Los Parques Científico-Tecnológicos (PCT) desempeñan un papel crucial en la articulación de los ecosistemas de innovación. En el marco de la Triple Hélice de Etzkowitz, estos parques actúan como dinamizadores, promoviendo la interacción efectiva entre universidad, industria y gobierno.

Este rol mediador los posiciona como agentes clave para transformar el conocimiento académico en soluciones prácticas que impulsan el desarrollo territorial. Al adoptar el Modelo Convoy, propuesto por el economista alemán Gerhard Mensch, los PCT se consolidan como los motores de esta dinámica, aprovechando su conocimiento de los lenguajes académico y empresarial para maximizar las oportunidades de cooperación.

En el modelo tradicional de la Triple Hélice, cada actor –universidad, industria y gobierno– cumple un rol específico dentro del ecosistema de innovación. Sin embargo, la falta de un punto de encuentro eficaz puede dificultar la sinergia entre ellos. Aquí es donde los PCT se convierten en impulsores esenciales, liderando el convoy de actores hacia un objetivo común. Al integrar el conocimiento académico con las necesidades empresariales y el respaldo gubernamental, los PCT no solo promueven la transferencia de conocimiento, sino que también facilitan la generación de nuevas oportunidades de investigación y desarrollo.

Este liderazgo no se limita a conectar actores; implica también dinamizar el ecosistema a través de estrategias planificadas, fomentando una cooperación bidireccional en la que tanto la academia como la industria se beneficien de sus interacciones. Así, los PCT asumen un papel central en la creación de valor compartido, maximizando el impacto de la Triple Hélice en el desarrollo territorial.

El Modelo Convoy redefine la interacción entre los agentes del ecosistema de innovación. A diferencia del enfoque estático del modelo de clúster, el convoy se basa en un catalizador que guía y coordina a los actores hacia un propósito común. En este contexto, el PCT es el elemento propulsor que lidera el convoy de universidades, empresas y gobiernos, promoviendo un flujo constante de conocimiento, recursos e innovación.

La capacidad única de los PCT para comprender los lenguajes tanto académico como empresarial, les permite identificar puntos de conexión y traducir las necesidades de cada actor en acciones concretas. Este rol mediador no solo facilita la colaboración, sino que también aumenta la percepción de utilidad del conocimiento compartido, lo que a su vez fomenta la inversión privada en investigación y desarrollo.

Un elemento clave del éxito del Modelo Convoy aplicado a los PCT es la transferencia bidireccional de conocimiento. Los PCT no solo transmiten los avances académicos hacia la industria, sino que también recogen necesidades y retos empresariales para transformarlos en nuevas líneas de investigación. Esta dinámica bidireccional permite una adaptación constante a las demandas del mercado y asegura que las soluciones propuestas sean relevantes y aplicables.

Además, el convoy fomenta la colaboración en entornos de cocreación, como los living labs, donde los usuarios finales participan activamente en el desarrollo de soluciones. Este enfoque garantiza que los resultados sean prácticos y de alto impacto, fortaleciendo aún más las relaciones entre los actores de la Triple Hélice y abriendo un paso hacia la Cuádruple Hélice, donde la sociedad toma un papel protagonista.

Cuando un PCT asume su rol como impulsor del convoy, el impacto en el territorio puede ser transformador. Este enfoque dinámico no solo estimula la innovación, sino que también fortalece las economías locales al conectar capacidades académicas con necesidades empresariales concretas. La atracción de empresas hacia el ecosistema del parque genera un entorno competitivo que beneficia a todos los actores involucrados.

A nivel territorial, el convoy permite superar la fragmentación de los ecosistemas de innovación, promoviendo una interacción más fluida y efectiva. Los PCT actúan como catalizadores que integran a los diferentes actores, asegurando que las iniciativas no se limiten a sectores específicos, sino que se extiendan a múltiples áreas, promoviendo una diversificación económica sostenible.

El éxito del Modelo Convoy depende de la capacidad del PCT para asumir su papel como propulsor del ecosistema. Esto implica no solo liderar y coordinar, sino también adaptarse a las dinámicas cambiantes del mercado. En un entorno cada vez más competitivo y globalizado, los PCT deben desarrollar estrategias innovadoras que les permitan mantenerse relevantes y maximizar su impacto.

Además, es fundamental que los PCT adopten nuevas metodologías de gestión, como los proyectos de Alto Impacto y Corto Plazo (HIST: High Impact Short Term), que priorizan la flexibilidad y la adaptación constante. Estas herramientas permiten a los PCT responder rápidamente a los cambios en las necesidades del ecosistema, asegurando que las soluciones propuestas sean siempre relevantes y efectivas.

En definitiva, los Parques Científico-Tecnológicos, en su rol como tractores, motores y catalizadores del Modelo Convoy de Gerhard Mensch, son mucho más que simples intermediarios en los ecosistemas de innovación. Su capacidad para dinamizar la Triple Hélice y traducir las necesidades de la academia, la industria y el gobierno en acciones concretas los posiciona como agentes esenciales para el desarrollo territorial sostenible.

Al asumir este rol, los PCT pueden superar las limitaciones de los modelos tradicionales, consolidándose como herramientas estratégicas que impulsan la cooperación, la creatividad y el impacto social. En un mundo en constante evolución, el convoy liderado por un PCT no solo es una alternativa innovadora, sino una necesidad para construir un futuro basado en la colaboración y el conocimiento compartido.

*** Juan Antonio Bertolín, director de ESPAITEC, Parque Científico Tecnológico de la Universitat Jaume I de Castellón.