La automatización de los puestos de trabajo gracias a la robótica es uno de los aspectos clave del proceso de transformación digital en el que se encuentra inmerso actualmente el sector industrial en todo el mundo.
Más allá del debate sobre el impacto que puede tener este cambio en el mercado laboral, la robótica abre a las empresas industriales nuevas oportunidades de negocio y la posibilidad de ser más eficientes y competitivas en el actual entorno digital.
La importancia del sector de la robótica queda reflejada, por ejemplo, en la reciente adquisición de la compañía española ASTI Mobile Robotics por parte de la multinacional ABB, que con esta operación quiere convertir Burgos en la sede principal de su negocio de Robots.
Sin embargo, como todos los sectores, la robótica industrial no ha sido inmune a la crisis de la covid-19. Según datos de la Federación Internacional de Robótica (IFR), la instalación de robots industriales descendió ligeramente en 2020 como consecuencia de la pandemia, aunque la industria logró contener parte de este impacto negativo gracias a China.
En concreto, según IFR, las instalaciones de robots industriales a nivel global alcanzaron en 2020 las 376.000 unidades, lo que representa un descenso del 2% respecto a las 383.000 de 2019 como consecuencia del impacto de la pandemia de la covid-19.
Este dato refleja además un retroceso de la instalación de robots en la industria por segundo año consecutivo y se aleja aún más del máximo histórico de 422.000 unidades alcanzado en 2018.
Sin embargo, el descenso registrado el pasado año fue finalmente más moderado de lo que se esperaba. Y todo gracias al buen comportamiento de China. "En China, donde empezaron antes las medidas de confinamiento por el coronavirus, el sector de la robótica comenzó a recuperarse ya en el año 2020. En total, se entregaron 167.000 robots industriales", resalta el presidente de IFR, Milton Guerry.
Asimismo, el informe añade que el crecimiento del mercado chino también ha tenido un fuerte impacto positivo en proveedores extranjeros. En concreto, en torno a 123.000 robots industriales instalados en China, un 24% del total, procedían de proveedores extranjeros, con Japón a la cabeza.
Por su parte, los proveedores chinos entregaron alrededor de 44.000 unidades en el mercado local, lo que representa un incremento del 8% en comparación con los datos registrados en 2019.
Previsiones optimistas
De cara los próximos meses, Guerry apunta que la perspectiva para la industria de la robótica es "optimista", apoyada por la recuperación de la economía prevista para este año y el siguiente --5,5% en 2021 y 4% en 2022 de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)--.
Sin embargo, la situación no será la misma en todos los países. En concreto, el informe de IFR apunta que los primeros datos de pedidos de robots industriales correspondientes a 2021 apuntan a que se registrará un "fuerte crecimiento" en América del Norte y en Europa.
En este sentido, detalla que los libros de pedidos en Estados Unidos se están llenando rápidamente, mientras que en Alemania la previsión para el año en curso muestra "una fuerte recuperación" e indice en que estamos ante un "punto de inflexión" positivo para el sector.
Asimismo, la federación anticipa que incluso se podrán lograr cifras de ventas aún mejores si se consiguieran superar con rapidez los actuales cuellos de botella que existen en el suministro de componentes claves para este mercado.
Robótica y medioambiente, una oportunidad de negocio
Otro campo en el que la robótica puede desempeñar un papel fundamental y en el que están surgiendo oportunidades de negocio es el relacionado con las iniciativas que se están poniendo en marcha para luchar contra el cambio climático.
Para poder lograr alcanzar los ambiciosos objetivos en materia de clima que se han fijado a nivel global, las economías mundiales han comenzado a dar una importancia "sin precedentes" a las energías renovables y las tecnologías ambientales.
El informe destaca que la robótica y la automatización permiten a empresas de todos los tamaños producir los componentes necesarios, como por ejemplo pilas de combustible para coches o baterías de hidrógeno en el sector del transporte y paneles solares en el energético.
En este sentido, asegura que la nueva generación de robótica fácil de utilizar ayuda a optimizar el rendimiento en el proceso de producción, así como a acercar la fabricación a los mercados regionales con unos costes competitivos.
"La robótica ha demostrado su flexibilidad para adaptar rápidamente la producción y responder a los cambios en la demanda", remarca Guerry, quien subraya una mayor productividad permite "salvaguardar puestos de trabajo al mantener la competitividad de las empresas".