La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) adoptó hace unos días una resolución respecto a la inteligencia artificial. Este documento, respaldado por más de 120 Estados miembros, aboga por promover el desarrollo de esta tecnología de forma segura, responsable y equitativa, evitando las desigualdades y su uso pernicioso.
El organismo ha calificado este acuerdo de "histórico", ya que es la primera vez que debate sobre la regulación de este campo emergente.
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En el texto dado a conocer a finales de la semana pasada, la Asamblea reconoce que el uso de unos sistemas fiables y éticos de inteligencia artificial, con el foco en la protección de los derechos humanos tiene "el potencial de acelerar y propiciar los avances hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)" de manera "equilibrada e integrada".
El organismo internacional también precisa en el mismo documento que un correcto despliegue de esta tecnología ayudará al fomento de la transformación digital, reducirá la brecha digital y promoverá la paz.
Derechos 'online' y 'offline'
A pesar de sus beneficios, la resolución hace hincapié, asimismo, en las consecuencias del uso malicioso o incorrecto de la IA, del que dice que podría socavar el desarrollo sostenible y complicaría avanzar hacia los objetivos contemplados en la Agenda 2030.
En este sentido, la Asamblea pide a todos los Estados miembros que "se abstengan de utilizar sistemas de inteligencia artificial que no puedan funcionar de conformidad con las normas internacionales de derechos humanos". "Los mismos derechos que tienen las personas fuera de línea deben protegerse también en línea", insiste el organismo.
Además, pide a los Estados miembros de la Asamblea General que cooperen con los países en vías de desarrollo para evitar que se queden atrás en este campo y, así, lograr un futuro con un "acceso inclusivo y equitativo" a los beneficios de dicha tecnología, cerrando la brecha y aumentando la alfabetización digital.
El documento también reconoce la importancia de los datos para el despliegue de este tipo de sistemas, por lo que pone de relevancia la gobernanza "justa, inclusiva y responsable" de esta información.
Gobernar esta tecnología
Linda Thomas-Greenfield, embajadora y representante permanente de Estados Unidos ante la ONU, encargada de presentar el proyecto de la resolución, destacó la oportunidad y la responsabilidad de la comunidad internacional de "gobernar esta tecnología en lugar de dejar que nos gobierne".
"Reafirmemos que la IA se creará y desplegará bajo el prisma de la humanidad y la dignidad, la seguridad y la protección, los derechos humanos y las libertades fundamentales", afirmó. "Comprometámonos a cerrar la brecha digital dentro de las naciones y entre ellas, y a utilizar esta tecnología para avanzar en las prioridades compartidas en torno al desarrollo sostenible".
Los Estados miembros han acordado continuar el debate sobre la inteligencia artificial dada la rápida y constante evolución de esta tecnología y las novedades que puedan surgir sobre su gobernanza respecto a los diferentes enfoques.