Estamos viviendo claramente una nueva era en la economía, la inteligencia artificial se ha convertido en un componente esencial para el desarrollo y la innovación. En todo ello los datos juegan un papel fundamental. El tratamiento y almacenamiento es uno de los grandes desafíos para que los resultados sean óptimos y se pueda cumplir el objetivo de impulsar el desarrollo de la economía. Todo ello nos pone encima de la mesa unos desafíos que tienen que ser claves en el futuro.
Aquí es donde jugarán un papel fundamental los centros de datos y donde se ha abierto una de las grandes oportunidades para la economía española.
Nuestro país, y en especial comunidades como Aragón, atesoran algunas de las condiciones necesarias para la implantación de estos centros. Nuestra ubicación geográfica en Europa, cercana a África y como nexo de unión con América, hacen que nuestro país logre atraer grandes inversiones en la nube, algunas récord, como las que están anunciando.
Otro de los factores fundamentales para el desarrollo de estas nuevas instalaciones obviamente es el espacio. Los centros ocupan extensiones importantes de terreno, pero sin otros factores esenciales, el suelo disponible no es nada. Uno de estos factores esenciales es la energía. En este campo es importante la capacidad de energía renovable y de gestión de los excedentes. Seguir el camino emprendido en torno a la energía verde hace que seamos más eficientes a la hora de alimentar estos centros de datos.
Generar energía renovable es clave, pero sin la mejora de la red no se podrá aprovechar como corresponde. Ese es uno de los retos del Gobierno de España que tiene que aumentar la capacidad de los nudos de acceso.
Aragón está siendo en el último año ejemplo de aprovechar estos factores que antes nombrábamos. En los últimos doce meses se han atraído más de 40.000 millones de inversión, y no solo en centros de datos.
Estas inversiones debemos de convertirlas en oportunidades que unan empresa, desarrollo, inversión y aprovechamiento de los datos. Estos datos son, en muchas ocasiones estratégicos, material sensible o simplemente claves en el desarrollo de muchas compañías. El cloud, la gobernanza de datos, la ciberseguridad y la inteligencia artificial generativa son materias clave, tanto a la hora de formar a nuestros futuros profesionales, como a la hora de ayudar a nuestros emprendedores.
Es el momento de conseguir generar valor añadido alrededor de todos los anuncios que estamos viendo, como son los últimos ejemplos de Amazon Web Services, Meta, Blackstone, Microsoft y un largo etcétera.
Es en este punto, los Parques Científicos y Tecnológicos tenemos que potenciar lo que ha sido históricamente nuestra misión principal: fomentar la innovación y el desarrollo ecológico. Ser esos espacios donde se concentran empresas, centros de investigación y proveedores de servicios donde se puede alcanzar ese conocimiento.
Ese será nuestro reto, hacer que podamos ser uno de los hubs tecnológicos europeos. Ese es el camino que se está recorriendo en Aragón. Aprovechar la inversión en tecnología para fomentar la innovación y el trabajo colaborativo a través del desarrollo de un nuevo Parque Tecnológico en la ciudad de Zaragoza que va a complementar a Walqa en Huesca y Technopark en Alcañiz.
La unión del conocimiento y el desarrollo de acciones conjuntas harán que Aragón llegue a la meta que se ha marcado el Gobierno. Ser referencia en lo tecnológico y hacer una economía líder en lo digital y que la tecnología sea transversal. Como dice el presidente aragonés, Jorge Azcón, Aragón será tecnológico o no será. Un futuro que en la comunidad lo haremos entre todos y haciendo que las grandes inversiones creen riqueza, empleo y desarrollo.
*** Carlos Ortas Martín, director gerente del Parque Tecnológico de Walqa