Nexthink es la última empresa europea que ha alcanzado el estatus de unicornio, tras cerrar este mes una ronda de financiación de 180 millones de dólares liderada por Permira. Vende software para empleados a más de un millar de organizaciones de todo el mundo, que representan más de 11 millones de puestos de trabajo. Fue creada en Suiza en el año 2004, con enfoque global desde el primer día, y su fundador y CEO es español. Su nombre: Pedro Bados.
Por la naturaleza del negocio, pero también por su propia experiencia permitiendo el teletrabajo desde los inicios, Bados habla con autoridad sobre cómo aplicar la flexibilidad laboral de un modo que beneficie a todas las partes.
“Permitimos flexibilidad en horarios y localizaciones, aunque procuramos que los empleados estén cerca de alguna de las oficinas. Cuando no es posible -en Estados Unidos, por ejemplo, las distancias pueden ser muy grandes-, intentamos al menos que estén vinculados a una oficina concreta; que sientan que pertenecen a una oficina”, explica Bados. De lo contrario, “si están flotando en la organización, no encontrarán un grupo de personas del que sentirse parte”. La soledad laboral también existe.
Incluso en su caso, “la pandemia ha acelerado cinco años, fácilmente, la velocidad de adopción del teletrabajo. Se ha demostrado que cosas que parecían imposibles, no lo eran en absoluto”, asegura. “He contratado al director de recursos humanos, al director comercial mundial y a mucha otra gente de manera remota, sin haberlos visto en persona”. Y lo que es más sorprendente: la mencionada ronda de financiación con Permira también se ha negociado y cerrado íntegramente en remoto. “No conozco físicamente a los inversores. Hubiera sido impensable hace solo uno o dos años”.
Desde su punto de vista, en España los directivos acusan todavía una falta de confianza hacia el teletrabajo. O, en los casos en que se permite, es común que las empresas obliguen al trabajador a permanecer en la ciudad. “Poco a poco, esas ideas preconcebidas se irán superando. Sobre todo en las empresas que quieran atraer talento, porque al talento no le gusta que desconfíen de él, ni que le controlen”, recalca.
España, ¿polo de atracción de talento?
Si la ubicación pasa a ser un aspecto secundario, ¿tiene España oportunidades de convertirse en un polo de atracción de talento internacional? Bados se muestra comedido. Cree que es posible que existan personas atraídas por las condiciones de vida de nuestro país, “pero no será mayoritario”.
Opina que, en general, las personas tienden a querer vivir cerca de sus lugares de origen, de sus familias y amigos… Y hay inercias que son difíciles de vencer. El propio Bados atiende la videollamada de D+I desde Boston, una ciudad de clima frío y lluvioso. “Lo que probablemente ocurra en el futuro es que la gente no emigre tanto. No hará falta hacer el sacrificio de desplazarse a otro sitio para buscar un trabajo”, apunta.
¿Acaso factores como la sanidad universal gratuita no podrían atraer a talento de Boston -por poner un ejemplo que conoce bien- a nuestro país? En este punto, reconoce que en Estados Unidos existen grandes desigualdades, aunque apuntilla que precisamente los colectivos más damnificados [la clase baja y media-baja] es la que tendría más dificultades para moverse a Europa.
España sí que podría vivir el regreso de muchos de sus expatriados. “Desde un punto de vista de justicia social, de calidad de vida y, sobre todo, de cercanía con la familia… Después de varios años fuera, los emigrantes como yo queremos volver”.
Aplicaciones empresariales y 'engagement'
Para Bados, la premisa es la siguiente: “El buen talento puede trabajar en cualquier sitio y en cualquier empresa. Retenerlo es fundamental y, por eso, cuidar la experiencia del empleado es tan importante como cuidar la experiencia del cliente”. Y recuerda: “Si perdemos al empleado, perderemos al cliente”. No en vano, Nexthink está especializada en este nicho de mercado, denominado digital employee experience.
Como es lógico, ahora existe un foco mucho mayor en que las herramientas de trabajo -o teletrabajo- y colaboración ofrezcan una mejor experiencia de uso para los empleados. “La pandemia ha ayudado a que las empresas tengan más en cuenta la calidad digital de las aplicaciones”, confirma el CEO de esta compañía.
“La mayor parte de las interacciones en las organizaciones se producen a través de los canales digitales”, y en ese contexto los elementos digitales influyen en la conexión que los profesionales sienten hacia su trabajo, defiende.
Por último, preguntamos a Bados por las ventajas e inconvenientes de haber fundado su empresa en Suiza en lugar de en España. "Probablemente tuvimos más oportunidades de acceso a capital y a los mercados francés y alemán". Pero aquello era 2004 y desde entonces el ecosistema ha dado pasos de gigante. "Ya no habría tanta diferencia. Hoy el acceso a los inversores es global".