Hace unos días, la Comisión Europea publicó la edición de 2024 de su informe Science, Research and Innovation Performance (SRIP), un documento en el que analiza el rendimiento de la ciencia, la investigación y la innovación en la Unión Europea, así como la contribución de estos ámbitos a la competitividad de la región. 

El estudio elaborado por el organismo europeo explica que en las dos últimas décadas se ha producido un incremento significativo en las inversiones que destina la UE a los aspectos que protagonizan el reporte, lo que ha ayudado a mejorar la posición del territorio en aspectos como las tecnologías responsables, así como a impulsar su capacidad investigadora.

En concreto, la región ha pasado de dedicar el 1,8% de su PIB a la I+i en 2010 a alcanzar el 2,3% en la actualidad. Aún así, los expertos precisan que la UE tiene diferentes retos por delante. 

Entre los desafíos que destaca el informe se encuentra la infrautilización de las infraestructuras y los ecosistemas dedicados a la investigación y a innovación. Según cuentan los autores, a pesar de que el territorio cuenta con todo un core en I+i que le sitúa como uno de los principales actores en investigación científica, no consigue explotar al máximo su rendimiento. 

Las apuestas desiguales por impulsar la investigación y el desarrollo por parte de los diferentes estados miembros hacen que el objetivo de invertir el 3% del PIB en estos ámbitos esté aún "lejos de alcanzarse". 

Otro de los retos que distinguen en este contexto es la brecha que afecta a las actividades relacionadas con la innovación y la investigación, que, apuntan, "tienden a concentrarse en determinados lugares". 

También, mencionan la brecha tecnológica que existe en la Unión Europea en comparación con otras regiones del mundo, impulsada por la complejidad a la hora de aumentar la inversión del sector privado en la I+i. "Aún queda mucho por hacer en el ámbito digital", afirman los autores. 

Intensificar los esfuerzos

El informe no solo se detiene en las dificultades que deberá abordar el territorio comunitario, sino que también revela las fortalezas, entre las que sobresale que la UE sigue siendo una de las regiones dominantes en la presentación de patentes mundiales relacionadas con aspectos como las energías renovables (29%) o la eficiencia energética (24%). 

Además, la UE también obtiene buenos resultados en términos de producción científica, representando cerca del 18% de la producción en este campo a nivel mundial, tan solo superada por China. El país asiático lidera, asimismo, en cuanto a publicaciones más citadas, aunque la Unión Europea le sigue con resultados similares a los de Estados Unidos. 

Respecto a los contenidos, el informe precisa que la UE está menos especializada en tecnologías clave para la mejora de la productividad (por ejemplo, las relativas a la inteligencia artificial, la cuántica, el blockchain o el Internet de las Cosas) frente a otras regiones como EEUU o China. En este sentido, Europa está trabajando en el despliegue de estrategias y planes que le permitan recortar distancia en este aspecto. 

Iliana Ivanova, Comisaria europea de Innovación, Investigación, Cultura, Educación y Juventud, precisa que los resultados de este informe revelan la necesidad de intensificar los esfuerzos en la Unión Europea de cara a alcanzar el objetivo de invertir el 3% del PIB en investigación y desarrollo. 

"El impulso de las capacidades científicas y tecnológicas de Europa y la acción complementaria de la UE (...) son esenciales para la resistencia y la competitividad tanto en el corto como en el largo plazo", concluye Ivanova.