Soy aficionado a los deportes al aire libre, aunque viviendo en el centro de Madrid no es fácil ser muy activo en lo que se refiere a encontrar aire libre…de contaminación. Para eso mejor mi querido paraíso en el Pirineo, Benasque. Sea como sea, uno debe adaptarse a lo que tiene, así que intento salir a correr un par de días, me doy alguna vuelta al Retiro y ya está.

Como soy algo madrugador, intento ir en torno a las 6 de la mañana, y a esa hora se ve el mundo de otra manera. Hay muchas cosas interesantes, pero para mí hay una que es muy llamativa, a la par que preocupante y triste: ver a todas esas personas que viven en la calle, los conocidos como sin hogar. 

Resulta que hace unos días se celebró el día Europeo del sinhogarismo y hace algo más de un mes fue el día mundial del mismo. Buscando información sobre este tema, encuentro algunas ONGs totalmente enfocadas, entre ellas Hogar SÍ.

Me gusta el mensaje que unos de sus patronos, Alejandra y Richard Gere, nos dan: ​​"En 2030, dicen que imprimiremos órganos en 3D o que incluso habitaremos la luna. Lo más surrealista sería que el sinhogarismo siguiera existiendo". Les puede parecer surrealista, pero es innegable que vivimos en un mundo dispar, con muchos desequilibrios.

Sé que parece que hoy no estoy totalmente enfocado en la transición verde y digital, pero es importante tener en cuenta que el sinhogarismo es una gran preocupación en la agenda Europea en general y en el Green Deal en particular por la parte referente a la energía.

Viendo las estadísticas disponibles, veo que los datos son cada vez más fiables, pero que partimos de datos poco exactos que explican parte de los crecimientos mayúsculos que muestran los estudios disponibles.

Os resumo algunos datos más que alarmantes, la cifra de personas en situación de sinhogarismo en Europa está en torno a 1.287.000 (incremento de un 43,8% respecto a las últimas cifras de las que se tenía constancia en junio 2024) y se estiman que algo más del 30% son menores, esto significa que tenemos a más de 400.000 niños y niñas viviendo en la calle o en centros de acogida por todo el viejo continente.

A veces, en conversaciones informales poco rigurosas, oímos que la gente que vive en la calle es porque quiere, porque tiene problemas mentales o de adicciones de todo tipo o por x… la realidad es muy compleja, pero está claro que el problema del acceso a la vivienda y la precariedad energética juegan un papel muy relevante.

Me alucina el hecho de que vayamos por la calle, pasemos al lado de gente que malvive y no nos afecte más; aunque entiendo que es la combinación de vivir a la carrera y de la insensibilización imperante, como hemos comentado más de una vez, nuestra sociedad está anestesiada.

Me pregunto cuál o cuáles son las soluciones, tengo claro que no será fácil, pero veo con esperanza que haya Asociaciones, ONGs y algunos Gobiernos con una fuerte apuesta por solucionar este problema en 2030.

Investigando sobre este tema, veo que en EEUU, por citar un ejemplo, ha habido alguna campaña exitosa, como la 100.000 Homes Campaign, una iniciativa de Community Solutions diseñada para "ayudar a las comunidades de todo el país a ubicar a 100.000 personas sin hogar crónicas en 186 comunidades de los Estados Unidos en viviendas de apoyo permanente".

No olvidemos que conseguir hogares para todas estas personas (también pueden ser familias enteras) tiene un coste, pero que vivan en las calles, fuera del sistema, también lo tiene. 

Ya en el año 2021, al lanzarse la Plataforma europea para combatir el sinhogarismo, el entonces Comisario Europeo de Empleo y Derechos Sociales, Nicolas Schmit, declaró: «El sinhogarismo es la forma más extrema de exclusión social y ha ido aumentando en toda la UE.

Debemos actuar ya. La Plataforma Europea de Lucha contra el Sinhogarismo ayudará a los socios a compartir experiencias y medidas políticas que han funcionado en sus regiones y ciudades, de modo que podamos reducir radicalmente el sinhogarismo en Europa. El alojamiento y la asistencia a las personas sin hogar es el principio 19 del pilar europeo de derechos sociales, y es un imperativo moral si queremos construir una sociedad justa e inclusiva».

Si queréis ver las recomendaciones que hacen las principales asociaciones Europeas, os recomiendo que leáis el informe de Fondation Abbé Pierre y FEANTSA: Panorama de la exclusión en materia de vivienda en Europa 2024. Para terminar esta columna de reflexión, en versión resumida, comparto una frase de Hogar SÍ: Las soluciones al sinhogarismo son vivienda, empleo, salud y enfoque centrado en las personas. 

Ojalá consigamos solucionar el problema del sinhogarismo, un evidente fracaso de nuestra sociedad.