La pandemia del Covid-19 ha tenido un fuerte impacto la vida de las personas a todos los niveles, incluido en aquellos gestos más cotidianos como el manejo de dinero en efectivo, el pago por servicios esenciales o el desarrollo de los negocios. Ante los riesgos que estas acciones podían acarrear, cada vez más usuarios recurrieron a servicios de dinero móvil en busca de una opción más segura que el efectivo.
Así lo refleja la última edición del Informe sobre el estado de la Industria del Dinero Móvil, elaborado por la GSMA, que remarca que este sector ha mostrado una sólida resistencia durante la crisis generada por el coronavirus, ya que los proveedores han hecho todo lo posible por mantener este servicio "esencial" para las personas más necesitadas.
Aunque la crisis del coronavirus ha afectado a todo el mundo, no lo ha hecho de la misma manera, y ha golpeado especialmente a los que ya estaban en una situación más vulnerable. "La covid-19 ha magnificado estas disparidades, creando nuevos desafíos en materia de desarrollo y exacerbando los ya existentes", remarca la GSMA.
En este sentido, asegura que los proveedores de dinero móvil se ha convertido en parte de la respuesta a la crisis del covid-19 en muchos mercados, ofreciendo un canal "seguro y disponible" para distribuir las ayudas económicas prestadas por los Gobiernos a los ciudadanos para paliar los efectos pandemia de forma "rápida, segura y eficiente".
En este sentido, el informe constata una aceleración "importante" de las transacciones móviles durante la pandemia, teniendo en cuenta que las restricciones y las medidas de confinamiento limitaron el acceso al dinero en efectivo, así como a entidades financieras. Además, añade que los mercados donde más creció el uso del dinero móvil fueron aquellos en los que los Gobiernos adoptaron más medidas de alivio para sus ciudadanos.
En este sentido, subraya que el valor de los pagos realizados por los Gobiernos a los ciudadanos se cuadruplicó durante la duración de la pandemia, con la industria del dinero móvil trabajando junto a las administraciones y a las ONG para que los pagos relacionados con medidas humanitarias y de protección social se realizaran "de forma rápida, segura y eficiente" a aquellos que más lo necesitaban.
Así, el informe anual publicado por la GSMA incide en que el facilitar este tipo de pagos directos es sólo un ejemplo del papel que el dinero móvil juega como apoyo financiero para las comunidades más desatendidas.
Aumento de las cuentas registradas y las transacciones
Todas estas tendencias quedan confirmadas por los datos hechos públicos por la GSMA, que señala que el número de cuentas registradas se incrementó un 12,7% durante el año 2020, hasta alrededor de 1.210 millones, el doble de lo previsto. Además, el número de cuentas activas se incrementó un 17%, hasta los 300 millones.
En esta línea, el número de transacciones realizadas se elevó el pasado año un 15%, hasta los 41.400 millones y el volumen de las mismas alcanzó los 767.000 millones de dólares (unos 53.600 millones de euros), un 22%. Esto supone que cada día se movieron unos 2.000 millones de dólares (unos 1.700 millones de euros) en dinero móvil.
Por regiones, aquellas en las que más aumentaron el número de cuentas de dinero fueron América Latina y el Caribe (+38%), Este de Asia y Pacífico (+24%) y África Subsahariana (+12%). Por valor total de las transacciones, donde más se incrementaron fueron en el este de Asia y Pacífico (+34%), América Latina y el Caribe (+30%) y Norte de África y Oriente Medio (+26%).
Con vistas al futuro, la GSMA espera que los movimientos diarios totales de dinero móvil superen los 3.000 millones de dólares (unos 2.550 millones de euros) a finales de 2022, aprovechando tanto la creación de activos fundamentales para el secot, como APIs, como medidas políticas para incrementar los límites de transacciones y saldo.
Aumento de las remesas
Asimismo, por primera vez en la historia se enviaron y recibieron más de 1.000 millones de dólares (unos 850 millones de euros) al mes en forma de remesas a través de dinero móvil en todo el mundo. Todo ello, pese al temor inicial de que la crisis económica que ha conllevado la pandemia hubiera frenado su crecimiento.
Sin embargo, las personas han seguido apoyando económicamente a familiares y amigos en sus países de origen, lo que llevó a que el valor total de las remesas realizadas a través de dinero móvil se incrementara un 65% el pasado año, hasta los 12.700 millones de dólares (unos 10.820 millones de euros).
Por el otro lado, la GSMA señala que la pandemia ha puesto en evidencia la necesidad de un cambio normativo que facilite una mayor digitalización. En este sentido, apunta que muchos países elevaron los límites de las transacciones para que fluyan más fondos a través del dinero móvil y se consideró a los proveedores de dinero móvil y sus cadenas de suministro como servicios esenciales.