Posición de España en digitalización, según el último observatorio de GoDaddy.

Posición de España en digitalización, según el último observatorio de GoDaddy.

Política Digital

La empresa española, ¿más digitalizada que la alemana pero menos que la india?

Un estudio de GoDaddy arroja resultados inusitados sobre el ritmo de digitalización del tejido productivo, colocando a la cola de este proceso a la gran potencia tecnológica, Estados Unidos, y en cabeza a India o Brasil.

27 octubre, 2023 08:07

Hasta la fecha, cualquier análisis o comparativa internacional sobre el grado de digitalización empresarial arrojaba resultados similares: las grandes potencias económicas (Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, países nórdicos...) presentaban unos altos niveles de madurez al respecto, frente a otras naciones que no tienen este proceso como una prioridad. 

Sin ir más lejos, la OCDE ya alertó recientemente de "la brecha de digitalización entre Latinoamérica y la media de los países de la OCDE para 2030", que se traduce en una pérdida de competitividad del 3% de crecimiento anual y la no creación de 400.000 empleos al año en la región.

Por ello sorprende encontrarse un estudio como el de GoDaddy, un proveedor de hosting web que subcontrató este informe a la compañía Advanis. Se trata de una encuesta realizada en marzo de este año y en la que aseguran haber hablado con 4.682 personas con posiciones de liderazgo de diez países distintos, 500 de ellas en España.

La sorpresa llega al comprobar que, en contra de todos los indicadores oficiales, este estudio recoge que las empresas indias, brasileñas, colombianas, mexicanas y en general de toda la zona de Asia y el Pacífico están más digitalizadas que las españolas, alemanas o estadounidenses.

El documento recoge esta madurez en una escala del 100% del tejido productivo digitalizado. Y, pese a lo informales de muchos negocios en la India y de la falta incluso de recursos básicos para ese proceso -como conexión a internet en zonas rurales o equipamiento informático en muchas aldeas-, el estudio se aventura a asignar una puntuación de 74 puntos sobre 100 en una medida ponderada de su propia creación. O lo que es lo mismo: las empresas indias obtienen un notable frente al aprobado raspado del resto, pese a que la mayoría de los negocios de ese lugar ni tan siquiera aparecen en un registro oficial al uso.

El caso de la India ya resulta paradigmático de no conocer la realidad de ese mercado, dominado por un pool de grandes corporaciones, pero inundado de pequeños empresarios a pie de calle, artesanos, que apenas tienen un móvil como herramienta tecnológica a su alcance. Pero no es la única sorpresa: en contra diametralmente de las conclusiones de la OCDE, México, Colombia o Brasil superan en casi 20 puntos a la madurez digital de las compañías en EE. UU. o Alemania.

Desde la compañía se excusan, en su blog oficial, en "varios motivos" que justificarían estos extraños resultados. "Generalmente, las economías más desarrolladas pueden enfrentar una mayor resistencia al cambio en organizaciones establecidas, lo que dificulta la adopción de nuevas tecnologías. Además, las regulaciones rigurosas y la burocracia pueden ralentizar la implementación de soluciones digitales", indican.

Y añaden: "Por otro lado, en regiones emergentes, la necesidad de modernización y la falta de infraestructura previa pueden impulsar la rápida adopción digital. La disparidad en recursos financieros y la madurez del mercado también pueden influir en esta diferencia de digitalización".

Si bien algunos de esos preceptos son reales, como la adopción rápida de ciertas soluciones en países emergentes (así ocurrió con los pagos móviles en África o China), lo cierto es que no pueden justificar unos datos con semejante disparidad a cualquier otra cifra conocida. Máxime cuando el estudio hace especial hincapié en que no se centra en grandes corporaciones, sino en pequeñas empresas y emprendedores que son los que enfrentan mayores problemas de financiación para superar las barreras de entrada de la digitalización y que, en todos los lugares, encuentran retos asociados al talento y el conocimiento especializado, como también ha denunciado reiteradamente el Foro Económico Mundial.