España tiene mucho trabajo por hacer en materia de ciencia e innovación. Y no solo a la hora de aumentar la inversión en investigación y desarrollo (I+D) para hacerla converger con la de la media de la Unión Europea (UE), sino por cambiar la percepción que tienen los ciudadanos de la misma.
La décima edición de la Encuesta de Percepción Social de la Ciencia de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) recoge que un 66% de los españoles cree que la ciencia se encuentra retrasada respecto de la media europea, frente al 19,8% que considera está al mismo nivel y el 7,1% que piensa que está más adelantada.
En este escenario, una amplia mayoría de los encuestados cree que en España se debería invertir más en ciencia y tecnología en todos los niveles de la administración pública, tanto estatal como autonómico y local, y en las empresas privadas, tal y como indicó en la presentación del informe Rosa Capeáns, directora del Departamento de Cultura Científica y de la Innovación de FECYT. .
En concreto, esa demanda es mayor hacia el Gobierno de España, sostenida por el 85% de la población. Sin embargo, el 80% cree que los gobiernos autonómicos deberían aumentar la inversión destinada a la investigación en ciencia y tecnología, junto al 71% cree que deberían hacerlo también las administraciones locales y las empresas privadas.
En la presentación del informe, el ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, negó que la ciencia en España vaya con retraso respecto a la media de la UE e incidió en que se trata de una cuestión de financiación. "La calidad del producto científico es comparable a la de otros países de Europa", afirmó.
Además, agregó que los resultados de la encuesta suponen un apoyo a la intención del Gobierno de aumentar la inversión en I+D en España para reparar la diferencia que existe en materia de financiación respecto a otros países de la región.
Así, Duque apuntó que en la anterior crisis se tomó la "decisión incorrecta" de frenar la inversión en I+D, pero confió en que con la financiación nueva se pueda lograr un avance positivo. De hecho, señaló que gracias a los fondos europeos el Gobierno aumentó un 60% el presupuesto en ciencia para 2021.
Sin embargo, incidió en que la apuesta del Ejecutivo tiene "voluntad de continuidad" con su propuesta para lograr un Pacto por la Ciencia y la Innovación entre todos los partidos políticos para dar una perspectiva a largo plazo y que se mantenga la intención de elevar la financiación del I+D al menos hasta la media de la UE independientemente de quien gobierne.
"La perspectiva es buena, si conseguimos el pacto en el Parlamento van a cambiar mucho los número dentro dos o como mucho cuatro años", resaltó Duque, quien añadió que los fondos europeos cubrirán algunos de los huecos actuales que aún persisten, como es la mejora de la carrera investigadora, cuya perspectiva de futuro está lastrada por la carencia de fondos.
Carrera científica
De hecho, la carrera científica es otro de los temas abordados en la encuesta. Los científicos, con una nota de 4,45 sobre cinco, siguen estando entre los profesionales más valorados por los ciudadanos, situándose solo por detrás de los médicos (4,74) y los profesores (4,49) y por encima de ingenieros (4,16), empresarios (3,53), jueces (3,51) o periodistas (3,06).
Sin embargo, la mayoría de la población cree que la profesión investigadora está mal remunerada económicamente (62%), aumentando esta opinión con respecto a dos años antes (54%). Asimismo, la mayoría opina que la profesión investigadora carece de suficiente reconocimiento social (63%), mostrando un ligero empeoramiento respecto a dos años antes (58%).
Asimismo, la encuesta también refleja que el 27,8% asegura que estaría dispuesto a financiar de manera altruista proyectos científicos, como ocurre con iniciativas de interés social llevadas a cabo por ONG u otras organizaciones, a lo que se suma un 31% que afirma estaría dispuesto, pero no tiene posibilidades para ellos.
"En conjunto, es esa combinación de que valoramos mucho lo que significa la ciencia, las aportaciones que tiene la ciencia en la vida, pero la profesión no está suficientemente reconocido o financiada. No se reconoce el trabajo que realizan", resumió Josep Lobera, profesor de Sociología de la UAM y codirector científico de la Encuesta.
Interés por la ciencia
En cuanto al interés por temas de ciencia y tecnología, el estudio revela que el 14% de la personas manifiesta de manera espontánea interés por los temas de ciencia y tecnología, una proporción parecida a quienes expresan interés por la economía (16%), la educación (15%) y el medioambiente (10%). Este dato es similar al interés detectado en la encuesta realizada en el año 2018 (16%).
En este sentido, detalla que el interés por la ciencia y la tecnología declarado de forma espontánea continúa siendo mayor entre los hombres (19%) que entre las mujeres (10%). Sin embargo, las mujeres muestran un mayor interés por temas con una relación muy directa con la ciencia y la tecnología, como la medicina y la salud.
En concreto, el 32% de las mujeres muestra un interés espontáneo por estas cuestiones, frente al 20% de los hombres. También las mujeres se han mostrado más interesadas por temas relacionados con la pandemia (50%, frente al 43% de los hombres), un tema central este año y muy vinculado con el desarrollo de la evidencia científica.
Por otro lado, el informe recoge que la población española se muestra dividida respecto al balance de riesgo-beneficios de las aplicaciones de la robotización. En conjunto, el 34% de la población cree que los beneficios de la robotización de puestos de trabajos superan a los riesgos, mientras que el 53% piensa que los riesgos superan a los beneficios y el 13% no tiene una opinión formada.
Más optimismo en los más formados
Sin embargo, en la presentación Lobera detalló que el balance entre riesgos y beneficios es más optimista entre las personas con mayor nivel educativo, que se siente más capacitadas para aprovechar las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías que las personas con menor nivel de formación.
Así, el 52,2% de la población se considera suficientemente formado o capacitado para aprovechar las oportunidades de las nuevas tecnologías, una proporción aumenta hasta el 70% entre quienes tienen estudios universitarios, pero cae hasta el 20% entre quienes tienen estudios primarios o menos.
En esta línea, la encuesta recoge que el 19,3% de los españoles considera que su trabajo podría ser sustituido por un robot o la inteligencia artificial en 15 años, mientras que el 49,8% niegan rotundamente esta afirmación.
A lo hora de valorar el uso de datos personales con aplicaciones de inteligencia artificial (IA), el 43% de la población cree que los riesgos superan a los beneficios, mientras que el 39% considera que los beneficios son mayores y el 18% restante no tiene una opinión formada.
En línea con lo que ocurría con la robotización, las personas jóvenes y con estudios universitarios expresan un balance más favorable a los beneficios en mayor medida que las personas de mayor edad y aquellos con niveles educativos más bajos.