de Campeones Tecnológicos Europeos (ETCI), el fondo de fondos creado en 2023 por la Comisión Europea y varios Estados miembros, entre ellos España, para cubrir las necesidades de financiación de las scaleups y evitar su deslocalización. En España, su impacto ya es visible: ha invertido en el fondo Kembara y en dos scaleups, Inke y Factorial.

La puesta en marcha de estas iniciativas refleja la voluntad de la Unión Europea de cerrar la brecha de financiación en todas las etapas de crecimiento de las empresas, particularmente en aquellos sectores con mayor necesidad de capital, pero mayor capacidad de tracción.

La apuesta por las tecnologías estratégicas no es casual; desde la inteligencia artificial y ciberseguridad hasta la computación cuántica y las tecnologías verdes, estas áreas representan la próxima frontera de la innovación y la vía por la que Europa puede diferenciarse.

La inversión en estos ámbitos no solo pretende impulsar el crecimiento económico, sino también afrontar desafíos globales como el cambio climático, el envejecimiento de la población o la seguridad alimentaria.

La combinación de esfuerzos y recursos públicos y privados permite multiplicar el impacto de las inversiones y generar un efecto catalizador en el crecimiento de las empresas. Además, la participación de inversores privados aporta experiencia, conocimiento del mercado y una visión estratégica que complementa la visión a largo plazo de las instituciones públicas. Esta sinergia entre el sector público y el privado es fundamental para crear un ecosistema dinámico, resiliente y capaz de competir a nivel global.

El nuevo marco regulatorio del 28º Régimen

En paralelo a estos mecanismos de financiación, se está gestando un movimiento de base para crear un marco regulatorio más ágil y unificado para las startups y scaleups europeas. Este "28º régimen" funcionaría como un complemento a los 27 existentes en la UE, ayudando a mitigar uno de los mayores desafíos para las empresas: la fragmentación normativa.

Un marco regulatorio armonizado simplificaría los trámites, reduciría la burocracia y facilitaría las operaciones transfronterizas, permitiendo a las startups escalar más rápidamente y acceder a un mercado más amplio. Esta armonización también ayudará a atraer inversión extranjera y fomentará un ecosistema más competitivo.

La visión de un entorno regulatorio favorable para las empresas se alinea con las directrices de Ursula von der Leyen para esta legislatura y las recomendaciones del informe de Mario Draghi, que subrayan la importancia de un ecosistema que promueva el crecimiento de las empresas tecnológicas como motor de la economía europea.

Desde el ámbito privado han emergido propuestas en esta línea como "EU Inc.", poniendo de manifiesto la necesidad de armonizar los procesos de inversión y estandarizar las stock options para empleados. Con más de 11.000 apoyos, esta iniciativa cuenta con el respaldo de actores como EsTech, Endeavor y asociaciones europeas de referencia como Allied for Startups y France Digitale. Precisamente, la asociación francesa ha trasladado recientemente al ejecutivo europeo un non paper solicitando la implementación del 28º régimen para crear un entorno más competitivo para las startups.

Una oportunidad para consolidar la innovación europea

La convergencia de iniciativas, desde la inversión en tecnologías críticas hasta la propuesta del régimen 28º, demuestra un compromiso real de Europa con el futuro de las startups y scaleups. La creación de un entorno regulatorio más ágil, junto con una mayor disponibilidad de financiación, permitirá a las empresas europeas competir a nivel global y consolidar a Europa como un hub de innovación de primer nivel.

Esta colaboración entre el sector público y privado representa un nuevo impulso que beneficiará no solo a las empresas involucradas, sino también a la innovación, el crecimiento económico y la creación de empleo en toda la región. Es una oportunidad única para construir una Europa más fuerte, autónoma y con un peso global significativo.

***César Tello es director general de Adigital.